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La madre de un insumiso escribe la crónica de lo que fueron aquellos años

Insumisión. Una forma de vida: 8ª parte; «La Insumisión legitimada por razonamientos jurídicos»

Insumisión. Una forma de vida: 8ª parte; «La Insumisión legitimada por razonamientos jurídicos»

Publicamos en diez entregas esta crónica de la Insumisión en el estado español escrita desde la clave de Rosario Domínguez, la madre de un insumiso, a quien damos las gracias por poner por escrito sus vivencias y esta hermosa historia. Insumissia.

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LA INSUMISIÓN LEGITIMADA POR RAZONAMIENTOS JURÍDICOS

Para no extendernos en razonamientos jurídicos interminables que expusieron en los tribunales de justicia los abogados defensores vamos aquí a incidir sobre una cuestión: Para resolver el conflicto, ha de tenerse en cuenta el principio de “ jerarquía normativa”, contenido en el artículo 9.3 de la Constitución: “La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas...., que supone que en caso de conflicto de normas , siempre habrá de prevalecer aquella de superior rango, garantizando de esta forma el principio de seguridad jurídica” ( R. Fernández).

El artículo 16 de la Constitución dice “Se garantiza la libertad ideológica, religiosa, y de culto a los individuos y las comunidades sin más limitación en sus manifestaciones que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley “.

La colisión legislativa, según los juristas se halla entre el derecho fundamental a la libertad ideológica del artículo 16 de la Constitución que garantiza la libertad de conciencia de la persona y las normas penales que castigan la insumisión. Teniendo en cuenta el principio de jerarquía normativa el conflicto ha de solucionarse a favor de la libertad de conciencia (art. 16 de la Constitución) , que es superior en rango a la ley ordinaria 48 de 26 de diciembre de 1984 reguladora de la objeción de conciencia y la prestación sustitutoria y la ley orgánica por la que se regula el régimen penal .

A tenor de las normas internacionales de Derechos Humanos, la objeción de conciencia viene siendo considerada como un Derecho Fundamental, directamente emanado de la Libertad de Conciencia. En este sentido se expresa la Resolución dada en la XLIII Asamblea de la Comisión Consultiva de Derechos Humanos de la ONU de 10 de marzo de 1987, o la 337 Resolución de la Asamblea Consultiva del Consejo de Europa o la Resolución del Parlamento de Europa de 7 de febrero de 1987,relativa a la concreción de la objeción de conciencia como parte del contenido del art. 9 del Convenio de Europa para la protección de los Derechos Humanos, o la Resolución del Parlamento Europeo de 1989 etc. La sentencia del Tribunal Constitucional de 11 de abril de 1985, en su fundamento jurídico 14 dice.

“ La libertad de conciencia forma parte del contenido del Derecho Fundamental a la libertad ideológica y religiosa reconocida en el artículo 16 de la Constitución y como ha indicado este Tribunal en diversas ocasiones, la Constitución es directamente aplicable, especialmente en materia de derechos fundamentales”.

El art. 10 de la Constitución, junto con el 9, imponen al Estado el deber de promoción especial de los Derechos Humanos y facultan al ciudadano para su ejercicio.

Sobre esta base el derecho no puede violentar las últimas convicciones de las personas, cuando estas representan los valores superiores de la colectividad, encarnados y positivizados jurídicamente en la Ley Constitucional.

Muchas de estas ideas están sacadas de la HISTORIA DE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA EN EL ESTADO ESPAÑOL.. UNA ALTERNATIVA DE PAZ. Comisión de Paz y Objeción de Conciencia del Consejo Local de la Juventud de Córdoba. Dedicado a “ Todos los jóvenes Insumisos, que con su negativa a participar en una sociedad militarizada, luchan, aún a costa de su libertad, por una sociedad más justa, igualitaria y solidaria.”

Primeros datos de 1993, de insumisión y objeción de conciencia en el Estado Español facilitados por el Grupo Antimilitarista de Bilbao (KEM-MOC)

1- La insumisión crece en un 19%, respecto de 1992. Los insumisos en España son ya 9.393

2- La objeción de conciencia crece un 46% respecto de 1992, situándose en el 29,06% respecto del contingente militar. El gobierno manipula los datos para ocultarlo.

3- La base de objetores pendientes es ya de 138.878, cinco veces y media más de la que había hace cinco años, en 1989, año del comienzo efectivo de la prestación sustitutoria.

4- Entre los llamados a la prestación sustitutoria hay un 27,6% de no incorporados . En números absolutos: 6.529 hasta septiembre de 1993.

El número de objetores de conciencia insumisos presos crece cada día. Más de 140 encarcelados y procedimientos judiciales contra 4.000.

“EN ESPAÑA HAY PRESOS DE CONCIENCIA” Febrero 1994

Este pequeño resumen de ideas que debatíamos en las reuniones con los grupos de insumisión nos sirvieron para saber de algún modo el porqué de nuestra lucha. Es evidente que no hubiéramos estado en la brecha durante tantos años, dejándonos por el camino media vida para conseguir un ejército profesional, que es lo que al final nos dejo el gobierno de turno. Seguimos y seguiremos en esto para ir creando una conciencia en el seno de la sociedad, para que las ideas, la razón y el sentido común se impongan sobre la violencia que rige los destinos del planeta. Para que de algún modo se abra un debate en el seno de la sociedad sobre el modelo de defensa que queremos, el concepto de patria, la venta de armamento por parte de Estados que se llaman democráticos, la legalización de la objeción fiscal y un largo etc.

A la vez que crecíamos en ideas, nuestras acciones de protesta se fueron multiplicando al hacerse la represión hacia los objetores cada vez más virulenta. Se multiplicaron los encarcelamientos en las prisiones militares. Estuvo preso Fernando Egido al que castigaron duramente por su desobediencia en régimen de aislamiento. Después encarcelaron a Carlos y a Ángel de Torrejón que junto con Axier desertor protagonizaron una huelga de hambre que les llevó al cabo de varias semanas a ser internados en el hospital Gómez Hulla. Durante su estancia en prisión realizamos varios encuentros en la cárcel de Alcalá, a la que rodeábamos a campo través para poder hablar con los presos por el megáfono. Ellos nos escuchaban pero nosotros a ellos no. A raíz de esto los militares cercaron con alambradas todo el perímetro de la cárcel y pusieron una guardia a la entrada del recinto, además de chapar los ventanucos de las celdas. Cuando se los llevaron al hospital les instalaron en el último piso y en una acción de protesta algunos de los insumisos lograron entrar en la habitación, llevando unas cadenas y unos arneses en la silla de ruedas de un muchacho parapléjico que cuidaba Miguel y que venía a muchos encuentros con nosotros. Al chaval se le veía feliz de poder sentirse útil. Pudieron llegar a la habitación donde se encadenaron a las camas de los insumisos presos, mientras Jaime , que era montañero, se descolgaba por una de las ventanas para desplegar una pancarta, donde ponía “Libertad insumisos presos”.

Verdaderamente verle desde abajo daba miedo, el Gómez Hulla tiene una altura considerable. Nosotras servíamos de grupo de apoyo, como en tantas ocasiones.

La policía tardó bastantes horas en cortar las cadenas y sobre todo en descolgar a Jaime que seguía en lo más alto del edificio. Al día siguiente todos los periódicos sacaron la noticia.

Los militares tuvieron que dejar libres a los insumisos porque llevaban casi un mes en huelga de hambre. El último en salir fue Ángel porque el juez con sede en la Coruña no quería firmar su puesta en libertad. Al fin las presiones fueron más fuertes que su testarudez.

Ante estos hechos, sumados a otros muchos, las autoridades militares, se negaron a juzgar a los objetores, aludiendo que al no estar incorporados a filas eran ciudadanos civiles y que debían ser juzgados por Tribunales Ordinarios. Al fin tuvieron que entender que los objetores de conciencia insumisos no querían ser militarizados. Querían sentirse libres en una sociedad civil y verdaderamente democrática.

