Insumisión
30 años de Insumisión

Hoy se cumple el 30º aniversario del nacimiento de la campaña de Insumisión, un movimiento de desobediencia civil que con el tiempo se demostraría masivo y que tenía como objetivo inmediato la abolición del Servicio Militar Obligatorio en el Estado español, y como objetivo último la abolición del militarismo y la de los ejércitos.

Manifestacion contra los juicios a la PSS
Manifestación contra los juicios a la Prestación social sustitutoria (Albacete, 1991) AA-MOC
Asamblea Antimilitarista de Madrid
20 feb 2019 07:46

El SMO, la mili, era el tributo que los jóvenes varones “en edad militar”, por el hecho de serlo, habían de pagar, desde su implantación en 1912, con la excusa de servir a la Patria. Una patria que consistía entonces en el recuerdo de un antiguo imperio, ya demolido, que se permitió el lujo, no obstante, de reverdecer laureles marchitos con sueños africanistas que produjeron miles de muertos.

Abolido el sorteo de “quintos”, se vendió la universalización (masculina) de la obligación de defender a la patria como una medida democrática, ya que se superó el sistema anterior que en el siglo XIX estableció un sistema de redenciones y sustituciones por el cual los quintos de familias pudientes pudieron escaquearse de la obligación pagando a otros, extraídos de clases pobres, para que ocuparan su puesto en esta misión gloriosa. Los de siempre, una vez más, cedían el honor tan cacareado de defender a España a unos desdichados que fueron quienes pusieron los cuerpos, las vidas… y las muertes. Los patriotas de salón, de mitin y voto en Cortes aportarían las soflamas, el discurso, y el mando. Pero el ejército de cuota o de reemplazo, por naturaleza jerárquico, patriarcal y clasista, quintaesencia de la obediencia ciega, difícilmente podía servir a intereses democráticos.

La objeción de conciencia

El militarismo español de comienzos del siglo XX comprendía grandes sectores sociales, con la honrosa excepción de anarquistas (y comunistas y socialistas pero por cuestiones más coyunturales), y se recrudeció con la dictadura franquista. Fue en la década de los años 70, en los estertores del régimen, cuando comenzaron los primeros objetores de conciencia políticos a plantar cara frontalmente a la obligación de sangre con un sencillo procedimiento: negarse a ir a filas. Se siguió la estrategia de la no colaboración, pilar de la desobediencia civil. Aquella semilla provocó el nacimiento del Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC), seguido de un sinfín de colectivos que apoyaron la Insumisión, cada cual con sus motivos pero con el común posicionamiento de la negativa a ingresar en la más rancia, clasista, machista y ominosa institución española: la castrense.

La represión a la insumisión

Los insumisos fueron reprimidos brutalmente. Primero, con penas de cárcel de dos años, cuatro meses y un día de reclusión mayor, por expresa indicación de la Fiscalía del Estado. Luego (gracias al ministro socialista Juan Alberto Belloch) con penas de inhabilitación absoluta de entre 10 y 14 años, primera vez en la historia en que tal pena accesoria pasa a ser principal. Durante todo ese tiempo se les prohibía acceder a cualquier cargo público, becas, ayudas… Y fueron sancionados así cuando en España imperaba formalmente una democracia que, ante otras formas de disidencia, y particularmente la violenta, no se cansaba de decir que, sin violencia, todo era negociable. No fue así tampoco en este caso. Antes bien, circulares varias prohibieron a cualquier representante del Estado sentarse en una tertulia si había un insumiso. Los objetores de conciencia primero, y los insumisos después, exponentes de un movimiento explícitamente noviolento, solo experimentaron la violencia que se ejerció contra ellos por parte del Estado y sus voceros, y no se dialogó nunca.

Los insumisos fueron sancionados brutalmente cuando en España imperaba formalmente una democracia que, ante otras formas de disidencia, y particularmente la violenta, no se cansaba de decir que, sin violencia, todo era negociable.

