Según «El Norte de Castilla» de hoy 16 de Junio de 2005, ayer el
sociólogo Javier Alonso Torrens explicó en Valladolid cosas como ésta:
"Para mí, la despoblación es el indicador más importante. Cuando la
gente, por olfato, escapa, por algo será. Y de Castilla y León, la gente
escapa. La región ha perdido desde los años sesenta más de 400.000
habitantes... Hay que bajar un poco más abajo, irse a Extremadura y ver
que, con similar situación económica, las políticas están aumentando
población... Estamos llegando al 85% de la riqueza europea, convergemos
con ellos, pero los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez
más pobres. Aquí hay recursos. Entre las tres provincias con más
depósitos bancarios de España están Salamanca y Burgos. Pero, el 20% más
rico de Castilla y León disfruta del 42% del ’pastel’. Y el 20% más
pobre, del 7%.... ¿Cómo se puede atender con el 1% del PIB de Castilla y
León al 25% de necesitados de ayuda? Lo único que hacen así es tapar
agujeros. ".
Con perdón por la alabanza indirecta a Rodríguez Ibarra, conviene
señalar las medidas con que los políticos de Castilla y León afrontan la
situación. Según el mismo periódico: "Villanueva (consejero de industria
del gobierno autónomo) pide a Airbus más carga de trabajo para las
empresas de la región... se trabaja en esta línea con proyectos como la
fabricación de helicópteros, o nuevos vehículos especiales que pueda
adquirir el Ministerio de Defensa, por ejemplo. Todo ello para ver si se
puede ampliar el número de empresas de Castilla y León que logren
adjudicaciones que se decidirán en los próximos meses. «Es un trabajo
lento, pero que va dando resultados», concluyó Villanueva...".
Entre los logros de este brillante promotor industrial que es Tomás
Villanueva (para que no aborigenes conozcan la catadura del
personajillo: www.cntvall.org/tecdis), está en la rama militar el
siguiente según la edición de hoy de «El Día de Valladolid»: "Valladolid
participará a través de Aresa en la fabricación del avión de transporte
militar A400M , proyecto europeo dirigido por la división militar de
Airbus (Airbus Military) y compartido por países como Alemania, Bélgica,
Francia, Luxemburgo, Reino Unido,Turquía y España, a quien corresponde
en torno a un 15% del programa de desarrollo.
La factoría aeronáutica recién instalada en Boecillo (todavía no ha
inaugurado oficialmente sus instalaciones, aún sin rematar) sumará de
este modo su cuarto proyecto, después de haberse adjudicado la
fabricación de piezas para el A380 (el avión comercial más grande del
mundo, todavía en desarrollo y motivo de la instalación de Aresa en
Valladolid) y del Falcon 7x (pequeño avión de negocios), además del
futuro A350, modelo comercial de medio alcance cuyo compromiso de
fabricación, igual que sucede en el caso del A400M, todavía no se ha
anunciado oficialmente"
No nos aclara ninguno de los periódicos qué pasa con el A330, otro avión
de transporte militar, en este caso destinado a permitir que los otros
aviones repuesten en en vuelo, y promovido por la misma compañia, EADS,
cuya filial española es CASA. Compañia que recientemente, y gracias a
los buenos oficios del ministro Bono y su equipo, ha firmado programas
de 19.000 millones de dólares con el Reino Unido, y tiene en tramite
firmar uno de 14.000 millones con Estados Unidos, para abastecer de A330
a las respectivas fuerzas armadas.
Tales aviones se han vuelto particularmente necesarios a las fuerzas
armadas de los respectivos países "En un mundo en que las fuerzas aéreas
tienen cada vez más problemas para obtener permisos de escala para
repostar en otros países" (El Mundo, 1 de Marzo de 2005), vale decir, en
un mundo donde las políticas unilaterales de Estados Unidos y su aliado
británico cuentan cada vez con menos aliados. Así es como desde la
industria militar española se vela por no repetir "guerras ilegales como
la de Iraq".
Conclusión: este es un ejemplo de la política de desarrollo amparada por
Tomás Villanueva o cualquiera de su cuerda para Castilla León; su
’inteligencia e iniciativa’ le da para quizás pasar a la historia como
responsable de una «Fasa tecnomilitar» (Fasa Renault es un símbolo del
despertar industrial de Valladolid durante el franquismo), que aparezca
como solución a los problemas de despoblación en esta comunidad; fábrica
de unos materiales cuya única utilidad social es el consumo de materias
primas cada vez más escasas y la exportación de la guerra al precio de
inversiones millonarias. Quizás sea lo que deseamos.
Aresa, filial de Aries Estructuras Aeroespaciales (en Tres Cantos,
Madrid), iniciaba su andadura este mismo año en el Parque Tecnológico de
Boecillo, donde adquirió una parcela de 28.000 metros cuadrados para
levantar una factoría en la que ha invertido más de 68 millones de
euros.