Gaza, una vez más. Sobre las causas de los enfrentamientos internos entre facciones palestinas

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Una vez más, muerte en Gaza. Una vez más, enfrentamientos entre palestinos en Gaza. La situación se está convirtiendo en simplemente insoportable, no es sólo cuestión de enfrentamientos por motivos políticos, se trata de que las condiciones de vida son tales que los grupos familiares se han armado y se practica la lucha por la supervivencia.

Esto no está en la naturaleza de los palestinos, como algunos pretenden. Se trata de una situación voluntariamente creada por la potencia que sigue siendo legalmente ocupante aunque haya dicho que se retira, pero que mantiene el control efectivo del territorio, de sus fronteras por tierra, mar y aire, y de los movimientos de personas y mercancías. Esta supremacía la ejerce en forma que incita la degeneración anárquica de la convivencia en Gaza, privando al Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina de cualquier medio efectivo de control de la situación, e impidiéndole actuar al mantener el embargo sobre los impuestos palestinos que Israel recauda y retiene.

La reciente dimisión del independiente Ministro del Interior palestino pone sobre la mesa la urgencia de una solución a la situación, si no es que se pretende que la vida en Gaza descienda aún más peldaños desde todos los puntos de vista.

La voz de alarma viene desde ambas partes de las fronteras. Lo advirtió el Ministro de Información de la ANP, Mustafá Bourghati, en su reciente visita al Intergrupo Parlamentario por Palestina. Lo advirtió también en Madrid, en visita aún más reciente al Intergrupo, el Director del Alternative Information Center, el israelí Sergio Yahni.

Si se continúa el aislamiento del Gobierno de Unidad palestino, si se le bloquean los fondos que legítimamente le pertenecen, si continúa el embargo de la ayuda económica europea, si se siguen introduciendo armas y más armas en Gaza, si se impide toda actividad económica, si se sigue provocando la escasez alimentaria, la situación en Gaza puede explotar con unas consecuencias completamente incontrolables.

Es urgente, realmente urgente, para la población palestina, pero también para la seguridad de todos, evitar un mayor deterioro, evitar el estallido que puede llevarse por delante la seguridad de todos, y desde luego, las esperanzas de paz.

Hay que permitir que el Gobierno palestino gobierne, dándole las condiciones materiales para ello.

Pronto, muy pronto, será demasiado tarde.