En el verano de 1991 se debatió en el Parlamento la nueva ley que entró en vigor en enero de 1992, ley Orgánica del Servicio Militar 13/1991 de 20 de diciembre, por la que tanto los objetores insumisos al servicio militar como los que se negaban a realizar la prestación sustitutoria, pasan a ser juzgados por Tribunales Ordinarios con penas que oscilan entre 2 años, 4 meses y un día hasta 6 años de prisión.
El día que se celebró el debate en el Congreso quedamos con los insumisos en hacer un acto de protesta durante la celebración de la sesión parlamentaria. Entraríamos con invitaciones que nos proporcionó I.U., Eva, Conchi del M.O.C y yo, con dos insumisos con una pancarta que íbamos a desplegar durante el debate: con la palabra “libertad”.Dos objetores, que por cierto se habían puesto muy elegantes, nos esperaban a la puerta del Parlamento. Entramos sin problemas por el detector de metales, pero en el cacheo posterior a que nos sometieron notaron algún bulto sospechoso: la pequeña pancarta que llevaba Eva, a la que hicieron pasar a la cabina a desnudase. Se las arregló muy bien para esconderla y estábamos ya entrando cuando apareció Conchi visiblemente nerviosa y con una falda a la que se había cosido otra pancarta enorme y que sonaba al andar. La hacíamos señas para que se marchara, pero no parecía muy dispuesta. Nosotros nos acomodamos en la tribuna de invitados, pero no tardaron en venir a echarnos, porque naturalmente habían descubierto que Conchi tenía una falda en la que había cosido una enorme misiva.

Tomamos la idea de entrar en el Parlamento porque hacía poco tiempo uno de los diputados de I.U. durante la sesión Parlamentaria sacó un pequeño panfleto protestando contra la guerra del Golfo, y tuvo una enorme repercusión en los medios de comunicación.

Esta nueva ley entró en vigor en enero, pero las autoridades militares, no sabemos si por venganza, siguieron persiguiendo y enviando a la cárcel a los insumisos que se encontraban en busca y captura entre los que se encontraba mi hijo Enrique. El padre de Iseike, un insumiso de Burgos, estaba muy preocupado porque habían encarcelado a su hijo y en ese momento no existía ningún juez que respondiera por él, para poder sacarlo de prisión. Los sumarios estaban en poder de los militares, que trataban de retrasar lo más posible la tramitación del traslado de expedientes, para así tener el mayor tiempo posible encarcelados a los objetores.

Ante este panorama, Eva y yo fuimos al Gobierno Militar una mañana, para enterarnos de cual era la situación en la que se encontraban los sumarios de los insumisos y hablar con el juez y el fiscal para instarlos a que comenzaran los traslados.

Desde luego nos trataron de mala manera sin querer escucharnos y nos mandaron salir sin ninguna explicación, así que a la mañana siguiente me presenté de nuevo en el Paseo de Maria Cristina, muy temprano porque tenía que llegar al trabajo para solicitar una entrevista con el juez o el fiscal, como la madre del insumiso Enrique Martínez de Juan. Se ve que no habían llegado todavía porque fueron entrando militares que me miraban furibundos sin decir palabra. Al cabo de dos horas de plantón me marché porque al parecer nadie iba a recibirme. Pero al día siguiente de nuevo me fui al Gobierno Militar, para estar otras dos horas sentada viendo pasar militares. Al cabo de una semana, de continuados plantones se me ocurrió llamar a Juan Carlos Rois, uno de los abogados para plantearle la situación y me recomendó que yo misma hiciera un escrito y lo presentara en el registro solicitando el traslado del sumario de Enrique a los juzgados de lo penal de la Plaza de Castilla. Así lo hice y así costa en el sumario de mi puño y letra.

Entonces si me recibió el fiscal que durante días me había tenido esperando, pero solamente para recriminarme y decirme lo indeseable que era mi hijo porque había tenido que desplazarse a Cartagena un fin de semana a tomarle declaración y le había hecho trabajar más de lo debido. Estaba ya tan harta que le dije en su cara que yo personalmente iba a poner una denuncia porque estaban actuando contra la ley, ya que no tenían ya la jurisdicción de perseguir a los insumisos y seguían haciéndolo. Tampoco el juez Togado Militar estuvo muy amable y se vanagloriaba de coger a los objetores para encerrarlos. La denuncia la pusimos aunque no prosperó, pero me di el gustazo de decírselo después de que me habían tenido toda una semana esperando, sabiendo perfectamente quien era yo y precisamente por eso. A mi vez yo pude descubrir quién eran ellos, aunque por las experiencias vividas ya los tenía bastante conocidos.

De esta manera también pudimos decirle al padre de Iseike que presentara un escrito solicitando el traslado del sumario al Juzgado Ordinario de lo Penal. La Fiscalía General del Estado, junto con el Defensor del Pueblo a los que nosotras escribimos nos enviaron un escrito fechado el 26 de febrero de 1992 informando que la causa de Iseike Lezama, así como la de Txomen Unzaga , en la misma situación que el anterior habían sido remitidas a los juzgados Civiles. Los objetores decían que en esta lucha poco tenían que hacer los abogados, que eran las presiones sociales las que debían apoyarles. Muy de acuerdo no estábamos los padres, aunque claro teníamos que respetar sus formas de lucha. Después de todo ellos eran los que nos habían metido en semejante embolado.

Mi fuerte deseo de poner fin a esta historia era porque los objetores que se encontraban en busca y captura entre los que estaba Enrique pensaban hacer una acción dentro del Gobierno Militar para protestar por la situación de indefensión en la que se encontraban los presos en esos momentos e instar a las Autoridades Militares al traslado de los sumarios. Entraron en el Gobierno Militar pero en ese momento no cogieron a ninguno porque estaba la prensa y mantenían la táctica de ir encarcelando uno por uno.

El escrito que presenté dirigido al Tribunal Territorial Nº1 , Sección 2ª,Causa 18/56/89, tenía fecha de 14 de febrero de 1992. En ella se insta al Tribunal a remitir la causa al Decanato de los juzgados de lo penal de Plaza de Castilla en Madrid lugar de residencia del encausado por existir una resolución dictada por el Tribunal Supremo. Sala 2ª de 7 de Octubre de 1991, según la cual los juicios debían celebrarse en el lugar de residencia del que iba a ser juzgado.

En este mismo día y en un Auto con esta fecha, el Tribunal Militar acuerda inhibirse de las presentes actuaciones a favor del juez penal Decano de Cartagena, lo que nos supuso un retraso considerable en la celebración del juicio. Hubo que pedir el traslado a los juzgados de Madrid , con el consiguiente papeleo . El juicio de mi hijo Enrique no se celebró hasta el 14 de junio de 1994, pasados dos años.

Hasta este momento siguió en busca y captura y declarado en rebeldía, así que además de a la Policía Militar teníamos detrás a la Policía Nacional, que se presentó en casa en múltiples ocasiones. A veces ya me hartaban y les decía que si no tenían otra cosa mejor que hacer que venir a detener insumisos, que más les valiera ir a buscar a Roldán que se había escapado delante de sus narices. Eso les sentaba muy mal, así que opté por dejar la puerta abierta, cuando llamaban abajo. Así se mosqueaban, pesando que se les había escapado el insumiso y se subían al piso de arriba, mientras yo seguía tranquilamente con mis faenas. En esa época mi hijo Enrique ya no vivía en casa.

Se da el caso de que también fueron a buscarle a los juzgados de Plaza de Castilla, donde trabajaba desde hacía tiempo , y todos sabían que se había declarado insumiso. Pero no llegaron a pasar. Solamente preguntaron por él a los guardias civiles de la puerta y éstos fueron los que avisaron a Enrique. Así estaban las cosas.

Lo que verdaderamente extraña es que tengan los juzgados atascados desde esas fechas, con montones de expedientes sin ejecutar y sin embargo se tomaran tantas molestias por perseguir sin descanso y con verdadera saña a los jóvenes objetores, que no tenían más delito que el no querer aprender a matar. Este es un capítulo que tiene pendiente el Gobierno Socialista del que todavía no ha dado cuenta a la sociedad.

En estas fechas los juicios a insumisos en todo el territorio nacional se celebraban a diario. Como grupo de apoyo asistimos a muchos, especialmente a los más cercanos.

Hablamos con los jueces, que unas veces se mostraban reacios y otras nos recibían muy amables. Estaba entonces de Decana de los juzgados de Madrid Manuela Carmena, con la que hablamos en varias ocasiones, aunque nos informo que los jueces dentro de su juzgado tienen toda la autoridad , en la que nadie pude inmiscuirse.

