Desde el pasado 11 de julio de 2005, una compañera del Colectivo de Objeción y Antimilitarismo de Zaragoza(AA.MOC) se encuentra en tierras colombianas coordinada con las gentes y grupos antimilitaristas de Medellín y con la Comunidad de Paz de San José de Apartadó. A continuación os remitimos una crónica de las actividades realizadas, en el contexto del conflicto colombiano, aportando informaciones y experiencias no recogidas casi nunca por los mass media del estado español que en estos días sí han informado de las excelentes relaciones del Presidente de Colombia con el gobierno de Zapatero o el de Bush, olvidando la realidad de su complicidad con los paramilitares y con la represión y el sufrimiento de todo tipo de organizaciones críticas (de DDHH., sociales, de izquierda...) y movimientos populares de Colombia.
Consideramos de gran interés toda esta experiencia al trasmitir la posibilidad de una lucha por la justicia desde unas convicciones pacifistas, antimilitaristas y noviolentas en una zona en la que el estruendo de las armas, la sangre de las víctimas inocentes y el uso de la mentira como arma de guerra se narran desde la experiencia directa y no desde lo que se oye por la televisión o la radio.
En primer lugar, hemos tenido conocimiento de las acciones antimilitaristas que se realizan en la ciudad de Medellín, donde la Red Juvenil (GRUPO ART- ACCIONANDO - RESISTIENDO - TRANSFORMANDO) promueve una serie de acciones en las que cada integrante del grupo de objeción por conciencia diseña una acción pública para manifestar su postura de resistencia a la guerra, procurando consolidar grupos de apoyo y solidaridad con la objeción, y desde luego con los objetor@s (puedes averiguar cómo apoyar a un objetor actualmente encarcelado «clickando» directamente aquí o yendo al comentario «posteado» al final de este artículo) ; se busca a través de esta estrategia crear referentes, en una ciudad como Medellín, en la que aún es muy difícil para la mayoría de l@s jóvenes creer que es posible encontrar una alternativa distinta a la participación en los ejércitos. Con su acción pretenden incidir en la opinión pública, evidenciando en el debate público, de un lado, todos los mecanismos que desde el gobierno nacional y local se vienen implementando para mantener las salidas militaristas al actual conflicto social y armado que vive Colombia, salidas que traen consigo que cada vez sean más los jóvenes que son obligados a vincularse a las fuerzas militares.
La Red Juvenil cuestiona el modelo patriarcal, autoritario y militarista en el que se está sustentado el actual aparato gubernamental. Son jóvenes que defienden la desobediencia a la guerra como un derecho legítimo, evidenciando de entrada el conflicto que se presenta entre la obligación de tomar las armas y la negativa manifiesta a empuñarlas.
El 20 de Julio tuvo lugar una primera acción en el Parque Bolívar de la ciudad de Medellín donde se realizó una acción directa noviolenta de boicot de una concentración militar. Cada activista del grupo pintó en su cuerpo una letra de la frase “no al militarismo vida digna ya” que se formó al entrar, para gritarla al instante en que empezó el acto castrense.
Ruta Pacífica de Mujeres
En segundo lugar, hemos conocido algo de la realidad de los indígenas del Cauca, región en la que, a finales de Julio tuvo lugar el Congreso Juvenil del Norte del Cauca, encuentro al que acudieron 2300 jóvenes de los distintos resguardos indígenas de la zona. Desarrollan un trabajo muy interesante desde la acción directa noviolenta.
Allí tuvo lugar la llegada de una marcha organizada por la Ruta Pacífica de las Mujeres, en la que participaron mujeres indígenas, campesinas, afrodescendientes y urbanas de todo el Cauca y de otras regiones. Se trataba de una visita de solidaridad con estos territorios que se encuentran en medio del conflicto armado que vive el país, con el objetivo de denunciar y visibilizar ante la opinión pública los efectos de la guerra en la vida de las mujeres, denunciando la violencia sexual, psicológica y política por parte de los actores armados y la vulneración de la identidad de las mujeres como víctimas de la guerra. Con su marcha por distintos territorios y carreteras pretenden desarrollar un ejercicio de resistencia, amor y compromiso, recuperando la tierra para la vida.
Esta organización exige de manera permanente la desmilitarización de la vida civil y del territorio y garantizar la autonomía y la permanencia de las comunidades que ancestralmente lo habitan, exigiendo el respeto a los derechos humanos y criticando todas las consecuencias de la guerra: enfrentamientos violentos, minas antipersona, ocupación de instalaciones comunitarias, reclutamiento de menores de edad, destrucción de bienes, etc.
En tercer lugar, y ya en Apartadó, en el departamento de Antioquia en Colombia en la Comunidad de Paz de San José de Apartadó.
(San Josesito) que está como a unos 12 km. del pueblo(Apartadó). En estos 12 km. tienen dos retenes de policía. Cada vez que los
campesinos bajan a comprar al pueblo tienen que identificarse y
enseñar todos sus bultos. Incluso una caja de medicamentos enviada por Médicos sin fronteras de Medellín fue registrada durante 15 minutos por si acaso llevaba «droga» para la guerrilla.
