El periódico Diagonal nos ofrece en su número 21 un muy interesante monográfico sobre el comercio de armas y la industria militar del el Estado español. Reproducimos en INSUMISSIA tres de los artículos que forman parte del monográfico, así como las tablas de datos que los acompañan, con números e informaciones bien actuales sobre las complicidades españolas en el comercio mundial de la muerte.
ENVÍOS DE ARMAMENTO A PAÍSES EN CONFLICTO
VENDER ARMAS A TODA COSTA
La exportación de armas aumentó en 2004 casi un 6% con respecto a 2003, en una tendencia creciente denunciada por grupos antimilitaristas y ONG.
Diego Sanz Paratcha
Madrid
En sus frecuentes análisis sobre sectores con futuro, la prensa económica suele olvidar uno de las industrias con mejor presente: la fabricación de armamento y material militar. Las estadísticas mundiales registran un aumento del gasto en armas desde finales de los ’90, y las cifras de exportación de armamento por parte del Estado español muestran en consecuencia una subida paralela: entre 2000 y 2004 las ventas al exterior pasaron de 138 millones de euros a 405 millones.
Estas cifras oficiales son las que cada año examinan con lupa organizaciones antimilitaristas y ONG. El diagnóstico común es la falta de transparencia y los frecuentes casos de violaciones de las propias normas internacionales asumidas por los gobiernos españoles, incluido el actual. Según el último informe emitido por la Escola de Cultura de Pau en colaboración con diversas ONG, al menos el 30% de las transferencias en 2004 podrían violar el Código de Conducta de la UE en materia de exportación de armas.
No se trata de un cálculo forzado para aumentar el porcentaje: si bien el informe incluye los seis millones de euros ingresados por la venta de armas a EE UU como causa de preocupación por la presencia de este país en Iraq, no contempla las exportaciones al Reino Unido que alcanzaron los 87 millones de euros, pese a que este país también participa en una ocupación denunciada por sus repetidas violaciones a los derechos humanos.
Además del caso de EE UU, el Estado español exportó armas en 2004 a países como Arabia Saudí, Sudán, Israel, Colombia o Marruecos. Se trata de zonas inmersas en conflictos de diferente intensidad donde los actores armados, gobiernos en su mayoría, son denunciados por violar los derechos humanos. Así, las armas y material antidisturbios que Arabia Saudí ha adquirido del Estado español por 23 millones de euros serán aplicadas en la versión local de la ’guerra contra el terrorismo’ que está ejecutando EE UU en todo el mundo, mientras el gasto en educación o en sanidad no alcanzan los niveles del gasto en defensa.
La Escola de Cultura de Pau ha señalado el agravante de que en algunos casos estas transacciones no aparecen en las cifras oficiales. Según explica a DIAGONAL Tica Font, investigadora de este centro, la disparidad entre los datos del ministerio de Industria y los datos de aduanas hace posible este camuflaje de la venta de armas. El análisis de las exportaciones en 2004 destaca el caso de Ghana y Sudán, países sobre los que pesan embargos armamentísticos internacionales, y a los que el Estado español exportó entre 2003 y 2004 munición por 3,6 millones de euros y armas largas por ocho millones de euros, respectivamente.
Los dientes de la diplomacia
Tampoco aparece la cesión de dos aviones C212 al Ejército colombiano, inmerso en un conflicto fronterizo y político con Venezuela y en una guerra civil desatada con diferente intensidad desde hace más de tres décadas. En Colombia, que dedica más al gasto militar (un 19% del presupuesto) que al gasto sanitario, las armas españolas van a parar al bando gubernamental en su guerra contra la insurgencia y las comunidades civiles de paz. Así, la promesa por parte de Bono de donar otros cuatro helicópteros al Ejército colombiano, así como la posible venta de 21 aviones con «mejor precio garantizado» han sido vistos por la prensa colombiana como intentos por equilibrar la balanza tras las polémicas ventas de material militar a Venezuela.
Pero el 79% de las ventas se realiza a países socios de la OTAN o de la Unión Europea. El proyecto conjunto del caza Eurofighter es uno de los principales factores en el aumento de las exportaciones militares experimentado en el último lustro. El Gobierno noruego llegó a retirar la financiación a la empresa española EADS-CASA, participante en el consorcio del Eurofighter, por fabricar bombas de racimo, reconocidas internacionalmente por sus efectos le-tales incontrolados entre la población civil. Se trata, junto con los mandos conjuntos en Afganistán y las misiones todavía activas en los Balcanes, de un posible «motivo de preocupación» al evaluar la exportación global de armas.