Anteriormente Manuela Carmena estuvo de juez de vigilancia penitenciaria en la prisión de Carabanchel, donde mandó colocar un teléfono directo para que los presos que tuvieran algún problema pudieran llamar a su juzgado. Muchos condenados en prisión preventiva solicitaban el traslado a Carabanchel, aunque fuera la cárcel más antigua ; Sabían al menos que ante las arbitrariedades de los carceleros había alguien que respondía por ellos. En las Asambleas que se celebraron en la Parroquia de Entrevías en defensa de las personas presas a las que asistió Manuela Carmena, siempre era recibida por los encarcelados y expresidíarios, con un fuerte aplauso.

En las marchas que realizábamos todos los fines de año a la prisión, junto con otras Asociaciones es defensa de las presos, así como las que hicimos cuando los insumisos estaban encarcelados, podíamos verlos y oírlos y ellos a su vez también a nosotras. De esta manera no sentían el aislamiento como un castigo añadido. Esto pudimos comprobarlo cuando fue encarcelado en Carabanchel el primer insumiso por no realizar la prestación sustitutoria, Toribio, que comenzó a desobedecer las órdenes que consideraba injustas Le trasladaron enseguida a Navalcarnero, donde fuimos en alguna ocasión, pero por más ruido que hacíamos, no podía escuchar nada. En estas cárceles edificadas en descampados cada vez más alejadas de la sociedad las condiciones se hacen cada vez más inhumanas, para los presos. Mientras la sociedad mira para otro lado, como si no existieran.

Manolo el hijo de Carmen, también fue uno de los primeros en entrar en prisión. El día que iba a ser encarcelado pasamos parte de la noche sentadas en las escaleras de los juzgados como protesta por su encarcelamiento. Carmen, cuando entro a la visita pudo conocer cual era la celda de Manolo, y dando toda la vuelta al perímetro de la cárcel, podíamos verle de lejos; sacaba un pantalón por el ventano así sabíamos que estaba allí. Él podía oírnos, por el megáfono. El apoyo que se les preste a los encarcelados desde fuera es una de las cosas que más les ayuda a sobrellevar esta situación.

Estas marchas a Carabanchel se hicieron habituales, los presos se fueron multiplicando. Además les escribíamos cartas que también les ayudaban. Aquí guardo muchas que recibíamos de los encarcelados.

También nuestra misión era la de escribir a todas las instituciones del Estado. Escribimos en este tiempo muchas como Asociación. En todas ellas incidíamos en señalar la objeción de conciencia como un derecho fundamental. Mandamos cartas a todas las Asociaciones de jueces, fiscales, Congreso de los Diputados, Senado y un largo etc. También enviamos escritos al Arzobispado de Madrid y a la Conferencia Episcopal, así como a todas las Vicarias instándoles a que se pronunciaran públicamente en defensa de la Libertad de Conciencia y en defensa de la Paz, pidiendo la absolución y la excarcelación de los objetores insumisos. “También, hacerles partícipe de nuestra preocupación, al saber que las armas, son bendecidas de antemano por sacerdotes de la Iglesia Católica . Desearíamos que se planteara la posibilidad de mantener a la Iglesia fuera de una Institución como es la del Ejercito, cuyo único fin es preparar y hacer la guerra.
Creemos, que los militares, al igual que todos los demás fieles que lo deseen, tienen una Comunidad Parroquial. No necesitan de privilegios manteniendo unas Iglesias Castrenses y unos Capellanes que bendicen la violencia.”

Por supuesto no recibimos ninguna respuesta.

Cuando la Iglesia Católica firmó el acuerdo con el Gobierno para acoger prestacionistas en entidades pertenecientes a la Iglesia escribimos al Vicesecretario para Asuntos Generales Sr. José María Eguarás mostrando nuestra preocupación :” pensamos que nuestros hijos objetores de conciencia, están siendo juzgados y encarcelados por defender el derecho a la objeción de conciencia, que se vulnera en la ley que obliga y penaliza a los objetores de conciencia a realizar una prestación sustitutoria del servicio militar....

Con esta actitud, los insumisos pretenden denunciar y terminar con las estructuras que hacen posible la guerra: la fabricación de armamento, el comercio de armas, las relaciones internacionales basadas en la fuerza, las leyes injustas, la existencia de los ejércitos que sostienen a los gobiernos que masacran a los pueblos; mientras una inmensa mayoría de seres humanos mueren de hambre.

Nosotras pensamos que con el acuerdo firmado por Vds con este Gobierno , están colaborando en el mantenimiento de este orden injusto, porque injusta es la ley que lo sostiene.

También recibimos la callada por respuesta.

Por esto nos extraña que ahora defiendan con tanto ardor el objetar en conciencia contra la asignatura de “Formación para la Ciudadanía”, cuestión baladí si lo comparamos con la lucha que mantenían nuestros hijos objetores insumisos.

Sin embargo no todas las instituciones se sometieron a este acuerdo. Así Caritas Española nos envió una carta fechada en mayo de 1993 refiriéndose al asunto de la rescisión del convenio para que jóvenes obligados a la PSS desarrollen su prestación en nuestra asociación por estos :

1-“ ANTECEDENTES-

Nuestro colectivo a la vista de no contar con personal voluntario.... pensó que sería interesante incorporar prestacionistas. Suponía, al menos así lo entendíamos entonces , una forma de reforzar nuestra tarea e integrar dos valores necesariamente unidos: la lucha por la paz y la justicia. Los hechos y la evolución en nuestra reflexión sobre el tema nos han hecho verificar de modo patente lo contrario.

2- ....Y CONSECUENTES..

la primera sorpresa fue descubrir el perfil de buen número de prestacionistas. No se trataba de personas con una cosmovisión y planteamientos vitales como pensábamos .Con sorpresa descubrimos que los verdaderos objetores o habían sido ya amnistiados o se habían pasado a la insumisión. Bastantes de nuestros prestacionistas simplemente buscaban eludir los rigores de la “mili”.
Por otra parte detectamos que era una grave incongruencia ser nosotros los “delegados del Gobierno “ y creadores de plazas para una ley que nos sigue pareciendo – como a muchos- gravemente injusta, inconstitucional y discriminatoria....
Por todo ello:

3- DECIDIMOS.

Después de un amplio e interesante debate interno ... Decidimos resolver definitivamente el convenio que a través de Cáritas Española teníamos con la oficina de la PSS...Parece una muy seria incongruencia que cualquier actividad vinculada al ejercicio de la caridad cristiana, libre y gratuita se pueda realizar por imperativo legal..

Finalmente nos solidarizamos de forma rotunda, con quienes aún con grave riesgo para su libertad personal, nos liberan a todos un poco más, desde la apuesta radical y firme por la insumisión como forma constructiva de luchar por la paz y formulación coherente de sus propias convicciones. A ellos agradecemos no pocos motivos que nos han llevado a rectificar.

Firmado J.L. Segovia Bernabé Ex responsable de la P.S.S.

Marciano Vidal, entonces Director del Instituto Superior de Ciencias Morales (Madrid) , Profesor en la Universidad Pontificia de Comillas; Profesor invitado en la Academia Alfonsina (Roma); Teólogo moralista, cuya preocupación principal ha consistido en renovar la reflexión ético-teológica, según las orientaciones del Concilio Vaticano II. Esa preocupación ha quedado plasmada en su magna obra Moral de Actitudes; También escribió un libro titulado “Para comprender LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA Y LA INSUMISIÓN”,Editorial Verbo Divino, Estella (Navarra),1995, presentado en Madrid en abril de 1996, donde asistimos invitadas como Asociación, junto con Juan José Tamayo, y otras personalidades. En este volumen hace un análisis sobre el significado de la objeción de conciencia, la desobediencia civil y la insumisión. Recoge algunas declaraciones de los episcopados unas a favor y otras contrarias, reflejando las distintas posturas dentro de la Iglesia Católica sobre este tema.

Así Javier Osés obispo de Huesca declara: “ que merece respeto, alabanza y apoyo el grito que se levanta en otra parte de la sociedad que no quiere la paz, en ningún caso, por la vía de las armas; ¿ No ha llegado el día en que nuestras leyes no consideren delito la insumisión, sino una alternativa para la paz?.

