Protestas durante el “Mayo del 68″
Normalmente entendemos y explicamos los cambios revolucionarios, la lucha contra los paradigmas dominantes, como un movimiento social en el que prima la lucha, la sangre, el dolor y la muerte. La historia muestra una gran cantidad de estos ejemplos: las Guerras de Religión durante el siglo XVI, la Revolución Inglesa de Cromwell, la Independencia de las Trece Colonias, la Revolución Francesa, la Revolución Meiji, la Revolución Rusa… Podríamos extender la lista hasta el infinito y esto no contribuiría a entender la masiva automutilación que la humanidad ha venido practicando a sangre fría.
En este artículo venimos a mostraros los rudimentos básicos de una acción alternativa a la lucha de miedo y fuego que se había librado hasta el siglo XIX, la fuerza más poderosa y pacífica utilizada contra la injusticia. Un poder contra el que no sirven las armas, ni la presión internacional. Imperios interos, como el Británico, regímenes opresivos, como el Apartheid, injusticias sociales, como la marginación de la población negra, se han rendido ante su capacidad de demolición.
La Desobediencia Civil ha marcado un antes y un después en las manifestaciones y movilización sociales reivindicativas. Desde las protestas obreras del siglo XIX a las recientes feministas o universitarias contra el plan Bolonia, el modus operandi ha seguido unos principios similares que nacieron al socaire de la Revolución Industrial, tomaron forma en los escritos de H. D. Thoreau y se encarnaron en la figura paradigmática de Mahatma Gandhi.
Comenzaremos hablando de las características y estrategias de la Desobediencia Civil, pasaremos a citar algunos ejemplos a lo largo de la historia, nos detendremos a analizar dos de ellos con mayor detenimiento y, posteriormente, os ofrecemos una selección de textos, escritos por sus protagonistas más importantes, para así formarnos una idea más completa sobre este movimiento.
Henry David Thoreau, escritor de “La Desobediencia Civil”, 1849
Definición
La noviolencia podría definirse como toda práctica o metodología socio-política, conjunto de estrategias y procedimientos de lucha, forcejeo y presión político-social de carácter activo cuyo objetivo es influir en el curso de un conflicto o que sirve como base para su comienzo. Aunque no tenga mucha importancia en los manuales de Ideas Políticas[1], este movimiento no se presenta como una forma más de gobernar, de actuar, sino como una alternativa seria a las tradicionales formas políticas: “humanizar la política” o “hacer una política de rostro más humano”.
Estrategias
Los métodos más comunes de la noviolencia son los boicots, la no-cooperación[1], la desobediencia civil, la objeción de conciencia o lo que algunos han denominado “resistencia pasiva”. La renuncia al uso de armas como el eje principal de su doctrina y sus manifestaciones públicas ha marcado la naturaleza de este movimiento a lo largo de la historia.
La señora Parks fue el chispazo para la movilización por los derechos de los negros en EE.UU.
Características.
El centro sobre el que orbitan las diferentes acciones noviolentas es el “proceso de toma de conciencia[2]”, medio imprescindible para llevar a cabo la revolución pacífica[3]. Racionalidad, originalidad y creatividad se han de combinar para marcar las pautas correctas a seguir en el enfrentamiento por la “dignidad y la libertad humanas”[4]; proclama que se repite, directa o indirectamente, en todos los movimientos noviolentos a lo largo del siglo XX.
La noviolencia puede llegar a convertirse en un hábito de vida, como reza la teoría del “yogui”: “el mundo cambia porque nosotros cambiamos, si nosotros cambiamos cambiará el mundo con nosotros”. En este movimiento, mayoritariamente antibelicista[5], la solidez, la estabilidad, la madurez, la preparación interna lo es todo[6].
Los derechos que Thoreau, Luther King, Gandhi y otros muchos activistas defendían se parecían a lo que hoy día denominamos “justicia distributiva”, así como algunas concepciones del socialismo: había que garantizar la igualdad y la libertad, en proporciones medianamente prácticas y realistas; había que exigir a cada cual según sus capacidades y dar a cada cual según sus necesidades y había que respetar la integridad física de todos los seres vivos (animales y humanos).
