Declaración ejecutiva del WRI sobre la escalada de violencia en Israel-Palestina, octubre de 2023.
Mientras la guerra a gran escala vuelve de nuevo a Israel-Palestina, recurrimos a la declaración fundacional del WRI, según la cual «la guerra es un crimen contra la humanidad». Por ello, estoy comprometida a no apoyar ningún tipo de guerra y a luchar por la eliminación de todas sus causas."
A veces la guerra se combate con bombas y balas. A veces se combate restringiendo el acceso a los recursos que permiten a las personas satisfacer sus necesidades básicas y a la humanidad florecer. Como antimilitaristas, podemos rechazar y condenar siempre tanto la violencia inmediata, deliberada y organizada que acapara titulares y conmociona al mundo, como reconocer simultáneamente que la violencia que se ha producido en Israel-Palestina desde el sábado 7 de octubre tiene sus raíces en un conflicto asimétrico y persistente que dura décadas.
También queremos reconocer que, aunque a muchos de nosotras nos llame la atención la violencia impactante e inmediata, a menudo no actuamos ni nos comprometemos en los momentos de actos «normales», sostenidos pero no menos dañinos, de violencia y opresión. Esto es cierto en Israel-Palestina, pero también en Nagorno-Karabaj, Rojava, Papúa Occidental y tantos otros lugares.
Cuando la violencia se recrudece, puede que sintamos que tenemos que «elegir un bando», y habrá muchas voces que nos exijan que lo hagamos. Sin embargo, también rechazamos esa forma binaria de ver el mundo, que nos hace pensar en las demás como enemigas a los que hay que oprimir o matar y eliminar la diferencia. Por ruidosas que sean estas exigencias, sabemos que hay, ha habido y siempre habrá personas y comunidades que rechazan la falsa opción que exige la violencia. En su lugar, nos alineamos con quienes optan por construir la seguridad no con armas y bombas, sino construyendo la confianza y la cooperación de forma no violenta, apoyando a quienes se niegan a matar incluso cuando se ven sometidos a una inmensa presión para hacerlo, y quizás incluso se atrevan a imaginar un mundo más justo y pacífico. Queremos comprometernos de nuevo a escuchar y amplificar estas voces.
Nosotras, como comité ejecutivo de la Internacional de Resistentes a la Guerra, como personas de diferentes países y territorios, condenamos la violencia y la destrucción de todos los bandos, de cualquier forma y nos solidarizamos con los objetores de conciencia, y con todos aquellos que creen en enfoques pacíficos y no violentos para resolver los conflictos.