Rafael Bellido, obispo de Jerez afirma “ que la insumisión es algo muy cercano al ideal cristiano: es conocida la actitud de soldados de los primeros siglos como San Maximiliano, mártires por negarse a su alistamiento en el ejército de Roma. Dentro del Espíritu de estas posturas entran gestos como el de 50 sacerdotes diocesanos de Murcia que firman un documento a favor de la insumisión.

José Maria Larrauri , obispo de Vitoria en julio de 1993 dice: Ojalá que nuestros legisladores se decidan cuanto antes a considerar y a aceptar que en la búsqueda y consecución de la paz, que a todos nos compete, existen diversos caminos legítimos. De esta forma, la “insumisión” dejaría de ser perseguida como delito para ser aceptada como una alternativa, basada en “nuevos sentimientos pacíficos”.

Postura totalmente contraria ha expresado Fernando Sebastián, arzobispo de Pamplona, en carta dirigida a sus fieles. Su pensamiento se sintetiza en dos afirmaciones:1ª- Lo que de verdad lleva a la insumisión es el juicio condenatorio de cualquier actividad militar, por lo que se niega al Estado la facultad de organizar ninguna forma de servicio militar y por eso mismo también la de imponer un servicio social sustitutorio. 2ª- Desde el punto de vista cristiano no se puede afirmar que el Estado no tenga autoridad para imponer a los ciudadanos un servicio militar que les prepare para colaborar en la defensa legítima de la sociedad.

Nuestra Asociación respondió al Sr. Obispo, Fernando Sebastián, en una carta fechada en octubre de 1993, una larga misiva exponiendo los argumentos que el Sr Obispo olvidó mencionar. Todos los argumentos que ya hemos expuesto y que repetimos hasta la saciedad.” La libertad de conciencia, ha de ser entendida como un derecho fundamental, frente a leyes injustas que vulneran ese derecho, dictadas por cualquier Estado”. Terminando con esta frase”Por eso nosotras, aprendimos de nuestros hijos insumisos a vivir como verdaderas cristianas y por eso les apoyamos, porque creemos sinceramente que optar por la no violencia y apostar por la vida es una exigencia del evangelio.

Resulta extraño que fuera precisamente el arzobispo de Pamplona contrario a la insumisión cuando en la cárcel de esta ciudad estaban concentrados la mayor parte de insumisos encarcelados. Esto empezaba a resultar peligroso y cada vez los apoyos de la sociedad eran mayores. Por esto el Ministerio de Justicia dictó una orden para que se les concediera a los insumisos encarcelados el tercer grado penitenciario. Muchos de los presos, hasta 40, se negaron a aceptar esta medida y optaron por no ir a dormir a la cárcel, por considerar que la solución no pasaba por dulcificar la pena, que en algunos casos no es así, sino por despenalizar la insumisión. Se les castigó por su desobediencia muy duramente con el segundo grado penitenciario en celdas de castigo y con la dispersión a otras cárceles ,que les obligó a mantener una huelga de hambre de 21 días; De esto hablaremos mas extensamente en otro capítulo.

Nosotras como Asociación escribimos cartas de protesta a todas las Instancias Gubernamentales, a Instituciones Penitenciarias haciéndoles ver lo injusto de la medida.

Las cartas a los jueces salieron publicadas en la revista “ la Balanza “ , una revista de los juzgados de Plaza de Castilla, promocionada por el Decanato. De todos estos escritos siempre enviábamos copia a la prensa que publicó algunas cosas.

Cuando el entonces ministro de justicia D. Juan Alberto Belloch propuso en el nuevo Código Penal el artículo 583 , que contempla una pena de prisión entre dos y tres años de prisión e inhabilitación especial para el derecho de acceso a la función pública por el tiempo de seis a diez años, así como retirada del carne de conducir, para el delito de negativa a realizar el servicio militar o la P.S.S. Le hicimos ver la tremenda injusticia y la desproporcionalidad de la pena , lo que obligaría a los jueces a emitir sentencias contradictorias, así como la falta de sentido común en condenar a toda una juventud a la muerte civil. El Superministro Sr. Belloch en su afán de imponer la ley por encima de cualquier otra consideración ética, jurídica o de simple sentido común y empeñado en usar la represión en lugar del buen juicio, consiguió ensuciar su brillante carrera con esta propuesta, de la que todavía no ha dado cuenta a la sociedad. No comprendemos muy bien porque los altos cargos nunca reconocen los tremendos errores que cometen a diario.

La PLATAFORMA 0´7 DE VALENCIA , emitió un MANIFIESTO DE APOYO A LA INSUMISIÓN ANTE EL NUEVO CÓDIGO PENAL: manifestando.

1)Que las guerras y el militarismo constituyen uno de los problemas más graves de nuestro tiempo, ya que no hacen sino perpetuar situaciones de injusticia y despilfarro de miles de millones en preparación de conflictos.

2) Entendemos la insumisión como una postura coherente para conseguir una sociedad más justa y desmilitarizada.

3) Rechazamos cualquier tipo de represión penal a los insumisos.

4) Denunciamos la discriminación por motivos de conciencia que supone la exclusión de los insumisos, impuesta por el Código Penal, en el empleo público o en el reparto de cualquier tipo de ayuda o subvención.

A 14 de mayo de 1996

LA ASOCIACIÓN DE OBJETORES DE CONCIENCIA DE MADRID (AOC) emitió un extenso comunicado criticando el proyecto de CÓDIGO PENAL EN EL TEMA DE LA INSUMISIÓN:

En primer lugar hacen una denuncia de la manipulación informativa : según el País – 22- 5 1994”Los insumisos no irán a la cárcel, pero podrán ser inhabilitados 14 años”; cuando el artículo 595 mantiene penas de cárcel de “dos a tres años en tiempo de paz “ para los que rehusaren ir a la mili y además se añade a la condena la “ inhabilitación especial para el derecho al acceso a la función pública por el tiempo de seis a diez años”.

También se mantienen penas de prisión de seis meses a dos años para los que no se incorporen al Servicio Militar Obligatorio ( artículo 594), falten más de 10 días o no se incorporen a la Prestación Sustitutoria ( artículo 506).

Sacando la conclusión de que dentro del Código penal calificado como progresista, el tema de la insumisión al SMO y a la PS. se trata de una forma irracional empecinándose en un represión bárbara y puramente punitiva sobre este colectivo de jóvenes.

Pedimos:

1- La despenalización de la insumisión

2- Una profunda reforma del SMO y la reconversión de la PS. En un servicio social voluntario, solidario y transformador.

3- Amparo legal de la desobediencia civil al servicio militar.

4- Replanteamiento del papel de la desobediencia civil en un estado democrático.

Recibimos muchos apoyos de diversas Asociaciones y de innumerables personas. El 28 de febrero de 1991 el SECRETARIADO DE JUECES PARA LA DEMOCRACIA , reclamaron en un escrito la modificación de la legislación vigente.

La COORDINADORA DE BARRIOS, que representa una plataforma social de solidaridad, denuncia y reivindicación de los Derechos Humanos, en una rueda de prensa en Madrid el 30 de junio de 1990, ante el encarcelamiento de Fernando Egido, objetor de conciencia vinculado a la Coordinadora exigía: La inmediata libertad de los objetores presos y una solución colectiva y definitiva para la insumisión, así como la apertura de un debate real sobre el ejército y el militarismo y sobre la dedicación de los esfuerzos y recursos que se dedican a la defensa armada y a las necesidades sociales.

LA ESCUELA DE EDUCADORES ESPECIALIZADOS EN MARGINACIÓN , en una carta emitida en Madrid a 10 de junio de 1992 decían: vemos sumamente importante que las actuales necesidades sociales sean cubiertas de forma voluntarias…

Por tanto rechazamos en pleno la Prestación Sustitutoria del Servicio Militar, pues consideramos que presta un flaco favor a las personas que necesitan una verdadera ayuda y nos solidarizamos con aquellas personas que obedeciendo a dictados de su conciencia se niegan a reforzar los mecanismos que legitiman tales injusticias.

IEPALA, Asociación independiente dedicada al Estudio, a la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos y de los Pueblos y a la Solidaridad y Cooperación Internacional y Desarrollo para el Tercer Mundo, emitió un comunicado en Madrid el 25 de noviembre de 1992 , afirmando: Que la objeción de conciencia es un derecho absoluto de la persona…. Y por tanto IEPALA defiende desde su experiencia que ese derecho es superior ética y políticamente a los “ deberes” que emanan de las políticas de defensa y seguridad.

