ANTECEDENTES.
1. Soy abogada titulada de la Universidad de Antioquia, desde antes de terminar mi carrera profesional me dedicaba a la labor de defensa de derechos humanos. Desde el año 2002 he estado vinculada a la Red juvenil de Medellín, organización antimilitarista y noviolenta, que ha sido el eje de mi labor política y de cuestionamiento severo a la institución estatal en Colombia. A través de artículos que he escrito, he tratado de destacar la existencia de juicios políticos, los diferentes tipos de “delincuentes” políticos, el rasgo especial que ha tenido el delito político en Colombia y la validez de los procesos de ruptura dentro de un sistema judicial como el nuestro. Así como de manera reiterada he denunciado la violación de derechos humanos de los jóvenes en Medellín. Y MI LABOR POLÍTICA Y DE OPOSICIÓN NO HA IDO MÁS ALLÁ DE LO QUE AQUÍ AFIRMO. Nunca he usado armas, ni pertenezco a ninguna organización armada y mucho menos, recluto jóvenes para estos grupos.
2. El día 18 de octubre de 2006 a las 9:30 pm; llegaron a mi casa la Fiscalia, El CTI y el CEAT, con una orden de captura en mi contra por el supuesto delito de rebelión
3. Desde este día me encuentro privada de mi libertad, lo que no es extraño dentro de este sistema judicial inquisitivo, que primero priva de la libertad y luego investiga.
4. La fiscal seccional delegada de Santa Bárbara Antioquia, dictó medida de aseguramiento en mi contra y negó detención domiciliaria a través de una decisión paupérrimamente motivada. Motivo por el cual mis defensores interpusieron los recursos de ley, los cuales se encuentran corriendo y con respecto a los que solicito a ustedes estar vigilantes, puesto que a la fecha no he sido notificada de la respuesta al recurso de reposición interpuesto el día 31 de octubre de 2006.
LOS HECHOS QUE QUIERO DENUNCIAR.
1. El jueves 9 de noviembre de 2006 a las 9:00 a.m. fui trasladada por guardianes del INPEC y por dos policías hasta los calabozos del sótano de la alpujarra. En ese momento no supe quien ordenó esta remisión, extraña, de la cual sólo me enteré un rato antes de partir. Ni yo, ni mi abogada defensora sabíamos de esta diligencia, fue de manera improvisada que me sacaron de la reclusión y me llevaron a la alpujarra.
2. Mientras estuve en el calabozo de la alpujarra, a todo el frente de ese cuarto, a unos 6 u 8 metros, hay un pequeño hueco en la pared, de unos 20 cm x 20 cm. A través de ese hueco vi personas que me observaban y cuando yo las miré tratando de enfrentarlas se retiraron, pregunté al guardia que había allí quienes pasaban por ahí y el me respondió que mucha gente, ascensoristas, trabajadores..., no le dio importancia a mi inquietud.
3. Desde las 9:15 a.m. estuve en ese calabozo, dentro del cual me sentí observada por gente extraña. Como a las 2 horas de estar allí, un guardia se me acercó y me dijo que la fiscal pretendía mandarlo a él a que buscara 6 mujeres parecidas a mí. Función que por supuesto él no cumplió. Solo a las 2 horas de tenerme allí, la fiscal se dispuso a buscar a las mujeres para el reconocimiento. Un rato después, simplemente se canceló la diligencia porque no consiguió mujeres parecidas a mí.
4. Dos horas estuve en ese calabozo sin saber quien me observó. La fiscal 57 seccional ordenó que me remitieran a una diligencia de reconocimiento y no se ocupó de lo que requería para la práctica de la diligencia. Tampoco se ocupó de poner en conocimiento de mi defensor la práctica de la diligencia. ¿si la finalidad de mi traslado era practicar una diligencia de reconocimiento, ¿por qué la fiscal no se ocupó de lo mínimo que requería para su práctica?
5. Después de la repentina cancelación de la diligencia. Nos dispusimos a salir, me esposaron y cuando llegamos al parqueadero de los calabozos en el cual habían carros parqueados con vidrios oscuros, a través de los cuales yo no alcanzaba a ver quien me miraba; el guardia me comunicaba que teníamos que salir a la calle, según ellos, no podían entrar el carro al parqueadero. Proteste diciéndoles que a mi me conoce mucha gente en la alpujarra -soy abogada- y ellos haciendo caso omiso, lo único que respondieron fue que “salimos rapidito” la salida fue una exhibición mía al frente de la alpujarra; el carro estaba ubicado junto a la estación antigua del tren y por todo este tramo me pasaron esposada como la mas miserable rea.