Nelson Mandela luchó contra el Apartheid en Sudáfrica. Concibió su plan de acción en la cárcel.
También tiene cierta consonancia con el utilitarismo: maximizar el bien común al tiempo que se reducen los efectos negativos para la sociedad a la mínima expresión. ¿Cómo se puede calibrar esta afirmación? Es complejo. Mario López Martínez afirma que para ello “deberíamos preocuparnos de poder corregir los errores que se presentan tras una elección. Pero para que eso sea posible, es necesario que los errores sean lo suficientemente pequeños y, por tanto, corregibles; en otras palabras, debemos actuar de tal forma que nuestras decisiones sean reversibles”. En este punto, la ética, la política y la noviolencia confluyen en el mismo punto.
Pero la noviolencia defiende ideas que pueden coincidir son ciertas forma de pensamiento o doctrinas filosófico-religiosas. Tanto Gandhi como Luther King, por citar dos ejemplos relevantes, se apoyan continuamente en Dios: tanto como benefactor y guía en las acciones del noviolento, en el caso del primero; como inspirador del bien en el caso del segundo.
Martin Luther King en la “marcha sobre Washington”, donde leyó “I have a dream”
Historia
Algunos han querido ver sus raíces en el movimiento estoico greco-romano, en San Francisco de Asís, los cuáqueros y el mundo oriental (ahimsa). Pero debemos sobre todo a Thoreau, Ruskin, Tolstoi y Gandhi que la noviolencia adquiriera un corpus de actuación en parte sistematizado.
John Lennon y Yoko Ono contra la guerra de Vietnam
A continuación, más que hacer una enumeración diacrónica de la “historia de la noviolencia”, vamos a realizar una exposición de “la noviolencia en la historia”. Para ello, vamos a dividir los movimientos socio-políticos por su naturaleza y sus objetivos. Es cierto que dentro de cada grupo encontraremos algunos que se diferencian en apariencia, pero lo cierto es que siguen un patrón común: el movimiento de masas en busca de la construcción de un nuevo poder social y político; en otras palabras, un cambio de mentalidad, un cambio de paradigma mediante acciones que, si bien al principio fueron noviolentas en ocasiones terminaron por hacer uso de las armas.
Pasemos a ver con más detenimiento dos casos concretos para demostrar cómo se cumplen estas características expuestas, si no a la vez, si en distintas épocas y movimientos.
M. Gandhi dijo “el ruido de la rueca os hará libres” cuando luchaban, artesanalmente contra monopolio de algodón inglés
1) Mahatma Gandhi ya había luchado en Sudáfrica contra el imperialismo inglés., donde fue encarcelado. A su vuelta a la India contaba con gran experiencia y había discurrido largamente sobre el significado y el posible éxito de las luchas noviolenta. No llegaba a comprender cómo 100.000 soldados eran capaces de dominar a 300 millones de indios. Para desterrar al Imperio Británico de la “joya de la corona” apostó por una acción que pondría en un duro aprieto a la administración delegada: desafiaría el monopolio y los impuestos sobre la sal, así como la producción de prendas de algodón. Si lo detenían, multitud de ciudadanos se alzarían en su favor, si no lo hacían la población comenzaría a perder respeto a unas leyes imperiales que no podían con un simple predicador de masas. En cualquier caso, el gobierno británico se sentía impotente. De hecho, su último deseo era entrar en la cárcel, pero no lo dentendrían antes de llegar a la playa, pues hasta tomar la sal entre sus manos no habría cometido ningún delito.
2)
La lucha noviolenta de los negros de Nashville por los derechos de la gente negra[7] tuvo su comienzo en 1960. La segregación social era extrema en todos los lugares públicos. Ante esta situación los estudiantes de la universidad Fisk decidieron crear el “Comité Coordinado de estudiantes noviolentos”[8]. John Lewis[9] fue uno de sus miembros más activos.
