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Una vida en la brecha de la lucha contra la guerra

Howard Clark (1950-2013)

Howard Clark (1950-2013)

Nuestro querido amigo y compañero Howard Clark fue un pilar fundamental del periódico Peace News (Noticas de Paz) desde 1970 y de la Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG) desde 1980. Su repentina muerte nos ha dejado desconsoladxs y conmocionadxs y con un irracional sentimiento de rabia al irse tan inesperadamente. Tenía solo 63 años y en este momento estaba completamente implicado en ayudar a organizar la Conferencia de la IRG en Sudáfrica el próximo verano. Deja un vacío que ahora mucha otra gente tendrá que esforzarse en cubrir. Será difícil y el siguiente relato de su vida como activista por la Paz, organizador e investigador nos ofrecerá un indicativo de su nivel de implicación para lograr este reto.

Pero antes de escribir sobre su vida y trabajo permitidnos que intentemos dar color a su imagen. En los últimos años se distinguió por ser un hombre grande e increíblemente lleno de energía que te miraba ligeramente de perfil por ese pequeño e involuntario movimiento incontrolable de los ojos (nistagmo) que tenía. Al hablar, en ocasiones, le brotaba una risita nerviosa que podía terminar por convertirse en una fuerte carcajada cuando se trataba de una charla relajada y amistosa. En cierto modo compartía la imagen tradicional predominante de lxs pacifistas británicxs: pertenecía a una devota familia Metodista (su padre fue Pastor), era vegetariano, abstemio y ajeno a cualquier tipo de drogas. Aparte de esto contaba con una gran reserva de energía y entusiasmo, le gustaba todo tipo de deporte (pero especialmente el Manchester United). Tenía una increíble memoria – podía recordar nombres y caras y los lugares donde había conocido a gente, y en muchas ocasiones, lo que cada una de ellas había dicho en cada momento. ¡Un pequeño número de personas amigas y colegas cercanas sienten que con su muerte se ha perdido una parte importante de su propia memoria!

Pero él no era un santo – era un ser humano tierno y contradictorio, que disfrutaba de la risa y el cotilleo. Si deseabas que algún comentario quedara dentro de un grupo cerrado, la consigna era: -“No se lo digáis a Howard”. Contaba con una maravillosa generosidad de espíritu, compartía generosamente su tiempo y su conocimiento, leyendo, comentando los borradores de trabajos que la gente le presentaba, aportando su increíble variedad de experiencias y conocimientos. También podía ser mordaz en sus juicios (y excluyente) con personas que no miraban desde su nivel de una u otra forma - cualquier manifestación de hipocresía podía indignarle lo cual expresaba agitando los brazos con exasperación. A menudo, sin embargo, el cotilleo mostraba su forma más natural. Podía reírse de contradicciones y subterfugios propios y ajenos. En una reunión en la que se celebraba la vida de un colega de la Comisión de Defensa Alternativa (ADC) que había fallecido, Walter Stein, narraba como Walter le había acusado de tratar de camuflar el pacifismo en una versión condensada para que nadie lo notara, dentro de un artículo en el que había estado trabajando. -”Eso es exactamente lo que he hecho -le contestó Howard riendo”.

Era perspicaz cuando se trataba de juzgar cómo se podían sentir otras personas. El pacifista estadounidense y ex-presidente de la IRG, David McReynolds, en una carta reciente, tras escuchar la noticia sobre la muerte de Howard, cuenta como durante una reunión del Consejo de la IRG se sentía muy deprimido por el hecho de que su madre había fallecido durante su ausencia por haber acudido al encuentro de la Trienal de la IRG en la India en 1985. -“Howard se acercó a la mesa donde yo estaba sentado acabando de cenar y me preguntó si todo me iba bien. Por supuesto que no me iba bien …. Pero me agradó su sensibilidad al descubrir que algo me estaba preocupando”.