Fueron años duros en que la Insumisión pugnaba por hacerse visible en los insensibles y controlados medios de comunicación multiplicando acciones directas noviolentas, asumiendo las condenas, y persistiendo en su actitud, sin amilanarse ante lo que se le hacía a los compañeros. A ello se sumaban reproches sociales contra una juventud a la que se acusó de debilidad mental, poca hombría, insolidaria, antisistema y, por supuesto, etarra. Hasta que se hizo insoportable que a estos jóvenes ciudadanos “que no habían hecho nada” se les condenase a privaciones de libertad y otras penas accesorias.
Fueron años en que mediáticamente solo se hablaba de la violencia de ETA, en una espiral en que esta organización y la antagónica (el Estado español) demostraban la mutua necesidad que sentían cada una de la otra. La violencia daba titulares, copaba miles de horas radiofónicas y televisivas, y cientos de páginas de información escrita. Frente a ello, la ruptura de la lógica de la violencia, como hizo el movimiento insumiso, no mereció mayor atención más allá de la superficial, de los numeritos que se montaban para atraer la atención e intentar generar discurso. Políticos, jueces y periodistas, con puntuales excepciones, abusaron de su posición de poder. Ahí están las hemerotecas. Por supuesto, negaron en su momento pan y sal a estos jóvenes valientes. Hemos asistido y asistimos hoy, en pleno juicio al independentismo catalán, a comportamientos similares ante la desobediencia civil pacífica. El Régimen de violencia se refuerza ante conductas que hablan su mismo lenguaje, pero no traga con quienes rompen esa cómoda lógica binaria. Paradójicamente, poner el cuerpo desnudo delante de un señor acorazado, con casco, botas, guantes, armado y entrenado para luchar es violencia por parte… del cuerpo desnudo.

La victoria del movimiento de insumisión

Pero, gota a gota, cada vez fueron más miles de personas las que cuestionaron el SMO y, en paralelo, el propio militarismo y la absurdez de casi todo el chiringuito militar. Más en un país con una historia como la nuestra en que el Ejército español llevaba tres siglos en los que solo había servido para alzarse contra el propio pueblo. El Estado hubo de reaccionar, dio palos de ciego, reprimió así, reprimió asá, mintió siempre, evitó el diálogo y el debate público… hasta que la Insumisión venció.
La política militar ha estado sometida a un consenso tácito entre los dos partidos alternantes de la maltrecha democracia española. Entre PP y PSOE nunca ha habido disenso y sí continuidad y buen acuerdo en evitar el debate público sobre qué queremos defender y cómo queremos hacerlo. Eduardo Serra personifica esta afirmación, pues fue subsecretario de Defensa con la UCD y PSOE (1982-1984), secretario de Estado de lo mismo con el PSOE (1984-1987) y nuevamente ministro del ramo con el PP (1986-2000). Por otro lado, y bajo cuerda, el estamento militar y su entramado económico-industrial gobierna más de lo que parece, y como ejemplo Pedro Morenés, directivo de varias empresas de armamento antes y después de sus cargos en el ministerio de Defensa con los gobiernos de José María Aznar, hoy mediador en los negocios de armas con la dictadura saudí.

La política militar ha estado sometida a un consenso tácito entre los dos partidos alternantes de la maltrecha democracia española.


Fue un gobierno del PP el que suspendió (que no abolió) el SMO mediante el Real Decreto 247/2001, de 9 de marzo. Se adelantó varios años la decisión de profesionalizar las Fuerzas Armadas porque la situación era insostenible. Habían pasado miles de insumisos por los juzgados, cientos fueron encarcelados, selectivamente para no desatar más protestas, decenas de miles de jóvenes se declararon objetores de conciencia y no cumplieron con una Prestación “Social” Sustitutoria pensada solo como castigo para quienes no querían coger las armas (duraba bastante más tiempo que la mili), y, de paso, para apuntalar los intereses del Ejército y lavarle la cara. Muchas organizaciones sociales y ONG se opusieron a colaborar con una Prestación que, en el mejor de los casos, servía para quitar puestos de trabajo o de salida por la puerta de atrás a quienes se oponían al SMO pero tampoco querían asumir excesivos riesgos. El Estado mostró flexibilidad ante el incumplimiento de la Prestación Sustitutoria, porque fue incapaz de gestionarla ante la avalancha de objetores y porque no amenazaba el tinglado militar, pero no podía transigir con la frontal y descarada oposición de los insumisos. La obsolescencia social y simbólica de la mili era un hecho. Su cuestionamiento estaba sobre la mesa y era cuestión de tiempo.El antimilitarismo hoy


