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Ni resoluciones de la ONU, ni soldados españoles: el agua es oro en Oriente Medio

Ghajar, la localidad libanesa de la que no se retira el Ejército israelí

Ghajar, la localidad libanesa de la que no se retira el Ejército israelí

El gobierno libanés y Hezbollah señalan que la retirada de las tropas es incompleta

Haaretz. 02/10/2006

Traducido por ANMCLA Líbano

El gobierno libanés y Hezbollah rechazaron el anuncio de la retirada de tropas israelíes del sur del Líbano anunciado el domingo, por ser «incompleto» y exigieron que Israel cese en sus violaciones al espacio aéreo, marino y terrestre libanés.

Israel retiró sus tropas de la mayoría del territorio del sur del Líbano el domingo... no obstante, continúa manteniendo parte de Ghajar, aldea dividida fronteriza, y sus aviones todavía patrullan el espacio aéreo del Líbano.

«Lo que se requiere es una retirada completa de Israel y el cese de sus ataques contra el Líbano», señaló el ministro de información libanés, Ghazi Aridi a la agencia AP. «Hasta ahora, no se ha solucionado el problema. El retiro de tropas de Israel es hoy incompleto», señaló.

El alto funcionario de Hezbollah Sheik Hassan Ezzeddine advirtió que el grupo militante retomaría sus ataques contra Israel si rompe el cese al fuego. «El enemigo deberá asumir las consecuencias de sus continuas violaciones del cese al fugo por aire, mar y tierra,» dijo Ezzeddine, el máximo líder del grupo en el sur del Líbano.

A comienzos del domingo, el líder de las fuerzas de paz de la ONU saludó el retiro de las tropas israelíes, del Líbano como un “progreso significativo”, pero dijo que era incompleto hasta que los soldados israelíes abandonaran la aldea de Ghajar...

UNIFIL afirmó en un comunicado que estaba en «contacto cercano con el ejército israelí para facilitar una retirada rápida del área de Ghajar.» El comunicado también señalaba que están “en proceso de confirmar” que no haya tropas israelíes en las áreas que Israel declaró liberadas de su presencia, y señaló que el lunes las tropas libanesas tomarían la zona.

Ghajar, localizada en el Río Hatzbani, una vasta fuente de agua, fue dividida en 2000 entre Israel y Líbano, pero no se colocó ninguna valla. Los residentes de la aldea son ciudadanos israelíes por virtud de la ley de Golán de 1981.

Israel ha propuesto al Líbano y a la ONU en las pasadas semanas que la ONU se ocupe de la seguridad en la parte norte de la aldea, que están en territorio libanés, y que Israel se ocupará de la seguridad en la zona sur.

Israel sería también responsable de los asuntos civiles en el sur de Ghajar, y enviaría a la parte norte técnicos, doctores y otros proveedores de servicios, acompañados de personal de la ONU. UNIFIL se desplegaría en la parte norte para evitar el libre acceso de la aldea al Líbano.


Líbano pide ayuda a Annan para frenar violación israelí de resolución de ONU

Fuente: AP

10/07/2006 -

Beirut, Líbano, octubre 7, 2006.- El primer ministro libanés, Fuad Siniora, pidió al secretario general de la ONU, Kofi Annan, presionar a Israel para que ponga fin a los vuelos militares de Israel sobre Líbano y para que el ejército israelí se retire de la parte libanesa del pueblo de Ghajar, indicó este sábado su despacho.

Durante una conversación telefónica, Siniora informó el viernes de noche a Annan que la aviación israelí «continúa los vuelos» sobre territorio libanés, en violación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra entre Israel y la milicia chiita libanesa Hezbolá el 14 de agosto.

El primer ministro también subrayó la necesidad de poner fin «a las violaciones de la Línea Azul (que sirve de frontera entre Líbano e Israel) por parte de Israel, sobre todo a su ocupación (de la zona libanesa) del poblado de Ghajar», agregó la misma fuente.

Los vuelos del ejército israelí sobre Líbano continúan tras la retirada de los últimos soldados israelíes del sur del país el 1 de octubre, con excepción de los situados en Ghajar, en la frontera entre Líbano, Siria e Israel.

Este poblado sirio, ubicado en el borde de la Meseta del Golán anexada por el Estado hebreo en 1981, y dividido por la Línea Azul trazada en 2000 por la ONU, permanece enteramente ocupado por el ejército israelí desde el fin de su ofensiva en Líbano en julio y agosto.

Israel comunicó su intención de continuar sobrevolando Líbano mientras sus dos soldados secuestrados el 12 de julio por Hezbolá no sean liberados. Su captura desencadenó la guerra con Hezbolá que terminó el 14 de agosto.

El viernes, aviones cazas israelíes sobrevolaron a baja altitud la planicie de la Bekaa y la ciudad de Baalbeck, feudo de Hezbolá en el este de Líbano.


La aldea que no abandona Israel

ABC, 17/10/06

TEXTO Y FOTO: LAURA L. CARO ENVIADA ESPECIAL

GHAJAR (LÍBANO). «La historia de esta ciudad está en su nombre», explica con resignación Mohammed Hassen Shab, del poblado vecino de Abbasiye, a un tiro de piedra de Ghajar, que en árabe significa «gitanos». «La gente de allí hace mucho tiempo que no pertenece a nadie, por eso ha sido tan fácil para Israel hacerse el dueño de la aldea...».

Cuando el pasado mes de julio, sin que el hecho recibiera la más mínima atención en medio del fragor de los combates con Hizbolá, el Ejército hebreo acordonó con alambre de espino el pequeño poblado fronterizo de Ghajar por su parte norte y se acantonó dentro argumentando que desde allí recibía continuos ataques de Hizbolá, Israel terminó por separar físicamente este territorio mínimo del Líbano, el país propietario de los dos tercios septentrionales de la aldea según los designios de la Línea Azul descrita por la ONU en mayo de 2000.