Él había comenzado a autodefinirse pacifista en 1968, el año en el que ingresó en la universidad. Se acababa de enamorar de Penny Strange - con la que estuvo casado durante un tiempo. El padre de Penny se había declarado objetor de conciencia a la Segunda Guerra mundial. Hasta ese momento Howard había creído que, en teoría, podría haber situaciones en las que se podía justificar alistarse para una guerra, pero, en ese momento, llegó a la conclusión de que había demasiadas incógnitas para aceptar una llamada de ese tipo. Desde ese mismo instante se dedicó devotamente a luchar contra las causas de la guerra y a explorar todos los medios noviolentos posibles en pos de la Paz y la Justicia.

Tras terminar su licenciatura universitaria en 1971 le ofrecieron un puesto de co-editor en el periódico Peace News. Para entonces ya era miembro de Consejo Nacional de Reconciliación (MIR en castellano) pero pronto se sintió atraído por una línea de pacifismo más secular que caracterizaba a las personas que formaban Peace News. Permaneció como co-editor hasta 1976 y fue durante este periodo cuando ayudó a poner en marcha campañas y organizaciones como por ejemplo: London Greenpeace, The British Withdrawal from Northen Ireland Campaign (Campaña por la Retirada Británica de Irlanda del Norte), la Campaña contra el Comercio de Armas, y el “At Ease” en apoyo al personal de servicio con problemas. Fue también una de las personas clave para el traslado de Peace News a Nottingham en 1974.

En ese momento en el periódico Peace News se trataban temas relacionados principalmente con políticas de vida cotidiana, políticas sexuales, feminismo, escuelas libres, cooperativismo y tecnología alternativa. Cuando Howard, en 1976, dejó de formar parte del personal que trabajaba en el periódico y se trasladó a vivir a York se metió de lleno en movimientos de base para seguir profundizando en campañas centradas en esos mismos temas. Formó parte de la editorial colectiva del York Free Press, participó activamente también en la Alianza Antifascista y estuvo implicado en un grupo antisexista. Fue una de las personas que fundaron el grupo de Energía Segura de York y también participó de forma activa en campañas contra la energía nuclear llegando a su implicación más alta en mayo de 1979 cuando coordinó el entrenamiento noviolento para la ocupación de la Central Nuclear de Torness en East Lothian. Inmediatamente después realizó, en solitario, una gira en bicicleta alrededor de todas las centrales nucleares del Reino Unido.

En 1980 Howard se trasladó a Bradford donde se matriculó en un posgrado universitario y trabajó como asistente de Michael Randle en la Comisión de Defensa Alternativa que redactó el informe “Defensa sin la Bomba” (1983). Howard se encargó, principalmente, de redactar un condensado borrador sobre este informe. Fue en este periodo cuando también ayudó a escribir la edición del Peace News/CND “Entrenamiento para la Preparación de la Acción Directa Noviolenta” publicada en 1983. Ese mismo año formó parte del grupo de personas que coordinaron los entrenamientos para el bloqueo noviolento de la fábrica de armas nucleares de Burghfield.

Un poco después, en 1985 aterrizó en su puesto de trabajo soñado: trabajar para la oficina de Londres de la Internacional de Resistentes a la Guerra. Una de sus primeras responsabilidades fue la de coordinar la planificación de la Conferencia Trienal que tendría lugar en Veddchi, Guyarat, India, en diciembre de 1985. Entre las personas invitadas a participar en este encuentro había gente implicada en la Campaña para poner fin a la conscripción en Sudáfrica con quienes Howard, con su gorra de la IRG en la cabeza, mantuvo una estrecha colaboración. En 1986 visitó Polonia por primera vez. Allí se reunió con activistas del Movimiento por la Paz y la Libertad de Polonia (Wolnosc I Pokoy – Wip), y su humor subversivo permaneció como una efectiva fuente de inspiración para Howard. Su compañera por aquel entonces, y durante un periodo de varios años, era una mujer de origen polaco, Lisa Zychowicz, que le acompañó a Polonia. Parece ser que donde mi corazón está, comentó más adelante, tiene una influencia grande en mi vida.

