Confesiones de un militar: «Siempre diré que el gasto militar es poco»

Las preguntas de la entrevista son algo más comprometidas de lo habitual en estos casos y las respuestas... no tienen precio.

Diario Noticias de La Rioja, 20/12/2005

L. SERRANO
Se considera gallego, pero nació en Jerez de la Frontera porque destinaron allí a su padre, también militar. Salió de la academia en 1975, y desde entonces ha atravesado la patria por la que ha jurado «dar la vida», de destino en destino: Figueras, La Coruña, Cádiz, Madrid, Zamora, Burgos y La Rioja, donde ha estado dos años al frente de la base de Agoncillo. Tras su relevo, el coronel Segundo Ricardo González espera un puesto «en el Ministerio» y el día que se retire lo hará «feliz».

A la mayoría de los ‘civiles’, la libertad individual y de conciencia del ser humano nos parecen riquezas sin límites. Este coronel se debe incondicionalmente a las órdenes de un mando superior, lo que asume naturalmente como «un servicio». En las paredes del que hasta ayer fue su amplio despacho, en una de las dependencias del cuartel de Recajo, destacan, entre otros motivos castrenses, diversas armas, lo que en principio hace pensar en la imposibilidad de que salga de allí una apuesta por regular los conflictos de forma no violenta. Segundo Ricardo González afronta la entrevista muy atento, con prudentes respuestas y una sonrisa cordial, y acompañado por otro mando, que toma notas.

Le relevan tras dos años de trabajo en esta región. ¿Qué se lleva de todo este tiempo?

La valoración que hago es muy positiva. Primero, porque este destino ha superado con creces mis expectativas y segundo, porque no conocía La Rioja y me llevo un grato recuerdo de esta tierra y de los riojanos. Me voy muy contento de mi estancia aquí.

¿Cuál es la dedicación de la base militar de Agoncillo?

‘Héroes del Revellín’ es el único cuartel que queda en La Rioja. En él conviven unas 600 personas, organizadas en cinco unidades diferentes. Hay un regimiento de artillería, un batallón de helicópteros, una unidad de servicios, un órgano de apoyo al comandante militar, que soy yo también por ser el más antiguo de la plaza de Logroño, y un centro de comunicaciones, tanto militares como civiles, con el resto de España.

¿Participa en alguna misión internacional?

Como unidad aún no se ha participado en ninguna. Las unidades de artillería han participado muy poco como unidades encuadradas en misiones internacionales, normalmente han ido siempre las de infantería; en aquellas grandes unidades de infantería que tienen unidades de artillería incluidas, alguna vez ha ido alguna unidad tipo sección o pelotón, por darles un poquito de salidas.

Pero ha habido riojanos en conflictos armados.

A nivel individual sí participan, y periódicamente salen para misiones fuera de España. Se publican vacantes y el que reúne el perfil, fundamentalmente el conocimiento del idioma, va. Aquí hay mucha gente que ha participado en misiones internacionales en Yugoslavia, Kosovo, Irak... el propio coronel que me releva en el cargo, Ernesto Serrano, ha estado en cuatro. Osea, que se participa a nivel individual, no como unidad. Tengo la esperanza de que con el cambio de dependencia, ya que antes pertenecíamos a la División Mecanizada y ahora a la Fuerza de Acción Rápida, participe el regimiento como unidad en alguna misión.

¿Y los helicópteros?

Bueno, efectivamente, el batallón de helicópteros sí ha participado y lo sigue haciendo como unidad en misiones internacionales; la última vez estuvieron en Bosnia; ahora están todos aquí.

¿Cómo se vive la sumisión, especialmente en una guerra?

Esta institución es una máquina engrasada y, si tenemos que ir a la guerra, para eso estamos; estamos para muchas cosas, pero el fin último de las Fuerzas Armadas es la defensa con las armas. Para eso nos entrenamos. Eso lo tenemos todos asumido, como hemos jurado la bandera y morir por España si es necesario. El empleo del ejército lo tiene el Gobierno y éste decide qué hacer con él.

¿Cree que es suficiente el gasto militar de este país?

Siempre diré que es poco y que hacemos esfuerzos por salir adelante. Las Fuerzas Armadas no han sido las más beneficiadas en el reparto de los presupuestos generales, pero el Gobierno es el que lo decide. Y nosotros lo administramos lo mejor que podemos.

El 31 de diciembre de 2001 se suspendió la prestación del servicio militar obligatorio en este país. ¿Qué cambios se han notado más dentro del ejército?

Yo diría que lo más significativo ha sido el cambio de mentalidad tan grande que hemos tenido que asumir todos los militares, tanto los cuadros de mando como los propios soldados. Y también la sociedad civil.

¿En qué sentido?

Es totalmente distinto tratar con un soldado profesional, que lo es a todos los efectos, que con un chico que venía de su casa, estaba nueve meses con nosotros y luego se iba otra vez a su casa. No es ni mejor, ni peor, pero sí muy diferente. Antes, estábamos constantemente en formación con los soldados; ahora, el soldado que está dos años con nosotros, de alguna forma, necesita menos reciclajes, menos instrucción...

Y va voluntariamente.

Sí, y tiene su sueldo, su familia... antes, los chicos venían casi todos con 18 años, solteros, y ahora tienen sus propias familias, sus hijos, y los problemas de colegios o viviendas que teníamos los cuadros de mando; ahora esas situaciones son iguales para todos.

Por la cantidad de publicidad y las continuas campañas de reclutamiento que está haciendo el ejército español, parece que hay dificultades para cubrir las plazas ¿es así?

Hombre, es muy difícil conseguir que en cuatro años, los que llevamos de profesionalización, haya en España 50.000 peluqueros, por ejemplo, porque tiene que haber de todo; pues lo mismo ocurre con el ejército. Pero en el regimiento de Agoncillo, donde mando directamente, hay un 95% de las plazas cubiertas, de modo que me siento afortunado de contar con una unidad prácticamente completa, es algo bonito.

¿Qué le parecen los requisitos básicos que se piden para entrar al ejército?

Yo creo que la oferta es muy atractiva. Se entra cobrando en torno a los 950 euros, más la comida y el alojamiento, si quiere. Tienen su horario, su trabajo y la misma disciplina que en cualquier empresa, donde si no trabajas, te castigan de alguna forma. Entiendo que puede ser difícil el reclutamiento en algunas zonas, como La Rioja, donde hay trabajo, pero aquí hay gente de toda España, desde riojanos hasta canarios, gallegos o valencianos... y los de fuera además, tienden a afincarse y hasta comprarse piso, porque las condiciones son muy buenas.

¿Hay muchos extranjeros?

Aquí hay siete ahora. Por ley, sólo pueden ser hispanoamericanos o de Guinea Ecuatorial, pero se va a reformar para que tengan condiciones más ventajosas, de forma que yo creo que seguiremos subiendo en número.

¿Cómo valora el ejército español a nivel internacional?

Somos de los mejores del mundo.