Dos miembros del MOC se encadenaron en Sener para protestar contra la
industria y el gasto militar
La Ertzaintza identificó a los antimilitaristas que simularon un San
Fermín en Getxo
Gessamí Forner Bilbao
Cuatro miembros del grupo antimilitarista KEM-MOC entraron ayer al
mediodía, hora del chupinazo de San Fermín, en las instalaciones de la
empresa Sener para protestar contra la industria y el gasto militar. Dos
de ellos fueron identificados por la Ertzaintza tras encadenarse en lo
alto de las escaleras exteriores del edificio, mientras los otros dos
salieron por su propio pie después de «torear» al guardia de seguridad.
Coincidiendo también con la cumbre del G-8 en Escocia, los miembros del
MOC quisieron denunciar con esta acción que el Gobierno vasco «apoya a
Sener mediante sociedades de capital-riesgo». La empresa, según explicó
Julene Eiguren, fabrica misiles Taurus KEPD-350 de 5 metros de longitud
y un radio de acción de 600 kilómetros que cuestan un millón de euros.
La protesta arrancó con dos chicos que saltaron la verja de la
instalación de Sener en el barrio getxoztarra de Areeta. Vestidos de
blanco y rojo y con un trozo de periódico, el guardia de seguridad les
persiguió por el jardín. Mientras se «entretenía» con ellos, otros dos
se habían encaramado al alto de las escaleras.
«Varios proyectos de Sener matarán personas en otros lugares del mundo»,
señaló Eiguren. «A los antimilitaristas nos llaman utópicos, sin
embargo, nosotros creemos que somos realistas». Con estas palabras
resumió los esfuerzos del MOC para «de-sarmar» los motivos que encubren
el gasto militar.
Dos objetores de conciencia se encadenan en Sener para protestar contra
las armas
ARACELI FERNÁNDEZ/GETXO
EL CORREO
Dos integrantes del Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC) se
encadenaron ayer en la sede de la empresa Sener, en Getxo. Tras
desplegar una pancarta contra la fabricación de armas, los
antimilitaristas se esposaron en una barandilla situada en la zona alta
del edificio, donde permanecieron hasta que la Ertzaintza les desató
minutos después, empleando una cizalla.
Los jóvenes fueron trasladados
al exterior del edificio y puestos en libertad después de que la Policía
les tomara sus datos.
Era mediodía cuando una decena de miembros de esta organización
iniciaron su peculiar versión de los ’sanfermines’. Vestidos de blanco y
rojo, se dirigieron a la entrada de la empresa y simularon un encierro
de toros, mientras coreaban consignas contra el gasto en armamento.
Los objetores denunciaron que «las empresas vascas diseñan, fabrican y
venden armas con la ayuda del Gobierno vasco», y destacaron la relación
entre «Sener y el sistema del misil ’Taurus’», cuya compra ha aprobado
recientemente el Gobierno central.