Desde octubre de 2018 el solar de la antigua cárcel de Pamplona se renombró como Parque de la Insumisión, en recuerdo a la prisión en la que llegaron a estar detenidos simultáneamente mayor número de insumisos. El movimiento antimilitarista continúa activo en el Estado español, encabezado por el mismo colectivo que en su día dio comienzo a la campaña Insumisión, Alternativa Antimilitarista-MOC. Lejos de anclarnos en pasadas batallitas (más propias de quienes hicieron la mili), seguimos denunciando el intolerable Gasto militar, seguimos realizando objeción fiscal a estos cuando llega la campaña del IRPF, seguimos exigiendo un debate público sobre qué queremos defender y cómo, seguimos cuestionando la necesidad de los Ejércitos, seguimos pidiendo la conversión de la industria militar en otro tipo de industrias que no sirvan a la muerte, y continuamos realizando acciones directas noviolentas dentro de nuevas campañas de desobediencia civil. Como novedades, otras campañas en respuesta a nuevos retos. Por ejemplo, La guerra empieza aquí, parémosla aquí, en que denunciamos la necesaria colaboración del Estado español a la hora de favorecer las guerras en otras partes del mundo mediante la exportación de armamento (las cinco fragatas encargadas a Navantia para masacrar yemeníes, por ejemplo; u otro material militar con destino a dicho país u otros). Por ejemplo, España está en guerra en la frontera, para denunciar, junto a otras organizaciones de derechos humanos, el papel del Ejército y Guardia Civil en las violaciones contra migrantes pobres.

Seguimos denunciando el intolerable Gasto militar, seguimos realizando objeción fiscal a estos cuando llega la campaña del IRPF, seguimos exigiendo un debate público sobre qué queremos defender y cómo, seguimos cuestionando la necesidad de los Ejércitos, seguimos pidiendo la reconversión de la industria militar


Recordamos en este trigésimo aniversario de la campaña Insumisión la necesidad y actualidad de la sensibilidad antimilitarista. El inmenso gasto militar, en su mayor parte ocultado a la sociedad en todos los ministerios (menos uno), detrae recursos de donde debería aplicarse. Nos defendemos si creamos una sociedad más justa y sin desigualdades, feminista, respetuosa ante la diversidad, el medio ambiente, y que regule sus necesarios conflictos sin el recurso a la violencia. Hoy, con la sociedad española convulsa y dividida ante el juicio político que sienta en el banquillo a los representantes de, al menos, la mitad de la sociedad catalana que apostó por la desobediencia civil como método de lucha, queremos recordar que, con sus costes, la campaña Insumisión produjo beneficios para la sociedad de los que hoy nos beneficiamos.

La campaña de Insumisión alcanzó su objetivo inmediato, relativo al SMO. No nos olvidamos del objetivo último, que es la abolición del militarismo y los ejércitos. Y en ello estamos.


Salud y antimilitarismo.

Sobre este blog
Antimilitarimo y Noviolencia
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.
Cthuchi Zamarra
26/2/2019 12:54

Cuando veo a la juventud actual, tan machista y nacionalista, muchas veces me pregunto si hoy día seríamos capaces de lanzar una campaña similar. Estamos perdiendo la batalla cultural, la que se produce antes de la propia resistencia y que posibilita toda la mitología de la lucha. ¿Dónde están los artistas desobedientes de hoy día? Me temo que o bien olvidados por la máquina del main stream o bien exilidados o encarcelados, como los raperos que hacen letras violentas sin mucha transcendencia hasta que les juzgan. Y en ese contexto todavía se nos pide que paremos guerras lejanas.. pero sólo las que vienen en la agenda que nos dictan los medios...