Se supone que la policía está allí para garantizar la seguridad y el bienestar de los campesinos, pero por ahora no llegan ayudas del estado: la carretera está sin arreglar, no tienen red eléctrica, no hay agua corriente, no hay letrinas, no tienen visitas médicas, y los niños llevan meses sin escuela. Ninguna de las necesidades básicas que el estado está obligado a dar a sus ciudadanos llega, y llevan desde abril viviendo en San Josesito. Las condiciones son bastante duras, pero la comunidad trabaja mucho y muy duro. Los líderes están amenazados y acusados de colaborar con la guerrilla. Incluso la policía los ha amenazado diciendo que si la
guerrilla ataca el puesto de policía que está en San José(unos
kilometros más arriba del asentamiento), atacarán el asentamiento de San Josesito.
El apoyo humanitario y los acompañamientos internacionales están
actúando en la zona y hacen una labor bastante importante, siempre
dirigidos por las necesidades y peticiones del consejo interno de la
Comunidad de Paz de San José. El consejo interno es el motor de la zona, en sus asambleas se revisan las necesidades, teniendo en cuenta a todos los campesinos que viven en las veredas y diferentes asentamientos
humanitarios de la zona. Aunque no todos se han declarado comunidades
neutrales, desde el consejo interno se tiene en cuenta su situación,
ellos son los que denuncian continuamente la situación a la que se ven
sometidos. Incluso hay otras comunidades que les piden asesoramiento
para comenzar a organizarse. Los acompañamientos internacionales, suponen para ellos seguridad.
Por último, nuestra crónica termina nuevamente en Medellín. La Comunidad de San José de Apartadó pertenece a la Red de Comunidades Campesinas y en estos días, algunos de sus representantes asisten a una reunión en Medellín, para asesorar a una comunidad del municipio de Dabeiba. Cuando ya se cumple casi un mes de estancia en Colombia, nuestra voluntaria nos transmite hasta qué punto la actuación de la policía, ejército y paramilitares está íntimamente relacionada siendo difícil a quienes habitan la zona hacer diferencias entre ellos.
Los campesinos de las veredas que pertenecen al municipio de Dabeiba, necesitan bajar a Dabeiba para abastecerse de alimentos mensualmente, pero cada vez que regresan a sus casas sufren requisas por parte de los paramilitares, con la excusa de que con esos alimentos abastecen a la guerrilla que se encuentra en la zona. Si la factura de la compra supera los 40.000 pesos, les requisan los alimentos, de esta manera los obligan a bajar cada 15 días al pueblo, el pasaje hasta el pueblo ya les cuesta 7000 pesos, (por una jornada trabajada le pagan a un campesino 12.000 pesos aprox.). Cuando bajan nunca saben si van a poder volver con vida a sus casas, además de arriesgarse, también ponen en peligro las de sus hijos que se quedan huérfanos y sin alimentos. Hace 20 días mataron a uno de los jóvenes (22 años y 4 hijos) de esta comunidad, desapareció y a los pocos días apareció el cuerpo.
La Red de Comunidades Campesinas les ofrece formación para la preparación de sus lideres (los representantes del consejo interno), formación sobre derechos humanos, estudian la situación de la población civil, y también tratan el tema de el estado colombiano como violador de los derechos humanos. Les facilitan móviles para crear una red de comunicación y poder hacer denuncias lo más rápido posible. Informan a las diferentes organizaciones internacionales de las que reciben apoyo y que pueden presionar al estado a través de las distintas embajadas de la existencia de estos móviles y de esta manera evitan que los requise el ejército.
Además la Red estudia las necesidades que tiene la población, en este caso la comunidad está sufriendo un bloqueo de alimentación,(se hace responsable al estado de esta situación y se denuncia ante las distintos organismos competentes), se hacen propuestas de autoabastecimiento y colaboración a través de las organizaciones que están en contacto con la Red de Comunidades Campesinas. Se les propone hacer una caravana con acompañamiento internacional para subir alimentos, y volver a poner en marcha una tienda comunitaria.
El arroz forma parte de la alimentación básica de los campesinos de la zona, se les ofrece la posibilidad de plantar arroz con un proyecto de semillas que tienen en San José. Otra de las necesidades básicas es la panela (azúcar de caña) lo usan para alimentar a los niños. En esta zona hay plantaciones caña que se están echando a perder porque no pueden usar el molino que está en el pueblo. Se les propone comprar una máquina para hacer un molino comunitario, y comenzar las gestiones para abastecer a otras comunidades.
Esta comunidad, al igual que San Josesito, no es escuchada por su alcaldía y por tanto no se cubre ninguna de sus peticiones, están sin electricidad, no pueden comprar ni moverse libremente, son intimidados e insultados por los paramilitares, los proyectos que se proponen para financiar sus necesidades no son tenidos en cuenta...