Su primera labor fue preparar a la población negra que participaría en su proyecto para recibir todo tipo de improperios y maltrato en las acciones noviolentas que iban a llevar a cabo. Los siguientes días omenzaron a ocupar con normalidad los asientos de los bares en los que tenían prohibido el acceso, después boicotearon los mercados de los barrios blancos, apostaron por la “autarquía de los barrios negros”, el autoabastecimiento, la autoproducción. Así fue como lograron vencer el discriminatorio sistema bajo el que vivían. Nashville fue una de las primeras ciudades en reconocer los derechos de los negros. Tres años después sería la marcha sobre Washington, en la que Martin Luther King clamaría aquello de “I have a dream”.
Conclusión
Tanto en el caso de Gandhi como en el de Nashville encontramos que la noviolencia está basada en una concienciación civil de la población previa a la actuación, ambos buscan un cambio de paradigma socio-político mediante la acción pacífica, usando la inteligencia para hacer un uso correcto de las herramientas y la cobertura que les proporciona la legalidad para llevar a cabo sus objetivos. También en ambos casos, como apuntábamos anteriormente, se busca una acción masiva y coordinada, el boicot y la insumisión sirvieron en estos casos. No hizo falta recurrir al uso de las armas, más bien al contrario, no pocos indios y afroamericanos recibieron maltratos físicos indiscriminados por parte de la población blanca y la policía. Y también ambos coinciden en un aspecto: lograron los objetivos que se propusieron en un principio sin tener que derramar una sola gota de sangre. Este es el objetivo final de todo movimiento noviolento: la encarnación de unos ideales no utópicos de libertad e igualdad mediante una reivindicación ciudadana práctica, activa y pacífica.
A día de hoy, la desobediencia civil continúa practicándose en las anticumbres del G-20, las manifestaciones que reivindican derechos y políticas sociales, aquellas otras que protestan contra la guerra de Irak, de Afganistan, en favor de los derechos de la mujer o contra el mismo plan Bolonia, aún de tanta actualidad en los medios universitarios. Pero también la encontramos en contextos menos mediáticos, como la que llevaron a cabo, recientemente, los habitantes del Cabanyal en Valencia frente a las fuerzas policíacas que los agredieron sin ninguna consideración. Estemos o no de acuerdo con los ejemplos que he ido articulando a lo largo de este texto como significativos de esta corriente, lo que está claro es que la Desobediencia Civil es, a día de hoy, uno de los conductos de protesta, expresión y manifestación social más efectivos ante la omnipotencia de los poderes políticos y económicos a nivel mundial.
NOTAS
[1] El libro de J.Touchard, Historia de las Ideas Políticas, Tecnos, 1981; manual de reconocido prestigio en este campo, no contiene ningún apartado explícito dedicado a la Desobediencia Civil o la noviolencia.
