casco insumissia fusil roto
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El colectivo se manifestó en Madrid para denunciar la industria bélica. En la acción de protesta, protagonizada por unas enormes armas de poliespán, se leyó un manifiesto de condena al comercio de armas con Arabia Saudí y se exigió “la reconversión de la industria militar en industria civilizada”.

Los yayoflautas se rebelan contra el comercio de armas y la guerra

Los yayoflautas se rebelan contra el comercio de armas y la guerra

Industria armamentística

Sarah Babiker

Pertrechados con armas de polisespán, el colectiva venta de armamento a Arabia Saudí, país que, denunciaron, lidera desde hace tres años “una coalición militar que ha llevado a Yemen al borde de la catástrofe humanitaria, con miles de civiles muertos y heridos, más de 5 millones de niñas y niños en situación de hambruna, 3 millones de desplazados internos y 22 millones que necesitan ayuda humanitaria”.

“Estamos protestando porque no queremos tener las manos manchadas de sangre inocente, porque como hemos dicho en la manifestación, el pueblo pone los muertos y los gobiernos las armas”, afirmaba Amparo Grolimund, una muy activa yayoflauta, poco después de la manifestación. Por primera vez en su vida, Amparo tuvo que identificarse ante un policía. Las y los yayoflautas vienen manifestándose cada lunes en la Puerta del Sol en denuncia de una causa distinta.

Los lunes en Sol, llaman a estas protestas semanales. Hasta ahora no habían tenido problemas, pero esta vez fue distinto: “Supongo que hemos molestado, y como hemos molestado ya nos vienen diciendo que tenemos que comunicar la protesta a la Delegación. Les he dicho, ‘ya sé que vosotros tenéis un trabajo que cumplir, pero qué queréis, ¿un responsable? Es que aquí no hay un responsable, no hay un jefe. Pero qué necesitáis, ¿un DNI? pues tomad el mío, hala. ¿Contentos?’”, afirma Amparo, segura de que recurrirá una eventual multa, pues no entiende que se le penalice por estar en las calles de la ciudad en la que vive.

En efecto la concentración de ayer, para la que las yayoflautas habían preparado su performance con grandes y coloridas armas, estuvo más concurrida de lo habitual. “Ha estado con nosotros [la escritora y politóloga] Nazanín Armanian, la madre de Alfon, gente de Amnistía Internacional, de Desarma Madrid y de Ecologistas en Acción, ha venido mucha gente de afuera”, constata Amparo.

“No tenemos esperanza de que el Gobierno cambie de idea, porque ésta es la primera manifestación, humilde, pequeñita que se ha hecho de este tema. Nos parece vergonzoso que nadie saque esto a relucir”. La yayoflauta atribuye esa falta de resistencia social al discurso que se ha extendido por los medios de comunicación y los responsables políticos, “eso de que claro, que también tenemos que pensar que en Navantia hay gente trabajando y que si cierra la empresa, pues ellos se quedan sin trabajo, y que tenemos que pensar en los de aquí, y nada, si se mueren fuera qué más da. Como están lejos...”, ironiza. Amparo se rebela contra “esa falta de solidaridad, de comprender que el mundo no tiene fronteras y que lo que está pasando en Yemen nos afecta aquí, o por lo menos nos debería de afectar a nivel de conciencia”.

“No tenemos esperanza de que el gobierno cambie de idea”, dice Amparo, que participó en la manifestación en la Puerta del Sol

“Sabemos que es falso el mito de que la industria bélica crea puestos de trabajo. En otros sectores la misma inversión puede duplicar los puestos de trabajo y crear verdadera riqueza. Empresas estatales como Navantia generan pérdidas año tras año que acabamos pagando todos los ciudadanos. Si hemos de endeudarnos, que sea para la vida”, denunciaba el colectivo en un manifiesto que se leyó durante la manifestación.

Los activistas señalaron a “jefes de estado, ministros, comisionistas, altos cargos militares, empresarios de la seguridad y algunos señores de la guerra más” como beneficiarios del negocio de la guerra mientras propusieron como ejemplo a quienes –como el bombero Ignacio Robles, quien se negó a custodiar cargamentos de armas en Bilbao, o las feministas que boicotearon la salida de cargamento en el mismo puerto– practican la resistencia ante un comercio que contraviene “el Tratado sobre Comercio de Armas, las recomendaciones del Consejo de Europa y el sentido común” en definitiva, un negocio “ilegal e inmoral”.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/indus...

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