Acción ante el avión de guerra F-86 en el parque del Oeste de València para sacar a la luz las cifras de la inversión pública en la maquinaria de guerra.
Miembros del grupo de València de alternativa antimilitarista.moc [1] han hecho públicas hoy
sábado las cifras del gasto militar contenido en los Presupuestos
Generales del Estado para 2007 mediante una acción bajo el lema "NI UN
EURO PER A LA GUERRA" ante el avión de guerra F-86 Sabre que se exhibe
como monumento en el Parque del Oeste de Valencia. L@s antimilitaristas se
han situado alrededor del avión con una pancarta en la que se podía leer
«GUERRA = MENTIDES = P.G.E. = I+D MILITAR = EXÈRCIT = OTAN = GUERRA».
Efectivos de la Policía Nacional han impedido que la pancarta fuera
colgada de la estructura del avión e incluso han intentado intimidar a l@s
participantes para que ni siquiera la mostraran. Los agentes han
identificado a toda la gente presente.
El avión de guerra fue cedido por la clausurada hace años base aérea de
Manises al Ayuntamiento de Valencia, que no tuvo ningún reparo en emplazar
como monumento esta verdadera apología de la guerra y la violencia en un
lugar frecuentado habitualmente por niños y niñas.
Esta acción coincide con la tramitación parlamentaria de los Presupuestos
Generales del Estado para 2007. Tras su paso por las comisiones
parlamentarias, la semana próxima volverán al Pleno del Congreso. El
grupo alternativa antimilitarista - moc (valència) ha hecho público así un análisis
sobre los PGE 2007 (adjunto), con las cantidades de dinero público que irán a parar
a fines de tipo armamentístico, militar o represivo. No solamente el
presupuesto del Ministerio de Defensa es contabilizado, también otras
partidas contenidas en otros ministerios, como los programas de
investigación armamentistica (Eurofighter, tanques Leopard, submarinos,
helicópteros Tiger, misiles, etc) del Ministerio de Industria, las
misiones exteriores del Ejército y las aportaciones a la OTAN y la UEO del
Ministerio de Asuntos Exteriores, las pensiones militares. los
presupuestos de otros cuerpos armados como Policía Nacional y Guardia
Civil, en Interior, etc.
Según el grupo antimilitarista, "las cifras hablan claro: para el Gobierno español matar es más importante
que cuidar, curar, educar o el entorno". La maquinaria militar, policial y
armamentística recibirá el año que viene el 11,8% de todo el PGE, 22.400
millones de euros, 61 millones de euros diarios, un 5,7% más que el pasado
año. Esta cantidad representa, comparada con el presupuesto de otros
ministerios 7 veces más que para Industria y Energía, 13 veces más que
Agricultura, Pesca y Alimentación, 18 veces más que para Vivienda, 32
veces más que para Cultura, 10 veces más que para Medio Ambiente, o 26
veces más que para Sanidad y Consumo.
En el presupuesto de investigación y desarrollo (I+D) se reproduce el
mismo esquema. Los programas armamentísticos (y ofensivos) como los
citados más arriba recibirán casi 1600 millones de dinero público, es
decir, 5 veces más que el que recibe la investigación sanitaria, el doble
que recibe las universidades para investigar, 20 veces más que la
investigación agrícola, etc.
Para alternativa antimilitarista - moc, "estamos asistiendo a un verdadero
proceso de rearme del Estado español marcado por la doctrina OTAN que
empuja hacia arriba los presupuestos militares de los países miembros. Un
rearme que irracionalmente se pretende justificar sobre la mera
dinamización económica o creación de empleo ante la ausencia de amenazas
militares reales. Esta profundización en la dinámica armamentística de la
guerra y la violencia no sólo es éticamente rechazable desde un compromiso
sincero con la paz, sino que también es suicida pues nos coloca a los
ciudadanos como víctimas potenciales".
El colectivo antimilitarista propone a tod@s asumir nuestra
responsabilidad y rechazar estas políticas a través de su principal fuente
de financiación: la declaración de la renta. La objeción al gasto militar
la llevan a cabo desde los años ochenta varios miles de personas, que
desvían una partida de su declaración, la misma cantidad que en porcentaje
corresponde al gasto militar, hacia un proyecto u organización que trabaje
realmente contra las verdaderas amenazas (laborales, sociales,
económicas, políticas, ambientales) a las que tienen que hacer frente
cotidianamente las personas en todo el mundo.