6. Por fin, regrese al patio, sin entender la verdadera finalidad de esta remisión y llena de dudas con respecto a quienes me observaban por el hueco, quienes me observaban en la salida de la alpujarra. Porque una fiscal programa una diligencia, ordena mi remisión y no se ocupa de lo mínimo para realizar la diligencia, como si la verdadera intención no fuera practicar el reconocimiento.
7. En horas de la tarde de este mismo día, se me da a conocer un fax de la fiscal 57 seccional en la que anuncia que al otro día viernes 10 de noviembre de 2006, realizaría reconocimiento en filas en las instalaciones del Buen Pastor a las 10:30 a.m. el asesor jurídico de la cárcel me encarga buscar 6 mujeres parecidas a mi. Inmediatamente le doy a conocer a él que sin la presencia de mi defensor contractual de confianza, yo no participaré de la diligencia.
8. El viernes 10 de noviembre de 2006 a las 9:00 a.m. me envían razón de la oficina jurídica que llame a mi abogada y le diga que se presente a las 10:15 a.m. en punto en la cárcel, a las 10:30 a.m., me sacaron del patio a la oficina jurídica para que hablará por teléfono con la fiscal, al rato después de mucho secreteo entre el guardián y la secretaria, me dicen que no, que la fiscal ya viene en camino, que la espere y que hable con ella personalmente.
9. Aparece la fiscal y me saluda: buenos días NATALIA, cómo estás? Le aclaro seriamente que mi nombre es Claudia Andrea, ella ni se disculpa, solamente se ríe (NATALIA es el supuesto alias que me otorgan los reinsertados que me acusan).
10. Por la forma como ésta señora me presionó e intentó forzar la realización de la diligencia, se que ella no tenía conocimiento de que soy abogada. Trataba torpemente de explicarme el procedimiento jurídico que conozco de memoria y de sostenerme con argumentos plausibles que nombrándome un defensor de oficio a la fuerza, estaba dentro de la ley.
11. Dentro de su afán porque se hiciera la diligencia, la señora Gloria Elena, dijo al asesor jurídico que llamara a las 6 mujeres. Él amablemente me preguntó si fue que cambié de opinión, cuando le respondí que no, él, no las llamó.
12. La fiscal desesperada intentó sostener que ella había buscado a mi abogado y él no aparecía. Me mostró dos constancias en las que llamaron al abogado Mauricio Bohórquez a un número que no es el suyo. Además mi defensor contractual es el señor Alejandro Fernández, quien hasta el momento no tenía conocimiento de lo que ocurría.
13. Cuando le aclaré que mi abogado principal era el Dr Alejandro Fernández, intentó convencerme que era la fiscalia de Santa Bárbara quien me nombró uno de oficio. Finalmente optó por pedirme el número telefónico de mi abogado.
14. Aproximadamente a las 12 del mediodía el asesor jurídico de la cárcel Buen Pastor, me comunica que la diligencia ha sido cancelada.
15. Debo resaltar que la prueba que tiene la fiscalia para acusarme de rebelión es el dudoso testimonio de varios reinsertados que no conozco- justo antes de mi indagatoria, apareció un quinto testimonio que es justo en el que se sustenta la fiscalia para mantenerme privada de la libertad. Que esta única prueba en mi contra, tiene que reforzarse, por lo menos con un reconocimiento físico que hagan ellos de mi. Y que fácilmente podrán hacerlo, por el trabajo que hago en derechos humanos en la Red juvenil de Medellín me conocen gran cantidad de personas, en charlas que he dictado, ponencias, seminarios, foros, procesos de formación. Además en la asesoría jurídica donde soy reconocida por cantidad de personas de diferentes zonas de la ciudad y por lo que atiendo a jóvenes que requieren mis servicios sin conocer su procedencia. Por que mi foto ha sido publicada en Internet, porque en la sede de la red juvenil se mantuvo durante un largo período de tiempo exhibida mi fotografía, porque en el expediente reposa mi retrato y sobre todo por los hechos ya descritos el 9 de noviembre del año en curso.
Por todo lo anterior, denuncio ante ustedes lo sucedido los días 9 y 10 de noviembre, la forma tan irregular como la fiscalia quiere legitimar la prueba que sustenta mi injusta detención y el atropello no solo a mi defensa y a la lealtad procesal, sino también a mi dignidad profesional del derecho y como defensora de derechos humanos al exhibirme esposada en el palacio de justicia.
Espero y agradezco su pronta acción al respecto
Fraternalmente
CLAUDIA ANDREA MONTOYA HERNÁNDEZ
CC 43.617.477