Seria interminable hacer un resumen de todos los apoyos recibidos a lo largo de estos años en todo el territorio nacional, cuestión que conocían más en profundidad las distintas Asociaciones . Es por esto que nos estamos limitando a dar algunos nombres y a recoger algunos testimonios. Nombraremos a la FEDERACIÓN ECOLOGISTA PACIFISTA GADITANA que propone una desmilitarización de la sociedad. ASOCIACIÓN CON LOS POBRES DE LA TIERRA DE SEVILLA: estamos obligados con la no violencia, a la ruptura con el desorden establecido. COMISIONES OBRERAS DEL INSERSO DE MADRID : sacó un informe sobre la Prestación Sustitutoria. DIVERSAS UNIVERSIDADES EN PARTICULAR LA DE SALAMANCA, apoyaron abiertamente la insumisión, igualmente organizaciones ecologistas como GREENPEACE … por citar algunas .

Muchas COMUNIDADES CRISTIANAS a las que pertenecían insumisos de toda España, organizaron actos en las iglesias pidiendo la despenalización de la objeción de conciencia y la libertad de los insumisos presos. Así en la Comunidad Cristiana Popular de San Cristóbal de Txantrea (Iruñea), celebraron el Adviento , recordando los 33 insumisos presos en la cárcel de Pamplona, con estas palabras:
Hoy comienza una nueva era:

Las lanzas se convierten en podaderas;
De las armas se hacen arados
y los oprimidos son liberados.

La ASAMBLEA DEL XIII CONGRESO DE TEOLOGIA JUAN XXIII , remitió un escrito al Ministro de Justicia el 12 de septiembre de 1993 expresando que: Los cristianos y cristianas aquí reunidos, queremos apoyar públicamente las posturas de aquellos jóvenes que, en estos tiempos de pérdida de los valores que engrandecen y dignifican la condición humana, están dando un clara ejemplo con su opción de insumisión al Servicio Militar y a prestación Sustitutoria , también con su postura de no colaboración con todo aquello que apoye y contribuya a la perpetuación del sistema militarista – claro exponente del mantenimiento de la opresión sobre los más débiles-. Creemos que son un ejemplo a seguir por la convicción que demuestran en los valores y estrategias que llevan a cabo y que desde nuestra ética cristiana , no solo compartimos teóricamente; también queremos ser participes en su realización real y efectiva en nuestra sociedad.

Consideramos que la represión ejercida contra el colectivo de insumisos es, injusta, desmesurada, que viola el derecho a la Objeción de Conciencia, recogido en la Constitución en su art. 10 .
Por ello apoyamos a todos los insumisos y exigimos la inmediata despenalización de la insumisión y la inmediata puesta en libertad de los insumisos condenados a prisión.

Las Madres unidas contra la droga de Madrid , uno de las primeras muestras de solidaridad que recibimos, nos enviaron un escrito, el día 1 de septiembre de 1992, firmado por Sara Nieto en el que entre otras cosas decían: Los insumisos son la esperanza del futuro . Son la voz crítica y comprometida que nosotras hubiéramos querido( y no pudo ser) para nuestros hijos. Nosotras podemos dar fe de que desde hace años, varios jóvenes insumisos colaboran voluntariamente, como educadores de calle en las actividades de prevención, asistencia y seguimiento de toxicómanos que realizamos en los barrios.
Las Madres Unidas contra la Droga apoyamos y nos sentimos apoyadas por los insumisos. Y pedimos que en lugar de ser perseguidos sean escuchados en lugar de ser silenciados, cobren fuerza y que en lugar de ser encarcelados sean valorados desde el ejemplo de solidaridad y racionalidad que dan a todos los jóvenes y a toda la sociedad.

Conocimos a las Madres de Plaza de Mayo a través de un periodista argentino, que sabiendo de nuestra existencia nos avisó, una de las muchas veces que pasaron por Madrid. Fuimos a casa de Andrea exiliada argentina que servia de grupo de apoyo a las Madres . En muchas ocasiones estuvimos en contacto con ella en los numerosos actos que se celebraban tanto en apoyo de las Madres de Plaza de Mayo como de los insumisos. Conocimos a Hebe de Bonafini y a otras Madres que vinieron en sucesivas ocasiones. Supimos de sus actividades, a la vez que por nosotras conocieron el significado de la insumisión en España.

Desde Buenos Aires enviaron un fax el 5 de enero de 1993 al Defensor del Pueblo mostrando su apoyo a la causa de la insumisión: Las Madres de Plaza de Mayo queremos hacer llegar nuestro apoyo a la lucha de los jóvenes insumisos de España que cuestionan con una coherencia de paz y solidaridad a una estructura autoritaria que establece al militarismo como un elemento natural de una sociedad. En una sociedad civil y tolerante no son necesarias las industrias armamentísticas y sus macabros negocios, ni los enormes gastos de defensa. Y por esto estamos convencidas que la insumisión en este orden de cosas es un acto de valentía y de ética….. Firmaba Maria del Rosario Cerrutti. Secretaria.

Todos estos encuentros cristalizaron en la invitación que nos hicieron para asistir al primer encuentro de Madres que luchan, al que asistieron Madres de todo el mundo. Se celebró los días 28, 29 y 30 de marzo de 1994 en Paris , estando presentes: LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO, de Argentina;

FAMILIARES DE DESAPARECIDOS de Honduras, Guatemala y Perú , que relataron el horror que sufren en su propia carne con violaciones, secuestros, tortura, muerte y desaparición de sus hijos;

MADRES DE ACARI (Brasil), testimonio dramático de los niños de la calle asesinados por escuadrones de la muerte al servicio de empresarios y protegidos por la policía.

MUJERES DE NEGRO. MOVIMIENTO POR LA PAZ de Israel perseguidas por manifestarse en contra de la ocupación de los territorios palestinos.

MUJERES CONTRA LA MAFIA de Italia, con la participación de la hermana del juez Borsselino, asesinado por la Camorra.

MUJERES DE LOS COMITES DE ACCIÓN FEMENINA Y DE DERECHOS HUMANOS de Palestina desplazadas de su tierra y sin derechos.

ASOCIACIÓN DE FAMILIARES Y DEASAPARECIDOS SAHARAUIS, mujeres encarceladas, torturadas y desaparecidas en las cárceles de Marruecos, por defender la autodeterminación de su pueblo.

GRUPO DE MADRES DE UGRANÍA (Kiev) “Mama 86”, con el horror de ver a sus hijos malformados por la contaminación nuclear.

CENTRO INTERNACIONAL DE LA PAZ DE SARAJEVO, MUJERES DE NEGRO, CENTRO DE ACCIÓN ANTI-GUERRA DE BELGRADO Y CENTRO DE MUJERES VICTIMAS DE LA GUERRA DE ZAGREB; todas ellas llegadas de las zonas de guerra de la ex Yugoslavia, manifestaron el horror de la muerte, el hambre, crímenes y violaciones a mujeres que se premian como un servicio a la patria.

MADRES DE LOS PAÑUELOS VERDES, contra la droga de España que entierran a sus hijos muertos en las calles y en las cárceles, mientras los narcotraficantes hacen sus negocios.

MADRES DE OBJETORES DE CONCIENCIA INSUMISOS de España, que luchan por defender el derecho a la objeción de conciencia con sus hijos encarcelados. Más de 150 objetores en celdas de castigo.
Pero a pesar de tanto crimen, tanta muerte y tanta injusticia, estas madres se han unido para luchar con la esperanza de construir un mundo mejor y seguir dando la vida que les quitan, rescatando la dignidad de sus pueblos frente al poder.

Muchas de estas mujeres siguen luchando en sus países, cristalizando esta lucha en el MOVIMIENTO INTERNACIONAL DE MUJERES DE NEGRO, que celebró su último Congreso en Valencia, este mismo año.