1
0
Jesús.
22/2/2019 19:00

Muy de acuerdo, por supuesto. Sin embargo, os eché también muy en falta apoyando, aunque fuese tarde, al movimiento noviolento sirio, porque los insumisos e insumisas allí pagaron un precio muchísimo más alto en las cárceles de Asad, en forma de tortura, desaparición y muerte. Honremos su memoria, aprendamos de su determinación noviolenta en la peor situación imaginable, apoyemos a quienes aún hoy sostienen la vida y la convivencia y las protegen de la violencia extrema del régimen sirio y del fanatismo. https://enpiedepaz.org/informe-sobre-el-movimiento-noviolento-sirio/

8
0
Pontiac
21/2/2019 22:41

Buen articulo y con argumento.Mi recuerdo a los que desde dentro de esa castaña de ejercito franquista se jugaron la libertad trabajando en los comités de soldados y marineros.

1
0
#30848
21/2/2019 17:16

¡Gracias por todo el esfuerzo que hicisteis. Lo comentaba hoy con mi hijo y no se imaginaba tener que ir un año a hacer la mili después de acabaros estudios. Vuestro sacrificio no fue en vano.

4
0
Jose
21/2/2019 12:07

Muchas felicidades por tan honroso aniversario.

7
0
Enrique
21/2/2019 11:49

Gracias a las personas y organizaciones que con desobediencia civil acabaron con la mili y ahora siguen luchando contra el gasto militar y los señores de la guerra

8
0
Sobre este blog
Antimilitarimo y Noviolencia
Ver todas las entradas
País Vasco
Los audios del PNV El modus operandi del PNV en Mundaka: “Invita a tres personas, el resultado va a ser uno”
Hordago revela grabaciones exclusivas en las que el presidente de la Junta Municipal de la localidad de Busturialdea pide al entonces alcalde, Mikel Bilbao, que favorezca la contratación como asesor externo de un barón del partido.
País Vasco
País Vasco “En Osakidetza nos la van a dejar morir, vámonos a la privada”
Las listas de espera que reconoce el Departamento de Salud en respuesta parlamentaria no se corresponde con las citas que ofrece. Tampoco hay coincidencia con el dato público del número de médicos que compatibiliza la sanidad pública con la privada.
Galicia
Altri Vecinos, ecologistas y científicos saltan a Bruselas para frenar la celulosa que amenaza el corazón de Galicia
Las plataformas de vecinas afectadas y ambientalistas han podido reunirse con altos funcionarios de la Comisión Europea especializados en normativa medioambiental aupados por la eurodiputada del BNG Ana Miranda para seguir defendiéndose de Altri.
Cárceles
Carabanchel Tele Prisión, memoria audiovisual de una cárcel
Además de varias películas que se han acercado a la cárcel de Carabanchel, Tele Prisión fue un canal de televisión interno en el que participaron numerosos reclusos y algunos educadores de esa prisión madrileña. Emitió de 1985 a 1987.
Culturas
Culturas La FILMIG reflexiona sobre hacia dónde se dirige la producción cultural migrante en el Estado español
La primera edición de la Feria Itinerante del Libro Migrante convoca a Vivi Alfonsín, Moha Gerehou, Dagmary Olívar y Silvia Ramírez para dialogar sobre la creación y participación en la cultura de las personas migrantes y racializadas.
Genocidio
Rumbo a Gaza La Flotilla de la Libertad se prepara para zarpar hacia Gaza
Un carguero con 5.500 toneladas de ayuda humanitaria y tres barcos más cargados con cientos de personas, entre ellas observadores de los derechos humanos, personal médico, periodistas y políticos —incluida Ada Colau—, integrarán la Flotilla.

