Tras la apuesta del movimiento el 15M por profundizar en las herramientas de desobediencia civil noviolenta como hemos visto en el bloqueo del Parlament de Catalunya contra los recortes propuestos por CiU o la paralización de desahucios, políticos y medios de comunicación han comenzado a mostrar una hostilidad sin precedentes hacia el movimiento.
Frente a esta campaña de desprestigio, se propone reivindicar la desobediencia civil como una herramienta legítima para construir un mundo mejor. Para ello, tomando prestada la idea de la campaña «Yo también lo hice», que denunciaba el juicio contra una sentada pacífica en 2009, proponemos llevar a la manifestación carteles mostrando a personalidades históricas que utilizaron la desobediencia civil noviolenta para luchar por sus derechos.
Estos son algunos ejemplos que puedes utilizar (los PDF en formato DINA3 están disponibles clicando sobre cada imagen) [1]:
Rosa Parks: se negó a ceder el asiento a un blanco y moverse a la parte de atrás del autobús como exigían las leyes racistas. A partir de su encarelamiento comenzó un boicot a las compañias de autobuses, convirtiéndose en la chispa que inició el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos
Mahatma Gandhi: es una figura mundial de la resistencia pacifica. Instauró métodos de lucha social novedosos como la huelga de hambre, y en sus programas rechazaba la lucha armada y predicaba la ahimsa (noviolencia) como herramienta de resistencia. Participo en muchas campañas de desobediencia contra la ocupación Británica en la India.
Henry David Thoreau: fue quien introdujo el concepto de desobediencia civil, al negarse a pagar impuestos debido a su oposición a la guerra de México y a la esclavitud en Estados Unidos. Tuvo una gran influencia en el desarrollo de posteriores ideas sobre pacifismo y noviolencia.
Martin Luther King: fue uno de los líderes del movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, luchando por acabar con la segregación y discriminación racial mediante la desobediencia civil y otros medios noviolentos.
John Lennon: músico y activista por la paz. Llevó a cabo numerosas campañas en contra de la guerra de Vietnam. Sus «huelgas de cama» contra la guerra tuvieron un gran impacto, provocando que fuera perseguido e intimidado por la policía de Nueva York.
Toro Sentado: desobedeció la imposición del Gobierno de Estados Unidos que confinaba a los indios en reservas, acampando en el valle de Little Big Horn. Fue asesinado tras negarse a obedecer a las autoridades que querían impedir su apoyo a la ’Danza de los Espíritus’, que profetizaba un fin no violento de la expansión colonizadora en las tierras indias.
En legítima desobediencia
El término desobediencia civil se atribuye a Henry David Thoreau, quien, en 1846, fue encarcelado por negarse a pagar impuestos al recaudador en protesta por la guerra de agresión de los Estados Unidos contra México y para denunciar la política esclavista del Estado de Massachussetts.
La desobediencia civil consiste en la desobediencia colectiva, pública y organizada a una ley que se considera injusta en sí misma o representativa de una situación de injusticia. La desobediencia civil es una intervención
sociopolítica que toma cuerpo en un acto voluntario, intencionado, premeditado, consciente, público,... que supone la violación de una o varias normas; normas cuya validez jurídica puede ser firme o dudosa pero que son consideradas inmorales, injustas e ilegítimas por quienes practican tal desobediencia. Una desobediencia que persigue un bien para la colectividad, no un beneficio para quien la practica, y que es
tanto una apelación a la capacidad de razonar y al sentido de justicia de dicha colectividad, como un acto “simbólico” que busca ocasionar un cambio en la legislación. Aunque es prácticamente imposible dar una
definición que abarque la cuestión en toda su amplitud; máxime si se tiene en cuenta que, a la postre, la Desobediencia Civil se define tanto en la práctica como en la teoría.
Lo que la desobediencia civil plantea es un conflicto fundamental: legitimidad frente a legalidad, la legitimidad de la acción política participativa radicalmente democrática frente a la injusticia muchas veces encubierta de legalidad. Es una herramienta política precisamente por su carácter público (trasciende lo privado y tiene
significación social) y pedagógico (se trata de expresarse colectivamente mediante actos ejemplarizantes, que motivan, que enseñan, que provocan).
La desobediencia civil no busca, a diferencia de otros modos de hacer política, imponerse sobre el conjunto de la sociedad. L@s desobedientes lanzamos mediante nuestra acción organizada y pública una interpelación a la sociedad desde la base social, es decir: creemos en la legitimidad de los debates o propuestas que sacamos a la luz. Su legitimidad se basa en esta búsqueda de la transformación y de la mejora social mediante convicciones y procedimientos éticos compartidos.
Original aquí
Original aquí
Original aquí
Original aquí
Original aquí