Conocimos a las Mujeres de Negro de la ex Yugoslavia en varios encuentros que se celebraron en Madrid , en la sede del M.O.C, donde nos contaron los horrores de la guerra. Salían a la plaza pública en Belgrado, todos los miércoles, vestidas de luto en señal de duelo por las matanzas a civiles, cuando el sentimiento nacionalista estaba en su punto más álgido. Fueron maltratadas y encarceladas. Stasa Zajovic, a la que conocimos personalmente, conocedora de nuestra lengua publicó varios artículos en los periódicos. En algunos de sus comunicados decía: Somos un grupo de mujeres, que en negro y en silencio manifestamos nuestro repudio a la guerra. Este tipo de protesta la han iniciado las pacifistas israelíes en enero de 1988, oponiéndose a la ocupación de Palestina. Con ellas se solidarizaron las mujeres palestinas y norteamericanas…

Nosotras nos vestimos de negro en duelo por las víctimas conocidas o desconocidas de esta guerra, para protestar contra los líderes nacionalistas responsables de todas las matanzas porque estos líderes tienen como único argumento la brutal fuerza militar y la violencia.
El silencio lo hemos escogido porque rechazamos decir palabras superfluas…

El silencio impregna la vida de la mayor parte de los ciudadanos.
Los medios informativos nos han hecho callar.
Sin embargo, el color negro que vestimos y nuestro silencio son visibles. Así manifestamos el repudio más hondo a esta y todas las demás guerras.

MUJERES DE NEGRO deseamos impulsar la creación de valores diferentes a los predominantes:

No violencia en lugar de violencia.
Solidaridad en vez de opresión.
Vida, en lugar de muerte y destrucción.

Varias Asociaciones entre las que nos encontrábamos, creamos una PLATAFORMA CONTRA LA GUERRA EN LOS BALCANES, protagonizando varios actos de protesta.

Los objetores del M.O.C., entre los que estaba mi hijo Enrique , junto con insumisos del País Vasco que bajaron desde Bilbao prepararon un acto de protesta en la Embajada de la Ex Yugoslavia en Madrid. Las madres formábamos el grupo de apoyo.

Quedamos en que nosotras iríamos por delante, fuimos Teresa y yo pero vimos que el recinto estaba tomado por la policía, desconocemos como pudieron enterarse. Les avisamos a los insumisos que fueron por la parte trasera de la embajada, saltando la tapia. La policía les sacó a rastras y de los pelos, llevándoselos en el furgón esposados. Los encerraron en la comisaría de Chamartín y la rodearon con la policía cargada con metralletas, como si los muchachos fueran criminales. Habían descubierto la furgoneta con matrícula de Bilbao y pensaron, posiblemente que se trataba de terroristas o poco menos. Les mantuvieron todo el día en comisaría y ya cansada de esperar entré para poner una denuncia por el trato que habían recibido. También pedí hablar con el Comisario que me recibió de mala gana explicándome que entrar en una embajada sin permiso está considerado delito y por eso tenían que retenerlos para tomarles declaración. Creo recordar que contesté al Sr. Comisario que mucho más delito es hacer una guerra. Al fin y bien entrada la noche y después de llevar a algunos de ellos , entre los que se encontraba Fernando Ejido a que les reconociera el médico las lesiones les soltaron con cargos. El juicio no llego a celebrarse.

En junio de 1994,, los días 17 y 18, durante un fin de semana se celebró en el Circulo de Bellas Artes de Madrid una serie de ponencias, con la asistencia de personalidades del mundo de la cultura, intelectuales, filósofos y un largo etc. sobre EL JUICIO SOCIAL A LOS EJÉRCITOS, en el que nosotras participamos como Asociación.

La organización corrió a cargo del M.O.C , A.O.C. , Mili K. K., COLECTIVO DE MADRES DE INSUMISOS , ESCUELA LIBRE DE ABOGADOS, ASOCIACIÓN CONTRA LA TORTURA, ESCUELA DE EDUCADORES , MADRES UNIDAS CONTRA LA DROGA , ASOCIACIÓN ECOLOGISTA A.E.D.E.N.A.T., JUSTICIA Y PAZ Y OTRAS MUCHAS HASTA UN TOTAL DE 30 ASOCIACIONES.

Nos vamos a permitir transcribir aquí nuestra participación en este acto para que se comprenda mejor la evolución de nuestras ideas y proyectos a lo largo de estos años de lucha.

Permitirnos, que después de escuchar aquí discursos tan elocuentes, os hablemos simplemente como lo que somos y representamos, con nuestro único título , que es el de ser madres.

Os hablamos con el corazón dolorido y el alma rota, al ver a nuestro hijos perseguidos durante años por la Guardia Civil, por la Policía Nacional, por la Policía Militar; encarcelados primero en prisión preventiva, en cárceles militares: juzgados más tarde en Tribunales Ordinarios y encarcelados y torturados ahora en los centros de exterminio que son las prisiones civiles. Y ya no es el dolor por mi hijo, el dolor de nuestros hijos, Objetores de Conciencia Insumisos, sino el dolor de ver las cárceles abarrotadas de jóvenes marginados, la mayoría drogados, cuyo único y principal delito es el de haber nacido pobres.

Y por eso os hablo con la rabia contenida.; Cuando estamos viendo enriquecerse con la muerte a los criminales que hacen la guerra no muy lejos de aquí, en la ex - Yugoslavia ( por citar uno de los múltiples conflictos), asesinos responsables del genocidio de todo un pueblo y de la violación sistemática de mujeres; y estos terribles hechos los están premiando como un servicio a la patria.

Mientras tanto, los Gobiernos Occidentales, y nuestro Gobierno entre ellos, pretenden construir una Europa Unida, sin querer enterarse de que ningún país, ninguna comunidad, puede construirse sobre la base del crimen organizado, como es este de la guerra. Así lo primero que han creado es un poderoso Euro- Ejército, armado hasta los dientes, en nombre de una Defensa Europea; mientras enormes capas de población se ven abocadas al paro, a la marginación o a la cárcel.

Por esto nosotras las madres que comenzamos luchando por un hijo, por nuestros hijos, ahora nos vemos metidas en la lucha de todas las madres, de todas las personas que de alguna manera quieren un mundo más justo, donde podamos recuperar la dignidad perdida de nuestros pueblos, humillados por el poder de los Estados.

Y quiero hacer aquí referencia en este sentido al Primer Encuentro Internacional de Madres que luchan, organizado por las Madres de Plaza de Mayo;Vivo ejemplo de lucha, diecisiete años rotando todos los jueves por la Plaza de Mayo, recordando al mundo que sus hijos desaparecidos siguen vivos. Porque ¿ Donde puede vivir mejor un hijo que en el corazón de su madre? Encuentro al que fuimos invitadas, donde se vio claramente, como las causas que originan los conflictos bélicos, los genocidios, los crímenes contra los pueblos, son siempre las mismas en todas partes. Lo mismo en países capitalistas que en los países del Este; como afirmaron las madres de Kiev (Ucrania),que todavía ven nacer a sus hijos malformados por la contaminación nuclear; así como las organizaciones de mujeres venidas de la zona de guerra de la ex – Yugoslavia, las mujeres Palestinas, Israelíes, Italianas, luchando contra la mafia, Saharáhuis desaparecidas en las cárceles de Marruecos y las Madres contra la Droga de la Línea (España) , que recogen a sus hijos muertos en la calle, perseguidos por la policía.

Como principal causa de este orden se señaló el comercio de armas, el negocio sucio de la droga controlado por las mafias – dentro del aparato del Estado- que mantiene la economía mundial, sostenida por un militarismo creciente. La existencia de unas Fuerzas Armadas, que unas veces desde el poder ( en las Dictaduras Militares) y otras apoyadas por Gobiernos que se llaman democráticos , siembran el terror en todo el planeta. Así nos lo explicaron las Madres de Familiares de Desaparecidos, de Plaza de Mayo, honduras, Perú, Guatemala, Brasil ( donde matan a los niños en la calle para vender sus órganos en el mercado internacional, para ser transplantados a personas de los países ricos). Y tenemos la vergüenza de ver a los Generales argentinos, Videla y compañía (Por poner un ejemplo), responsables de 30.000 desapariciones, violaciones, torturas, guerra sucia ahora libres por voluntad de un gobierno, mal llamado democrático y jaztándose de sus hazañas para vergüenza de su pueblo y oprobio de toda la humanidad.