DOCUMENTADOS NUMEROSOS EMBARQUES
DEL PUERTO DE SANTANDER
A PAÍSES EN CONFLICTO
A pesar de que la legislación lo prohíbe, el puerto de Santander lleva años exportando armas a países que no respetan los DD.HH.
Colectivo Desobedece las guerras
Santander
El Estado español es uno de los países de la UE que menos información suministra del comercio de armas, incumpliendo sistemáticamente su propia legislación. El Real Decreto que regula el Comercio Exterior de Material de Defensa y Material de Doble Uso, recoge el poder denegar, suspender o revocar dichas exportaciones «cuando existan indicios racionales de que el material bélico pueda ser empleado en acciones que perturben la paz, la estabilidad o la seguridad a nivel mundial o regional, así como cuando se vulneren compromisos internacionales contraídos por España».
En 1999 se aprobó el Código de Conducta de la UE que prohíbe la venta de armamento a paises sancionados por la ONU o la UE, en conflicto, militarizados, que amenacen la estabilidad regional, que violen los Derechos Humanos, que exista riesgo de que las armas se desvíen a terceros o que tengan dificultades económicas.
En Diciembre de 2001, el Pleno del Congreso aprobó por unanimidad una Proposición No de Ley por la que el Gobierno español se comprometía a no autorizar exportaciones cuando no se cumplieran los criterios señalados en el Código de Conducta de la UE.
Cantabria es protagonista muy directa de este comercio que ocasiona tantos miles de víctimas cada año, pues desde el puerto de Santander se han exportado y continúan exportando miles de toneladas de armas a zonas en conflicto y países que vulneran los derechos humanos más elementales, vulnerando la actual normativa reguladora de la exportación de material militar.
El puerto tiene una larga tradición y las armas provenientes de sus muelles ya habían llegado en años anteriores a países como Myanmar, Perú, Kuwait, Turquía, Irak, Filipinas, Pakistan, Nigeria, Etiopía, Zaire, Guinea Bissau. La exportación de armas a todos estos países viola varios de los requisitos exigidos por la UE y la legislación española en lo referente al respeto de los derechos humanos más elementales, protagonizar conflictos armados, poseer un alto nivel de militarización, o padecer grandes dificultades económicas.
ENVÍOS DE ARMAS (desde el puerto de Santander)
AÑO 2005
25-4 05 Buque Danica White > MARRUECOS
20-5-05: Buque Danica Green > INDONESIA
AÑ0 2004
19-5-04: Buque Danica White > OMAN
20-7-04: Buque Lynx > INDONESIA
29-7-04: Buque Wajdi Arab > ARABIA SAUDí
29-7-04: Buque Pegasus> COLOMBIA y COSTA RICA
17-9-04: Buque Puma > MALASIA
AÑO 2003
1-4-03: Buque Nils B > MALASIA
13-8-03: Buque Jenclipper > SUDAN
22-9-03: Buque Sea Lion > EL SALVADOR
25-9-03 Buque Thor Mette > INDIA Y MALASIA
3-12-03: Buque Hanne Danica KUWAIT
22-12-03: Buque Danica Red > PANAMA
Fuente: INVESTIGACIÓN DE DESOBEDECE LAS GUERRAS
INTERESES EMPRESARIALES EN LAS CAOMPAÑÍAS ESPAÑOLAS DE ARMAMENTO
ALCATEL
AMPER
BANCO DE BILBAO VIZCAYA
ARGENTARIA
BANCO ZARAGOZANO
CAJA DE AHORROS PROVINCIAL DE SAN FERNANDO, SEVILLA Y JEREZ
CAJA MADRID
CONSTRUCCIONES Y AUXILIAR DE FERROCARRILES
DAIMLER-CHRYSLER
EL CORTE INGLÉS
EL MONTE
ERICSSON
IBERIA
IBM
NISSAN MOTOR IBÉRICA
ROLLS ROYCE
S.A. ESPAÑOLA DE LA DINAMITA Y DE PRODUCTOS QUÍMICOS (PRIVILEGIOS A. NOBEL)
SAINCO
SANTANA MOTOR
SIEMENS
SOCIEDAD ESPAÑOLA DEL ACUMULADOR TUDOR
TELEFÓNICA
ZODIAC ESPAÑOLA
Fuente: REVISTA OPCIONS, Número 5 (2002)
PRINCIPALES EMPRESAS PRODUCTORAS EN EL ESTADO
EMPRESA | PROPIEDAD | PRODUCCIÓN |
---|---|---|
CASA (Construcciones Aeronáuticas S.A.) | Integrada dentro del consorcio EADS (European Aeronautic Defence and Space Company) y con participación de Daimler-Chrysler Aerospace (Alemania) y Aérospatiale Matra (Francia) | Aviones de transporte militar, de combate y de entrenamiento. Satélites |
Izar Construcciones Navales S.A., Madrid | Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) | Construcciones navales militares |
Indra S.A., Alcobendas (Madrid) | Accionistas privados | Simuladores para aviones, carros de combate y helicópteros, equipos electrónicos para la guerra y sistemas de comunicaciones |
General Dynamics-Santa Bárbara Sistemas, Madrid | General Dynamics, Estados Unidos | Armas ligeras, vehículos blindados, explosivos y piezas de misiles |
Industria de Turbo Propulsores, Zamudio (Bizkala) | Accionistas privados | Motores y turbinas de aviación |
Gamesa Industrial S.A., Alaba-Araba | Accionistas privados | Componentes y subconjuntos en materiales compuestos para aviones militares. |
Explosivos Alaveses S.A., Madrid | Accionistas privados | Proyectiles, bombas, espoletas |
Iveco-Pegaso S.L., Madrid | Iveco | Vehículos militares |
Fuente: REVISTA OPCIONS. NÚMERO 5 (2002)
INDUSTRIA MILITAR
UN PARÁSITO EN LAS CUENTAS PÚBLICAS
El Estado es el principal cliente de una industria
militar privada, derrochadora e indiferente a las
consecuencias éticas de su actividad.
