2010: Presupuestos para Matar

Acción de calle de denuncia del Gasto Militar que suponen los Presupuestos Generales del Estado para el 2010 que se están debatiendo en estos momentos.

El pasado sábado día 12 de diciembre el grupo antimilitarista KEM-MOC ha realizado una acción de calle denunciando el Gasto Militar que se realiza en los Presupuestos Generales del Estado para el año 2010.

La acción de denuncia ha consistido en una representación en la cual los y las militantes se han echado al suelo, en varios espacios públicos de Bilbao, simulando las víctimas de las guerras.

Mientras, otros compañeros disfrazados de militares, pintaban a su alrededor las siluetas de sus cuerpos, muertos por las armas fabricadas gracias al importe para el Gasto Militar destinado en los PGE y utilizadas en conflictos armados de todo el mundo. Además en esta acción se daba voz al pueblo mediante unos bocadillos en los que se podían leer lemas de denuncia hacia las guerras.

Las acciones se han repetido frente al edificio de la Diputación de Bizkaia en la calle Gran Vía, frente a la sede del banco BBVA, en el Arenal y en las calles del Casco Viejo de Bilbao.

Comunicado de prensa:

2010 Presupuestos para Matar

Cuestionando la Preparación de la Guerra

Estos días se debate en el Congreso de los Diputados el borrador de los Presupuestos de 2010, unos presupuestos que, disfrazados de propuesta progresista, nos muestran el rostro de la muerte en forma de gasto militar. Lejos de constituir objeto de debate público, una vez más los próceres del estado usurpan a la sociedad civil la potestad de decidir qué se hace con su dinero, lo cual no es sino una consecuencia de la imposición de un determinado modelo de defensa que, según ellos, no se puede cuestionar. Nuestro cuestionamiento y denuncia de los ejércitos comienza con la denuncia de la preparación de la guerra.

Los datos enmascarados

En los Presupuestos Generales del Estado del 2010 se destina a gasto militar más de 18.000 millones de euros. Como viene siendo costumbre, la partida para el Ministerio de Defensa es poco más que la tercera parte de esa cantidad: también hay que tener en cuenta las clases pasivas, los organismos autónomos del Ministerio de Defensa, las partidas militarizadas de Interior, el Centro Nacional de Inteligencia y los programas de investigación militar, que van incluidos en la partida del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. El hecho de que el Gobierno esconda el gasto militar resulta revelador de la nocividad de lo que se quiere ocultar.

La guerra no es inevitable. Los ejércitos no son necesarios

En tiempos donde no se habla de otra cosa que de crisis, se nos vende la idea de unos presupuestos para hacerle frente. Nosotros nos preguntamos por qué tanto dinero invertido en financiar la guerra, las invasiones inhumanas a otros países, las armas y, en definitiva, la muerte, en lugar de incrementar el gasto social y ayudar al pueblo a salir adelante. Parece que no sólo la economía del monstruo capitalista está en crisis, sino también la moral de sus ínclitos gobernantes, si alguna vez la tuvieron.

Pese a lo que nos dicen, sabemos que la guerra no es inevitable. Lejos de constituir una fatalidad del destino o de surgir de forma imprevista, las guerras son decisiones políticas, cuyo origen hay que buscarlo en los intereses económicos de los países enriquecidos. Abogamos por la resolución dialogada de los conflictos y la abolición de los ejércitos.

Llamamiento a la cordura: llamamiento a la desobediencia

Aquí, en Euskadi, empresas como ITP o Sener son financiadas anualmente con dinero público para hacer la guerra en nuestro nombre.

Desde el MOC hacemos un llamamiento a la cordura y a la desobediencia para acabar con la locura militar desde su mismo origen: evitando la preparación de la guerra. Seguiremos, así mismo, exigiendo que las instalaciones militares pasen a utilizarse para fines sociales. Instamos a la sociedad civil a hacer Objeción Fiscal a los gastos militares, como vienen haciendo miles de objetores y objetoras fiscales que se niegan a pagar impuestos para la guerra.

Exigimos que el gasto militar se conviertan en gasto social. La única manera de acabar de raíz con la guerra es acabar con su preparación. Lo tenemos muy claro: Si vis pacem, para pacem