Pilotos del 555º escuadrón de combate (555 FS) y la 555ª unidad de mantenimiento aérea (555 UMA), pertenecientes a las fuerzas aéreas de EEUU, han despegado de la base aérea de Zaragoza entre el 22 de enero y el 12 de febrero. El objetivo era realizar ejercicios de entrenamiento y trabajar con miembros del ejército del aire español. Tanto el 555 FS y como la 555 UMA forman parte del 31º Fighter Wing, estacionado en la base italiana de Aviano, una unidad que ha participado en las guerras de Afganistán e Irak.
Durante el despliegue, todos los pilotos del escuadrón completaron los requerimientos de entrenamiento exigidos por la OTAN. Estos requerimientos consisten en que cada piloto debe realizar un número determinado de lanzamientos de bombas de entrenamiento al año para ser considerado como suficientemente capacitado. Normalmente, a lo largo del año, el escuadrón se despliega en múltiples ocasiones, sumando entre 12 y 15 semanas fuera de su base, para superar estos requerimientos. Sin embargo, este año han comprimido su entrenamiento en un despliegue de tres semanas en la base de Zaragoza.
Durante la estancia, los pilotos del escuadrón realizaron 239 salidas en nueve días de vuelo. Además, tuvieron la oportunidad de realizar entrenamientos de vuelo rasante. En la base de Zaragoza pueden realizar estos ejercicios a baja altura también por la noche, con el objetivo de mejorar su velocidad y utilizar armas nocturnas aire-tierra como las que se emplean en operaciones de combate.
Según el teniente coronel Robert Winkler, comandante del 555 FS, “este entrenamiento les capacita para operar en todas las altitudes similares a las que pueden encontrarse en Irak y Afganistán. Los pilotos jóvenes, que sólo han estado en Aviano, necesitan oportunidades para recibir este entrenamiento para desarrollarse correctamente”.
Por otra parte, volar con el ejército del aire español ha ofrecido a los pilotos estadounidenses la oportunidad de realizar importantes entrenamientos de combate aire-aire. Los pilotos practicaron maniobras básicas de combate con los pilotos españoles de los cazas F-18 Hornet y Euro Fighter Typhoon.
“Los pilotos no reciben este tipo de entrenamiento en su día a día”, afirma el coronel Winkler. “Cada vez que nuestras fuerzas trabajan conjuntamente con otros compañeros de la OTAN, se refuerza su integración, se hacen más conscientes de sus diferencias y también comprenden las sinergias que pueden conseguir trabajando juntos”.
Los miembros de la 555 UMA también pudieron entrenarse durante este despliegue. Aunque los equipos de mantenimiento se entrenan continuamente en sus estaciones base, estar en la base de Zaragoza les ha permitido trabajar con más aviones diferentes en un breve periodo de tiempo, una situación más parecida a la de una operación de combate.