Vimos así, como las mal llamadas democracias, entre las que se encuentra nuestro país(convertidas en una lucha de partidos políticos por el poder), no son menos responsables de la muerte y el aniquilamiento del pueblo. Lo ha manifestado, no hace mucho, el periodista brasileño Gilberto Dimenstein, en la presentación de su libro “ Los niños de la calle del Brasil”, afirmando , que en E.E.U.U., en Europa y en el mundo que se dice civilizado, la vida de los niños de la calle es más difícil, incluso que en el Brasil; Que hay un tercer mundo más cruel dentro de este que llamamos el primero, donde la vida de estos menores se hace especialmente difícil. Y así lo afirmo Enrique Martínez Reguera, conocedor de la vida de los niños en las calles de Madrid. Jóvenes muertos por droga, por marginación, por sida, alcoholismo, mientras las calles de las grandes ciudades se van llenando de pobres; y todo consentido por una sociedad opulenta y establecida en el consumo.

Ante esta injusticia y crimen organizado a nivel mundial, nosotras, las madres de los jóvenes objetores de conciencia insumisos, hemos visto con orgullo como nuestros hijos han sido los primeros y en este momento los únicos en el mundo, que han tenido el valor de enfrentarse, no sólo al poder militar( negándose a obedecer una ley que les obliga a realizar un Servicio Militar Obligatorio), sino también, se han enfrentado al poder del Estado, mal llamado “de derecho”, negándose a aceptar un castigo como es el de la Prestación Sustitutoria del Servicio Militar.

Nosotras hemos tenido el placer de ver a nuestros hijos salir victoriosos de esta lucha frente al poder militar: Vimos claramente como a raíz de los primeros encarcelamientos, los mandos militares se descomponían materialmente porque no entendían como un muchacho melenudo y zarrapastroso( como dicen), podía permitirse el lujo de desobedecerles a ellos, salvadores de la patria, cuando en realidad todos sabemos que ellos son los que preparan y hacen las guerras contra los pueblos, contra las mujeres, matando a la población civil.

Y tuvieron que ceder ante la negativa de los jóvenes insumisos a cortarse el pelo, a vestir ropa militar, teniendo que habilitar un ala especial en la Prisión de Alcalá de Henares solamente para los objetores de conciencia insumisos, porque consideraban peligroso que hablaran con otros presos, la mayoría desertores. Y al final, les echaron de la cárcel a empujones, después de varias huelgas de hambre, porque finalmente , tuvieron que entender que nuestros hijos no quieren ser militarizados, no quieren obedecer ciegamente a nadie, quieren ser ellos mismos, quieren ser los civiles que son, tanto en tiempo de paz, como en tiempo de guerra. Es decir, que para ellos y nosotras sus madres, el servicio militar ya está muerto. Existe la Ley, pero nuestros hijos están demostrando que se pueden cambiar las leyes desde aquí, cambiando la conciencia de esta sociedad.

Por eso ahora se presenta un reto más difícil ante la sociedad civil y el Gobierno, mal llamado democrático. El reto de ganar el respeto de la opinión pública por la lucha de la insumisión que nosotras estamos apoyando. Hacer entender a esta sociedad, que ha comprendido o empieza a comprender la perversidad de la existencia de una Ley que obliga a todos los jóvenes a aprender a matar. Que es igualmente injusto y perverso el castigo que se quiere imponer a los objetores de conciencia, obligándoles a realizar una prestación sustitutoria. No existiría esta prestación impuesta irracionalmente a los jóvenes, si anteriormente no existiese la obligación de realizar el servicio militar. Para nosotras, al igual que para los objetores de conciencia, es lo mismo hacer un servicio militar que una prestación sustitutoria del mismo.

Pensamos que cualquier prestación social pierde este carácter cuando se hace obligatoria. A nadie se la puede obligar a hacer la “caridad por Decreto Ley” y menos aún castigarle si no lo cumple.
Por esto, a nosotras las madres nos gustaría ver como esta corriente de insumisión se extiende a todos los ámbitos de la vida, para que la sociedad civil recupere su propio destino.

Que la defensa, nuestra defensa, la del Pueblo Soberano no quede en manos de una elite armada que no nos defiende a nosotras, sino que está preparándose para defender unas supuestas fronteras, frente a un hipotético enemigo. Que no nos digan ahora que la solución es un Ejército Profesional, porque antes de llegar a eso, queremos que toda la sociedad se haga las siguientes preguntas: ¿ Qué es lo que queremos defender?. ¿Cómo nos tenemos que defender? ¿ De quién nos tenemos que defender?. Cuestiones tan importantes para la supervivencia de los pueblos, deben ser debatidas en el seno de la sociedad y llevadas al Parlamento.

No queremos que se nos imponga una Defensa Armada, porque lo que nosotras queremos defender es nuestro derecho a trabajar dignamente( que nos lo están quitando). El derecho a una vivienda digna (que nos niegan). El derecho a una cultura igualitaria ( que solamente llega a unos pocos). El derecho a comer ( medio mundo muere de hambre). El derecho a vivir conforme a nuestras ideas y por ello, encarcelan y castigan a nuestros hijos.

Ante este atropello, solo nos resta decir a los que ostentan el poder; Que podrán matarnos de paro, de hambre, podrán encarcelar y torturar a nuestros hijos objetores de conciencia insumisos, como ya están haciendo; pero lo que nunca podrán conseguir es que cambien de manera de pensar, de ser y de actuar, porque están defendiendo lo último que les queda por defender y que nadie puede quitarles, que es la dignidad de persona, su propia estimación, en definitiva : el vivir según su conciencia.

Quiero recordar que este momento en las cárceles españolas hay”183 jóvenes objetores de conciencia insumisos presos. La mitad en segundo grado. De estos jóvenes la mayoría están en Navarra .Hay 40 clandestinos. En Madrid, José Toribio Barba se encuentra en libertad condicional, condenado a dos años, cuatro meses y un día por no realizar la PSS. Manuel Ariza también condenado a dos años cuatro meses y un día por la misma negativa, así como Mario de Castro Raúl Heras, Ramón, Carlos y Fernando Egido. Otros muchos están siendo juzgados.
Para terminar me gus
taría leer lo que escribe el premio Nóbel Albert Einstein sobre el ejército en “Mi visión del mundo”:

“… Con esto paso a hablar del peor engendro que haya producido el espíritu de las masas: el Ejército al que odio. Que alguien sea capaz de desfilar muy campante al son de una marcha, basta para que merezca todo mi desprecio, pues ha recibida el cerebro por error, le basta con la médula espinal. Como detesto las hazañas de sus mandos, los actos de violencia sin sentido y el dichoso patriotismo. Qué cínicas, Qué despreciables me parecen las guerras. Antes dejarme cortar en pedazos que participar en una acción tan vil…”

Albert Einstein

Madrid, junio de 1994.

Rosario Domínguez. Asociación de madres, padres de objetores de conciencia insumisos

Unos días antes se había celebrado el juicio de mi hijo Enrique, siendo condenado de antemano a 2 años 4 meses y 1 día de prisión por no realizar el servicio militar.

El día de la celebración del juicio, un 14 de junio de 1994, estaban los juzgados de Plaza de Castilla empapelados con las fotografías de los tres insumisos que iban a juzgar aquella mañana.(Julio Martínez, en el juzgado de lo penal nº 3, Fco. Javier Sales en el juzgado nº 11 y Enrique Martínez de Juan en el 24 ). El juicio de Julio se suspendió, a Javier le condenaron a cuatro meses de prisión. En la calle numerosos grupos de apoyo protestando y pidiendo justicia, protestas que se repetían a diario. Nosotros sabíamos de antemano que la Sª Jueza del juzgado de lo penal nº 24 Dª Lucia Torroja Rivera tenia ya escrita la sentencia, condenando a mi hijo Enrique a dos años, cuatro meses y un día de prisión. Por este motivo no dejó que se presentaran ninguna prueba ni documental, ni testifical , por lo que la abogada se negó a la defensa , comenzando a leer la Tronera de Antonio Gala, que se publicaba todos los días en el diario El Mundo y que ese día dedicaba a los insumisos y decía así:

LOS MEJORES MUCHACHOS; ANTONIO GALA; Hoy se juzga en la Plaza de Castilla en Madrid, por lo penal, a tres viejos insumisos. ¿ Cuándo acabará este negro rosario de errores? ¿Cuándo dejará de cebarse la ley más dura sobre los más débiles?. Contra la ley tirana y anacrónica hay que luchar de frente .Los muchachos objetores lo están haciendo bien: son lo mejor de su generación, lo más gallardo y esperanzador. Dentro de poco, los jueces se arrepentirán de lo que hoy deciden, porque el legislador tendrá que obedecer la voluntad altamente expresada del pueblo.(El ejecutivo es siempre el más contumaz y el menos ágil). Basta de buscas y capturas, de juicios y de cárceles. Una nueva ley justa es lo que aquí hace falta).

