A las 13:00 h. cuando el desfile militar había apenas iniciado su tránsito por la Avenida Menendez Pelayo y al paso de su maquinaria de destrucción «Tanques Leopard», una pancarta de 30 metros cuadrados con el mensaje «Ningún Ejército defiende la Paz» fué desplegada desde un edificio situado en dicha calle, al tiempo que caían de la azotea del inmueble cientos de octavillas con mensajes antimilitaristas y contrarios a la celebración del desfile militar.
Miembros del Servicio de Información de Cuerpo Nacional de Policía retuvieron durante un par de horas a un grupo de pacifistas e intentaron sin éxito requisar las imágenes que estos habían grabado del desarrollo del desfile, que incluía el momento del despliegue de la pancarta.
Con esta acción el pacifismo sevillano manifestaba su rechazo a este evento, pues un año más y no obstante la crisis económica, se destinan amplias partidas presupuestaria a la organización de este tipo de acontecimiento para homenajear a las Fuerzas Armadas.
Asímismo, se quería denunciar la política militarista y armamentista del gobierno. A pesar de la insistencia en las labores humanitarias y en la profesionalización del Ejército con la que nos saturan los medios de comunicación -funciones que bien pueden ser desempeñadas por técnicos de la población civil- esta institución sigue siendo un reducto de los valores del franquismo.
El Ejército defiende los intereses de la economía global controlada por el capital, uno de cuyos ingresos principales es el tráfico de armas y la reconstrucción de las zonas de conflictos que el mismo sistema ha generado con el saldo de miles de muertos, desplazados y refugiados entre la población civil y una de las causas principales de la llegada de inmigrantes a nuestra tierra.
A pesar de la retirada de las tropas española de Irak, aún siguen contigentes militares en otras zonas,se cierran además acuerdos económicos con otros países para la exportación de armamento y se invierte más dinero en defensa que en la suma del Presupuesto destinado a a Salud, Educación, Medio Ambiente y Trabajo.
En muchos casos el gasto militar se enmascara como inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) y desde la propia Universidad se ejecutan proyectos destinados a lograr una mayor eficacia en el armamento lo que viene a significar una apuesta por la muerte en lugar de un avance en el cuidado y preservación de la vida.
Todo ello mientras de un modo cinico se siguen otorgando desde las inaituciones públicas premios a la contribución a la Paz y a la Cooperación.
Por estas razones, el pacifismo seguirá luchando desde presupuestos noviolentos, desde la Acción Directa y desde la Educación para la Paz para la abolición de los ejércitos. Se invita a la población civil de cualquier ciudad a no secundar esta muestra de valores patriarcales y antidemocráticos que nos recuerdan épocas de antaño que infligieron un gran dolor a nuestra población.
Video de la acción directa noviolenta:
http://www.youtube.com/watch?v=RSFMe4OKh4s
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