Durante el periodo 1990 – 91 se intensificaba el conflicto en Yugoslavia. Howard, en nombre de la IRG, que ya había trabajado con objetores de conciencia en Eslovenia a lo largo de 1991 – 92, viajó con regularidad a Croacia, Serbia y Kosovo dando apoyo a los grupos anti-guerra que allí se habían formado. Fue durante una de estas visitas cuando Howard quedó impresionado por el movimiento de resistencia civil en Kosovo lo que le animó finalmente a la publicación de diversos trabajos fundamentales tales como “Resistencia Civil en Kosovo” (Pluto Press, 2000). En 1993 Howard trabajó con Christine Schweitzer para poner en marcha el proyecto del Equipo por la Paz en los Balcanes con el objetivo de enviar un primer grupo de personas voluntarias a Croacia en 1994.

En 1994 se celebró la Conferencia Trienal de la IRG en Brasil – un giro significativo que indica los esfuerzos que Howard había realizado para ampliar el radio de acción de la red más allá de la tradicional implicación en la Europa Occidental y Norte América. En efecto, cuando Howard murió estaba trabajando en la preparación de la siguiente conferencia de la IRG que se va a celebrar en julio de 2014 en Sudáfrica.

En 1997 se nombró a Howard Investigador Honorario del Albert Einstein Institution en Cambridge, Massachusetts, fundado por Gene Sharp. En este mismo año renunció a su puesto de trabajo en la oficina de la IRG para trasladarse a Madrid a vivir con su pareja Yolanda Juarros Barcenilla. Desde allí siguió centrado en investigar y escribir así como en continuar de forma activa con su implicación como miembro del grupo de iniciativas de Peace News y formando parte también del ejecutivo de la IRG. Dentro del estado español colaboró en campañas relacionadas con la objeción de conciencia y el medio ambiente.

En 2006 convocó una conferencia internacional en Coventry bajo el tema: “Resistencia desarmada y solidaridad global”, además de ser co-autor junto a April Carter y Michael Randle de una bibliografía sobre acción noviolenta (People power and protest since 1945 – El poder del pueblo y sus protestas desde 1945) Y comenzó a impartir un programa de postgrado en la Universidad de Castellón en España. Un año después puso en marcha su blog www.civilresistance.info. Al mismo tiempo y a través de todo este periodo su hijo y su hija fueron el centro de su atención. Ismael nació en 2000 y Violeta en 2002. Mientras que Yolanda trabajaba como maestra en un instituto de secundaria Howard se dedicaba al cuidado de sus peques como un amo de casa. Profesaba una verdadera devoción por su hijo e hija. En muchas ocasiones un intercambio de correos electrónicos se podía ver interrumpido porque tenía que prepararles la comida ...

Como investigador en temas de paz Howard ejercía un compromiso absoluto con la importancia de explorar los potenciales (y limitaciones) de la acción noviolenta por la paz y el cambio. Por este motivo decidió convocar una conferencia internacional en Coventry en 2012 bajo el tema “La resistencia noviolenta y las barreras del miedo”. Tenía planeado trabajar en un libro una vez que hubiera finalizado la conferecia del próximo julio – lo cual representa otra pérdida más.

En 2013 le fue concedido un doctorado por la Universidad de Coventry en reconocimiento a la calidad mantenida de sus investigaciones y publicaciones sobre Kosovo. Murió justo antes de la publicación y edición actualizada de sus bibliografía sobre la acción noviolenta. Una Guía para la Resistencia Civil, co-publicada por Merlin Press y el Centro de Estudios por la Paz y la Reconciliación (CPRS) de la Universidad de Coventry.

Howard ha muerto de forma repentina pero su memoria y la inspiración de su trabajo, su vida y su propio ser, permanecerá. Lo que no podemos reemplazar es la amplitud de su experiencia como activista, su profundidad y la generosidad de su espíritu. Podemos celebrar su vida y llorar su muerte – y quizás podemos también mostrarle nuestro enfado por haber muerto antes de tiempo cuando él tenía todavía tanto que dar. David McReynolds ha expresado lo que mucha otra gente sentimos: “ Como siempre pasa con la muerte, no es Howard a quien lloramos, si no a nosotros y nosotras mismas, por habernos quedado sin él”.

Andrew Rigby & Michael Randle

Traducido del inglés por Violeta, Ismael y Yolanda

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