Defensa lanzará al espacio dos satélites para controlar la inmigración
ilegal
El sistema permitirá localizar en alta mar barcos con rumbo a las costas
canarias y andaluzas y suministrará datos a los servicios de
inteligencia España será el primer país de la UE con un sistema propio de
observación
CÉSAR CALVAR/COLPISA. MADRID
EL PROYECTO
Satélites: El primero, de media resolución, será óptico y su desarrollo
correrá a cargo del CDTI. El segundo, más orientado a usos militares y de
seguridad, será radárico y de alta resolución.
Aplicaciones: El sistema facilitará la localización e interceptación en
alta mar de embarcaciones que se dirijan hacia las costas españolas.
Además, servirá para planear operaciones o maniobras militares y
prevenir catástrofes medioambientales, como vertidos o incendios.
Presupuesto: Contará con 325 millones de euros.
Plazos: El lanzamiento está previsto para 2010.
Órbita: Ambos girarán en sendas elipsis heliosincrónicas (recibirán en
todo momento la luz del sol) a una distancia de 700 kilómetros de la
Tierra.
El Ministerio de Defensa impulsa, en colaboración con Industria, un
Programa Nacional de Observación de la Tierra que prevé la construcción y
el lanzamiento al espacio de dos satélites con cobertura directa sobre
todo el territorio español y el norte de África. El sistema de
vigilancia será de doble uso, civil y militar, y servirá sobre todo para
controlar mejor las fronteras frente a la inmigración ilegal y
suministrar a los servicios de inteligencia información sensible para la
lucha antiterrorista.
Para 2010
El desarrollo del proyecto, dotado con 325 millones de euros de
presupuesto, corre a cargo del Instituto Nacional de Técnica
Aeroespacial (INTA) y el Centro para el Desarrollo Tecnológico (CDTI). Su
entrada en servicio, prevista para 2010, convertirá a España en el primer
país europeo que dispondrá de su propio sistema de satélites para
observación de la tierra, lo que le asegurará independencia operativa
respecto a terceros países. Según fuentes del Ministerio de Defensa, este
sistema facilitará la localización e interceptación en alta mar de
embarcaciones cargadas con extranjeros que se dirijan hacia las costas
españolas. Además, será útil a la hora de planear operaciones o
maniobras militares y prevenir catástrofes medioambientales, como
vertidos marítimos o incendios forestales. Defensa asegura que a partir
de la próxima década el país tendrá «un instrumento de primer nivel
tecnológico» para afrontar esos riesgos.
El programa prevé que el primero de los satélites, de media resolución,
será óptico y su desarrollo correrá a cargo del CDTI. El segundo, más
orientado a usos militares y de seguridad, será radárico y de alta
resolución, y de su puesta en órbita se ocupará el INTA. Tras el
lanzamiento, en 2010, ambos orbitarán en sendas elipsis heliosincrónicas
(de forma que recibirán en todo momento la luz del sol) a una distancia
de entre 500 y 700 kilómetros de la Tierra.
Centro de control
El nuevo sistema dispondrá de un centro de control, recepción, archivo y
distribución de datos, que estará ubicado en el Centro Espacial de
Maspalomas, en Gran Canaria. En la actualidad, esta base cuenta con tres
antenas de recepción, una de diez metros y dos de 1,8 metros, que reciben
datos provenientes de ocho satélites integrados en programas europeos en
los que participa España.
España carece en la actualidad de autonomía en este campo y se
beneficia, para la observación del planeta, de los programas Helios II y
Pléyades, en los que colabora haciéndose cargo de un 3 por ciento de su
desarrollo.
En 2007, Defensa tiene previsto gastar 357 millones de euros en
investigación, desarrollo e innovación (I+D+I). De ellos, 124,6 millones
corresponderán al INTA, organismo público de investigación especializado
tecnología espacial y aeronáutica. El presupuesto total de I+D+I, civil y
militar, para este año supera los 8.100 euros.
Este nuevo sistema complementará al dispositivo Frontex, impulsado en
2005, y que el Gobierno quiere mantener de forma permanente en las islas
Canarias.
A esta iniciativa se han sumado ya más de la mitad de los 27 países
miembros que constituyen la Unión Europea y ha triplicado sus recursos
económicos desde su puesta en marcha.