Nosotras escribimos a muchos escritores, periodistas y gentes del mundo del teatro y del cine comunicando los procesos de los insumisos. Pero La Sª Juez interrumpió la lectura y suspendió el juicio. Esto provocó la indignación de las personas que se encontraban en la sala que se negaron a salir, entrando la guardia civil a sacarlos a la fuerza. Una persona al levantarse la Juez le dijo en alto, “ Sª además de facha es que es usted fea”, lo que provocó las iras de Dª Lucia que según nos contaron el personal del juzgado entro echando chispas. Resultaba penoso ver como durante los pocos minutos que duró el juicio pasó el tiempo arreglándose las uñas, o mirando por la ventana como si no fuera con ella. Actitud muy poco ética, cuando se supone que se está impartiendo justicia. No podemos explicarnos como se puede jugar de esta manera con la vida de las personas, en este caso con la de mi hijo Enrique y por el solo hecho de haber sacado unas oposiciones.

Mi propósito fue recordar a la Sª jueza, durante el tiempo que durara la prisión de mi hijo Enrique que había cometido una injusticia, que los jueces no están para aplicar estrictamente la ley sino para interpretarla e impartir justicia. Por esto conté los días que suponían dos años, cuatro meses y un día y saqué tantas tarjetas postales como días de condena para mi hijo, con la fotografía que sirvió para empapelar los juzgados de los tres insumisos que juzgaron ese día. Mi decisión era enviar cada día una postal al juzgado, con la frase impresa:

”Enrique Martínez de Juan Domínguez. Insumiso preso condenado injustamente a 2 años, 4 meses y 1 día de cárcel por ejercer el derecho a la objeción de conciencia “.Y más abajo “lo deseable no es cultivar el respeto por la ley, sino por la JUSTICIA” (THOREAU) .Seguidamente añadía alguna otra frase escrita por mi como “Los jóvenes que se niegan a realizar un servicio militar son los pioneros de un mundo sin guerras” (ALBERT EINSTEIN, La objeción de conciencia no es un delito es un derecho, o libertad insumisos presos y otras similares.

Comencé a enviar postales durante meses. Las personas del juzgado estaban asombradas de mi insistencia , hasta que a Enrique le concedieron el tercer grado penitenciario, teniendo que ir a trabajar a los juzgados por la mañana y a dormir a la cárcel por la noche. Dª Lucia Torroja le vio trabajando, y se propuso que tenía que quitarle el trabajo aplicando el nuevo Código según nos dijeron el personal de su juzgado y estaba mirando como podía conseguirlo en el Ministerio de Justicia. De esta forma la prudencia me aconsejó dejar de enviar postales para de alguna manera aplacar las iras de la Sª jueza que por lo visto difícilmente controlaba sus impulsos. No contenta con la condena de prisión se proponía destrozar la vida de un muchacho. Así nos lo demostró cuando me puso una denuncia ante la Audiencia por haberla insultado durante el juicio a sabiendas de que no había sido yo, ya que me conocía de sobra. Así lo manifesté ante el juez de la Audiencia Nacional, donde tuve que ir a declarar acompañada de un abogado. La denuncia se archivó pero ya se veían las intenciones de la Sª Dª Lucia porque el insulto a un juez y el desacato están penados con hasta seis años de cárcel.

Esta es la justicia que conocimos, ahora que tanto se habla de lo mal que están los juzgados, atestados de expedientes. Y tan mal si tenemos que poner nuestras vidas y haciendas en manos de personas como la Sª jueza Dª Lucia Torroja Rivera del juzgado de lo penal nº 24 de Madrid.

Nosotras como Asociación escribimos cartas de protesta a todas las Asociaciones de Jueces, al Defensor del Pueblo, a todas las Instancias Gubernamentales con copia al Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial, pero los jueces son intocables, por lo visto. Así que cuando entrábamos en los juzgados , viendo el panorama diario de multitud de gitanos juzgados todos los días, de drogadictos, de Insumisos, pensábamos que teníamos el privilegio de asistir al espectáculo de la mayor de las injusticias.

Los Insumisos condenados seguían la táctica de no interponer recurso, ya que eso sería como reconocer que se había cometido un delito, así que los condenados en primera instancia entraban en prisión a cumplir la pena y los condenados a los meses en que no tenían que entrar en la cárcel se negaban a firmar la sentencia, como hicieron Álvaro, el hijo de Teresa, Jose , hijo de Gloria , Pedro Raúl y otros muchos. Los jueces solían dejarlo pasar.

De esta manera en noviembre de este mismo año , cuatro de los insumisos condenados, en una acción conjunta, entre ellos Enrique con José, José Antonio, Julián y José Manuel se presentaron en los juzgados de Plaza de Castilla, para entrar en prisión. Aquella mañana una de las más amargas de mi existencia, la pasamos de juzgado en juzgado acompañando a los insumisos hasta bien entrada la mañana, porque algún juez estaba ocupado en algún juicio y tuvimos que esperar para que firmara la entrada a la cárcel. Alucinamos con estos muchachos. Ellos decían que preferían terminar con esta historia porque llevaban muchos años en busca y captura y así debíamos respetar sus formas de lucha, pero la verdad yo por dentro me revelaba contra los jueces, contra la cárcel y contra toda esta injusticia y no terminaba de entender muy bien esto de ir como corderos al matadero. Si no hubiera sido por la lucha que manteníamos de buena gana le hubiera aconsejado a mi hijo Enrique que se marchara a otro país más civilizado que esta nuestra querida España que así trataba a sus “mejores muchachos”. De nada me hubiera servido porque no me hubiera hecho caso.

No deja de tener cierta gracia que la guardia civil nos siguiera por los juzgados y que le aconsejaran a mi hijo Enrique, al que conocían, que avisara a sus compañeros que se estaba haciendo tarde, lo que no fue obstáculo para que en el ascensor les pusieran las esposas, les metieran en el furgón y los llevaran derechos a la cárcel de Carabanchel.

Por mi parte no pude contenerme y entré en el juzgado donde estaba la Sª jueza Dª Lucia y le dije estas palabras que me salieron del fondo de mi alma “Me puede usted explicar por qué ha enviado usted a la cárcel a mi hijo Enrique si no ha cometido ningún delito?. Me mandó salir inmediatamente, pero le dije que no me marcharía sin una explicación. Como vio que no me movía la que salio del juzgado fue ella, visiblemente molesta. No están acostumbrados los jueces a dar explicaciones de sus actos a los ciudadanos y no entienden que están a nuestro servicio y debemos exigirles responsabilidades.

Al día siguiente cuando fui al trabajo comprobé como el Jefe del Laboratorio me había puesto en mi ficha: “Hijo Cárcel”. La ficha que luego mandaban al Ministerio. Pensé que esto era suficiente motivo para poner una denuncia porque estaba sufriendo un acoso laboral por parte de mis jefes que ahora llaman “Mobbing”, y que yo reconocía como la mala pata de ciertos jefecillos de los que procuraba pasar. Suficiente motivos tenía para denunciarlos y cierto revuelo se organizo en el trabajo, porque en ningún momento traté de ocultar que mi hijo era insumiso y había sido condenado. Pero después de reflexionar pensé que necesitaba de todas mis fuerzas para seguir en la lucha más aún con mi hijo preso y no podía perder mis energías en meterme en más líos, así que fotocopié la ficha y con un escrito, como hacia siempre, la envié a la Subdirección del Ministerio que no hicieron ni caso, como era su costumbre. Después de todo yo no era más que una auxiliar a la que no se prestaba mucha atención. Tomé esta decisión recordando las palabras de Martín Luthert King: “Necesitamos ser capaces de soportar los golpes, debe importarnos más ganar nuestra justa lucha que salvar nuestro pellejo”.

Alternativa Antimilitarista - Moc
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