La industria militar española se desarrolló bajo el amparo del sector público y dentro del antiguo Instituto Nacional Industria (INI), hoy Sociedad Española de Participaciones Estatales (SEPI), creando cuatro grandes industrias para cada uno de los cuatro subsectores militares. La Armada para Bazán, hoy Navantia; el aeronáutico para CASA, hoy EADS-CASA; el de armamentos y municiones para Santa Bárbara, hoy General Dynamics; el electrónico para Inisel, hoy Indra. Estas cuatro grandes industrias representan el 70% de la facturación y agrupan al 80% de la mano de obra de los 13.500 trabajadores del sector. De ellas, tan sólo Navantia persiste al 100% como empresa pública.
Estas cuatro empresas habían producido millonarias pérdidas a lo largo de toda su historia, 250.000 millones de pesetas en los últimos diez años de titularidad pública, y sólo fue posible su enajenación a través de ofrecer óptimas condiciones a los compradores. La electrónica Inisel se fundió sin compensaciones con Ceselsa y nació Indra, a la que el Estado encargó el desarrollo electrónico de la mayoría de su armamento (blindados, aviones y buques de guerra). Santa Bárbara se vendió a la estadounidense General Dynamics por el ridículo precio de cinco millones de euros mientras se le aseguraba una carga de trabajo de 2.600 millones de euros (blindados Leopard, Pizarro y municiones). En el caso de CASA, tras su fusión con el consorcio europeo EADS, SEPI mantiene un 5,6% del accionariado y el resto está en manos privadas en Francia, Alemania v Gran Bretaña. Respecto a Navantia, su historia es ruinosa y las pérdidas acumuladas en los últimos años eran de 635 millones de euros en el sector militar y 2.454 millones de euros en el civil, y si mantiene expectativas es gracias a las ayudas del estado para sacarla de la bancarrota.
Pero además, todas las industrias militares son parasitarias del ministerio de Defensa. Si se observan los cuantiosos recursos que se dedican a inversiones para las fuerzas armadas previstas en los presupuestos del Estado para el período de 2005 al 2020, estos alcanzan la voluminosa cifra de 30.000 millones de euros, de la cual 26.200 son para la adquisición de nuevas armas y el resto para mejorar instalaciones militares. Y el Estado es el principal cliente, solo alrededor de un 20% va a la exportación, y además inyecta cuantiosas ayudas, 12.710 millones de euros en los últimos diez años a la investigación y des-arrollo de nuevos armamentos. Ayudas que representan el 37% del total de 1+D en ese período.
Dejando a un lado la cuestión moral, las armas no solucionan los conflictos sino que los agravan, pero no hay espacio para desarrollar este aspecto, impiden el desarrollo a través de la ineficiencia económica de esas industrias. Esto es debido a la dependencia directa de la industria militar del ministerio de Defensa. Estas no desarrollan ningún tipo de control sobre los costes de producción debido a la falta de competencia, así los proyectos militares cada año aumentan de precio. Esa falta de costes de oportunidad entorpecen y traspasan su ineficiencia a la industria civil que de esta manera se ve privada de I+D y bienes de capital para su desarrollo.
Con lo cual, el supuesto beneficio del trasvase de tecnología al sector civil es una perversa invención del entramado de miembros del complejo militar industrial español.
El autor
* Pere Ortega es investigador en paz y desarme