[2] “[…] Llegué a comprender que lo que realmente estábamos haciendo era retirar nuestra cooperación de un sistema injusto […] Entonces pensé en la obra de Thorau Essay on Civil Disobedience. […] Me convencí de que lo que estábamos preparando para hacer en Montgomery se relacionaba en gran manera con lo que él había expresado. […] Quien acepta el mal pasivamente está tan mezclado con él como el que ayuda a perpetrarlo. Quien acepta el mal sin protestar, realmente está cooperando con él. […] Un hombre recto no tenía más alternativa que negarse a la cooperación un sistema injusto” LUTHER KING, M.; Un sueño de igualdad; La Catarata; 2001; p. 19
[3] “Por lo que he visto y oído en los últimos 15 días, me inclino a creer que el río de resistentes civiles seguirá creciendo de forma ininterrumpida. Pero que no haya ni asomo de alteración del orden público después de que todos nosotros hayamos sido arrestados. Hemos resuelto emplear todos nuestros recursos en la prosecución de una lucha exclusivamente no violenta. Que nadie cometa una irresponsabilidad en un momento de ira. Ésta es mi esperanza y mi plegaria. Quisiera que estas palabras llegaran a todos los rincones de la tierra.”. “Discurso previo a la marcha de la Sal”, pronunciado por MAHATMA GANDHI, recogido en Discursos de las voces de la democracia; 2007 y “ En nuestra protesta no va a haber ninguna cruzada de incendios. Ninguna persona blanca será arrojada de su casa por grupo alguno de negros encapuchados y asesinada brutalmente. No habrá amenazas ni intimidaciones. Nos guiaremos por los más altos principios de la ley y del orden” LUTHER KING, M.; Un sueño de igualdad; La Catarata; 2001; p.34
[4] “No negaré que haya planeado sabotajes. No los planeé con ánimo imprudente ni porque sintiera algún apego hacia la violencia. Los planeé como consecuencia de un análisis sobrio y sereno de la situación política que se había desencadenado después de muchos años de tiranía, explotación y opresión de mi pueblo por parte de los blancos”. VV.AA.; “Un ideal por el que estoy dispuesto a morirl”, pronunciado por NELSON MANDELA, recogido en Discursos de las voces de la democracia; 2007
[5] Pero deja de serlo cuando las opciones se agotan: “Sabíamos que sin violencia no habría modo de que el pueblo africano alcanzara el triunfo en su lucha contra el principio de la supremacía blanca. Todas las vías legítimas de expresar nuestra oposición a este principio habían sido cerradas por la legislación vigente y nos encontrábamos en una posición en la que teníamos que aceptar un estado permanente de inferioridad o desafiar al Gobierno. Nosotros optamos por desafiar la ley. Cuando rompimos por primera vez con la ley lo hicimos de un modo que evitaba todo recurso a la violencia; sólo a partir del momento en que se legisló contra esta forma y el Gobierno recurrió a la fuerza para aplastar la oposición a su política, sólo entonces decidimos responder a la violencia con violencia […]”. VV.AA.; “Un ideal por el que estoy dispuesto a morirl”, pronunciado por NELSON MANDELA, recogido en Discursos de las voces de la democracia; 2007
[6] “Un Satyagrahi (‘un noviolento’), esté libre o en prisión, siempre se alza victorioso. Solo se le vence cuando renuncia a la verdad y a la noviolencia, y hace oídos sordos a la voz de su interior. Si, por tanto, aun para un Satyagrahi existe algo como la derrota, sol él tiene la culpa” VV.AA.; “Discurso previo a la marcha de la Sal”, pronunciado por MAHATMA GANDHI, recogido en Discursos de las voces de la democracia; 2007
[7] Movilizaciones_en_Mississippi
[8] http://en.wikipedia.org/wiki/Studen...
[9] http://en.wikipedia.org/wiki/John_Lewis_(American_politician)
Aminatu Haidar reivindicó los derechos del pueblo Saharahui presionando al gobierno español, otoño 2009
BIBLIOGRAFÍA
-LÓPEZ MARTÍNEZ, M., “Noviolencia para generar cambios sociales”; en Enciclopedia de Paz y Conflictos, Consejería y Ciencia y Ed. Universidad de Granada, Granada.
-LUTHER KING, L., Un sueño de igualdad, Catarata, 2001
-THOREAU, H.D., Desobediencia civil y otros escritos, Tecnos, 2008
-VELASCO ARROYO, J.C., “Tomarse en serio la desobediencia civil”, en Dimensiones críticas de la filosofía política, año 1996, pp.159-184.
-VV.AA. Las voces de la democracia,
RECURSOS ELECTRÓNICOS
-http://www.zamarrismo.net/IMG/pdf/BREVE_HISTORIA_DE_LA_ACCION_NOVIOLENTA3.pdf
-http://es.wikipedia.org/wiki/
Manifestaciones contra el Plan Bolonia en la Universidad, otoño 2008