Granjas arrebatadas

Se cumplían así los peores vaticinios de quienes sospechaban desde hacía largo de las intenciones del Gobierno judío de transformar Ghajar en otra Chebaa, las granjas arrebatadas al Líbano en 1967, que desde entonces y hasta hoy han constituido una eterna fuente de fricción entre los dos vecinos. Y que a partir de ahora no están solas: una posición y otra comparten el interés estratégico del agua, en el caso de Ghajar los manantiales del río Waazani que vierte al Jordán y al Lago Tiberiades, y que Israel -subraya Mohammed Hassen- está recanalizando mediante tuberías directamente hacia sus tierras, hacia los fértiles vergeles de Metula y la Galilea, dejando huérfanos de recursos los antiguos cultivos de los agricultores libaneses que se extienden ya desnudos como secarrales.
«Ahí dentro se quedó la herencia de los abuelos de mis abuelos, mi corazón arde por dentro, tengo todos los papeles, pero no podemos hacer nada... sólo aguantar el miedo de que los judíos aprovechen la siguiente guerra y nos quiten también lo que nos queda en Abasiye. Tenemos miedo», ratifica el hombre viejo, de profesión taxista, con la vista perdida en el horizonte de Ghajar donde hace mucho tiempo no puede poner el pie.

Ghajar -sobre el papel legal, el poblado dividido, el de la doble identidad, donde sus 1.700 ciudadanos hablan indistintamente hebreo y árabe- cobraba el protagonismo de las primeras páginas de los periódicos la noche del 30 de septiembre al 1 de octubre. La fecha en que, en cumplimiento de lo establecido en la resolución 1701 de Naciones Unidas, las Fuerzas Armadas israelíes se retiraron oficialmente del sur del Líbano tras la guerra, pero con la excepción de la posición militar que a día de hoy, casi tres semanas después, se mantiene fija en esta aldea.

Y que, por lo que parece, va a continuar ahí. A pesar de las débiles voces de la FINUL, la Fuerza Interina de Naciones Unidas desplegada tras la guerra para custodiar la pacificación de la zona, que exigen la evacuación, el ministro israelí de Seguridad, Avi Dichter, ya dejó claras las intenciones de seguir firmes en Ghajar en una visita hace una semana, en la que tachó la aldea como un coladero de drogas «para terrorismo y espionaje» de Hizbolá que Israel no se puede permitir. Y el sellado es hermético. La única carretera de acceso desde el Líbano está cortada por un inmenso cráter huella de un certero bombazo lanzado durante los combates por la aviación judía, y a su lado un blindado de la ONU custodiado por los cascos azules de la India impide acercarse a la población a menos de doscientos metros. «No merece la pena intentarlo, nadie puede entrar ni salir, no hay más caminos, no hay permisos especiales, todo Ghajar es de Israel», advierte el traductor de los soldados a la periodista, mientras los aviones espías no tripulados del Ejército vecino, los «drones», silban molestos sobre nuestras cabezas -otra violación de la soberanía libanesa, según repite cada día su primer ministro, Fouad Siniora- recordando que el «Gran Hermano» hebreo observa cada movimiento.

Aunque Israel se anexionó «de facto» la aldea rodeándola con una valla coincidiendo con la confusión de la última contienda, Ghajar -hasta 1967, originariamente una plaza siria de población alauita- en realidad ha estado bajo su control desde entonces, particularmente desde que en 2001 el Estado hebreo, que ya se había retirado del Líbano, declaró su mitad, la mitad sur, zona militar prohibida excepto para residentes y sus patrullas.

Los alauitas

Para ese momento, todos los libaneses habían abandonado ya el poblado, habitado hoy sólo por los alauitas, que en 1970 aceptaron la ciudadanía hebrea en un gesto que incluía la esperanza de que el territorio fuera devuelto algún día a Siria. Se lamenta el hombre de Abasiye de que nadie se acuerde de que los que «nos marchamos dejamos atrás nuestras posesiones: hemos reclamado a la ONU, pero no nos dan esperanza, sólo que ya hablaremos cuando llegue la paz».

  • 23 de octubre de 2006 10:10, por Cécile

    Ojo con esta noticia.
    Después de la retirada de Israel del sur de Líbano en el 2000, Hezbollah y el Gobierno también reclamaban la devolución de las granjas de Sheba’a, que aun que eran cuatro casas han servido de escusa para Hezbollah para mantener la lucha armada...

    • 23 de octubre de 2006 10:49, por sus

      bueno, son cuatro casas... y mucha agua en medio de un verdadero desierto. si no, ¿a qué viene tanto lío por un aldea fronteriza?

      • 11 de diciembre de 2006 15:16

        Salu2:
        El agua y la granjas de sheeba,le importa a israel una mierda...El hecho de que aun posean parte de este territorio es meramente estrategico/tactico ya que se situa en una region de aproximadamente 15km de profundidad,por lo que se puede responder con fuego de contra-bateria,a los disparos indiscriminados de cohetes Katiusha que realizan los Terroristas de Hizbollah.Por cierto la poblacion nativa de alli se sienten parte integrante del estado Israeli y no Libaneses,son Drusos si de esos que los Chiis de Hizbollah y anteriormente los Terroristas de la O.L.P. se empeñaron en masacrar y exterminar,a ellos y a los cristianos maronitas,ortodoxos,armenios y beduinos que se les pusieron a tiro,no susaron en pasarlos a cuchillo.

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