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Reportaje por: Manuel MARLASCA/Luis RENDUELES
La policía buscaba droga y se encontró con uno de los mayores arsenales de armas y explosivos hallados en España. Su dueño era un militar profesional, bombero NBQR (especializado en guerra nuclear, bacteriológica, química y radiológica) del Ejército del Aire, destinado en la base aérea de Torrejón de Ardoz, llamado Víctor, alias Baby. Para él trabajaban otras dos personas, que también han sido detenidas en la operación policial, culminada la primera semana de enero.
En una de las viviendas del soldado Baby, agentes de la Sección Tercera de la Brigada Central de Estupefacientes (BCE) encontraron todo tipo de elementos necesarios para fabricar bombas de gran potencia. Había cuatro kilos de explosivo plástico PG-2, petardos de trilita, petardos de TNT, cordón detonante, diversos detonadores, un paquete de carga explosiva procedente de una mina anticarro.
Los agentes de la BCE avisaron a sus colegas del TEDAX (expertos en desactivación de explosivos). Una fuente
de esta última unidad señala a interviú que "el material encontrado,
bien empleado, tendría efectos devastadores. El explosivo plástico es
muy potente, y el hallado en poder de los detenidos se utiliza en muy
pequeñas cantidades para desactivar minas. Los cordones detonantes, las
mechas lentas. Todo eso es material que sólo saben emplear personas con
altos conocimientos de explosivos".