Últimas

Acoso escolar
Acoso escolar Obligan a ir a clase a una niña que denuncia acoso en un colegio concertado de Aranjuez
La Concejala de Educación ha emitido una carta que da una semana a la menor para acudir a clase, pese a contar con un diagnóstico de ansiedad y depresión.
Análisis
Desigualdad ¿Millennials Vs boomers? ¡No, es lucha de clases, amigo!
Aunque el discurso habitual enfrenta a los millennials con los baby boomers, este panorama general oculta la disparidad económica dentro de la generación de los millennials.
Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
Salud mental
Salud mental El Ayuntamiento de Valladolid de PP y Vox cancela unas jornadas sobre anticapacitismo
A 48 horas de celebrarse la primera de las charlas, el Servicio de Igualdad y Juventud suspendió el acto alegando que pocas personas estaban interesadas en asistir
Ocupación israelí
Ocupación israelí Más de 80 ciudades saldrán a la calle el 20 y 21 de abril para denunciar el genocidio israelí en Gaza
El movimiento de solidaridad con el pueblo palestino denuncia la complicidad del Gobierno español con la masacre al seguir comprando y vendiendo armas a Israel.
Más noticias
Palestina
Palestina El terror de gestar, parir y maternar en una tierra devastada
La violencia reproductiva sacude más que nunca Gaza, donde las ONG están reportando un incremento alarmante del número de abortos espontáneos causados por el estrés extremo que atraviesan las madres durante la gestación.
Violencia policial
Violencia institucional Iridia consigue reabrir judicialmente el caso de una muerte por pistola taser policial
Es uno de los 56 casos en los que ha litigado la entidad de derechos humanos en 2023 y en los que hay un total de 156 agentes o funcionarios encausados.
Especulación urbanística
Especulación urbanística El pelotazo de Las Cárcavas: cuatro torres de apartahoteles crecen a la sombra del futuro trazado de Fórmula 1
Los vecinos del barrio madrileño denuncian el desarrollo desde hace un año de viviendas turísticas donde debían situarse equipamiento para el barrio, justo en la zona del futuro circuito de carreras urbano.
Elecciones
Debate electoral Imanol Pradales esquiva el debate sobre Osakidetza tras sufrir una agresión en un mitin electoral
Imanol Pradales y Eneko Andueza mantuvieron un excelente entendimiento: los socios de Gobierno atacaron a Pello Otxandiano en cada bloque. Pradales se palpaba más asustado que Andueza, que se comportó de forma histriónica.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.

Recomendadas

Historia
Historia Rubén Buren: “La memoria debe ser aquello que nos construye y nos une como ciudadanía”
El historiador y polifacético Rubén Buren coordina el libro 'La Segunda República', una oportunidad para dar a conocer este periodo a un público no especializado.
Culturas
Xirou Xiao “Mi mirada artística es constructiva y, por tanto, tiene en la educación su aliada”
La compañía de performers Cangrejo Pro; la exposición ‘Zhōngguó. El País del Centro’ o la película de Arantxa Echevarría ‘Chinas’ son algunos de los proyectos en relación a la comunidad china en Madrid con la impronta de Xirou Xiao.
Genocidio
Mkhaimar Abusada “Israel quiere quedarse en Gaza”
En esta conversación el doctor gazatí de Ciencias Políticas, Mkhaimar Abusada aborda la popularidad de Hamás en Gaza, las probabilidades de éxito israelí en la lucha por extinguir la insurgencia palestina o el futuro político del enclave.
Genocidio
Genocidio Clamor entre empleadas de las big tech ante la complicidad de Google con el genocidio israelí en Palestina
El gigante tecnológico de Silicon Valley ha firmado este mismo año un acuerdo de colaboración con Israel que, según sus propios trabajadores, puede aumentar la capacidad de videovigilancia y selección de objetivos militares a través de Google Photos.