La Campaña “BBVA sin armas” ha denunciado en la Junta de Accionistas del BBVA del pasado 14 de marzo, que parte de los beneficios del BBVA provienen de inversiones y financiaciones de la industria de las armas, en especial de las que producen las mortíferas bombas de racimo, así como financiaciones e inversiones en proyectos contaminantes y que violan los derechos humanos.
Los miembros del Centre Delàs de Justícia i Pau, Alejandro Pozo y Jordi Calvo, centraron sus intervenciones ante el presidente del BBVA y los cientos de accionistas presentes en el palacio de congresos de Bilbao Euskalduna, en las inversiones y financión de armamento, mientras que Victor Maeso, miembro de Setem, lo hizo respecto a las inversiones contaminantes y de no respeto de los derechos humanos del BBVA en América Latina.
En concreto, se denunció que el BBVA financia la fabricación de bombas de racimo, armas que por su funcionamiento no pueden distinguir entre personas combatientes y civiles. Además, pese a que actualmente existen varias iniciativas internacionales que piden su prohibición, el BBVA continúa promoviendo la fabricación de estas armas, financiando operaciones de empresas fabricantes de bombas de racimo, como ocurrió en 2005 con Raytheon, Thales y EADS-CASA y en 2007 con Explosivos Alaveses (Maxam).
También se denunció que el BBVA financia e invierte en la industria militar, a través de participaciones accionariales directas o indirectas en Ibérica del Espacio, Hisdesat, Indra, Rymsa e Inmize, empresas del sector armamentístico español que fabrican fragatas de guerra, aviones de combate, carros de combate y misiles, entre un largo listado de productos militares.
Se dejó constancia también de que el BBVA ha destacado en Italia por ser una de las principales entidades financieras de las exportaciones de armas italianas. Algunos de los países a los que iban destinadas las armas financiadas por el BBVA no cumplen los requisitos establecidos por el Código de Conducta de la Unión Europea para la exportación de armas, como es el caso de Israel y Malasia.
Finalmente, se insistió en que el BBVA financia proyectos contaminantes y que violan los derechos humanos, como es el caso de Tecpetrol, empresa que promueve la ampliación del proyecto de construcción del gasoducto Camisea, ubicado en la Cuenca del Bajo Urubamba (Perú). Desde su inicio en 2004, este proyecto ha recibido duras críticas por destruir el hábitat de comunidades indígenas e incumplir normas nacionales e internacionales de Derechos Humanos. Cabe destacar que ABN-AMRO y Citigroup rechazaron participar en el proyecto por la oposición que éste despertaba entre la población y por el riesgo de reputación corporativa que corrían.
El presidente del BBVA, Francisco González, dio la razón a las intervenciones de Justícia i Pau i de Setem, afirmando que la política del banco es la de reducir sus inversiones en armamento, aunque supeditada a que el resto de entidades financieras tomen posiciones similares. Se comprometió a que el BBVA motivará al resto del sector financiero a caminar en este sentido, así como a que el banco aplicará una nueva política de reducción de ciertas financiaciones de exportaciones y fabricación de empresas de armamento (se refería solamente a la financiación de empresas que fabriquen bombas de racimo y no a las participaciones accionariales en estas empresas). Respecto a las inversiones contaminantes en América Latina, hizo mención del proyecto de Camisea y que el BBVA está siguiendo las directrices del Banco Interamericano de Desarrollo y de la Corporación Financiera Internacional, sin asumir ninguna responsabilidad sobre el terrible impacto del mencionado proyecto en la vida de las comunidades de la zona afectada.
Intervención de Justícia i Pau sobre las participaciones y financiamiento de armas del BBVA
Buenos días señoras y señores accionistas. Agradezco la oportunidad que el Consejo de Administración me brinda para expresar en esta asamblea mi opinión como accionista. Mi nombre es.................. y les hablo en representación del Centro de Estudios por la Paz Delàs de Justicia y Paz, entidad católica que forma parte de la Campaña BBVA sin armas.Mi intervención se va a centrar en mostrar a los accionistas del BBVA que parte de los beneficios que consigue esta entidad financiera provienen de negocios éticamente inaceptables, además de económicamente poco significativos. Me refiero a la participación y financiación de armas. Me gustaría, sin embargo, aclarar que la política o código de conducta que desde el departamento de RSC del BBVA se pretende implementar desde febrero de 2008, de la cual hemos sido conocedores a través del propio banco, no pretende en ninguno de los casos limitar o controlar las operaciones con las empresas de armas, más allá de algunos casos concretos de financiación de bombas racimo.
Es por ello que, aun valorando este avance como positivo, lo consideramos totalmente insuficiente. Las participaciones accionariales del BBVA en la industria militar son las siguientes: Actualmente, el BBVA tiene participaciones accionariales directas o indirectas en Ibérica del Espacio, Hisdesat, Indra, Rymsa, Inmize y CESCE.
Indra está participada por el BBVA en un 1,56% de sus acciones. Indra es una de las principales empresas del sector armamentístico español que se dedica a fabricar sistemas electrónicos de guerra, misilística y desarrolla tecnologías de la información para aplicaciones militares.
Indra participa en programas militares de la UE, y de la OTAN, entre otros, como es el caso del avión de combate Eurofighter, el carro de combate Leopard y el misil Sparrow de EEUU, entre un largo listado de productos militares
Inmize, de la cual posee el BBVA el 40% a través de Indra, es la sección española de MBDA, una de las más importantes fabricantes europeas de misiles tierra-aire, misiles guiados, de defensa aérea y de aire-aire.
Otra de las empresas de armas de las que posee participaciones accionariales el BBVA es Ibérica del Espacio (un 5,65% a través de Iberdrola), una industria aeronáutica y del espacio con aplicaciones militares, que exporta parte de sus productos a Rusia, país de dudosa reputación democrática y de respeto de los derechos humanos.
Por otra parte, Hisdesat, de la cual posee el BBVA el 7% de sus acciones (a través de Indra) se dedica a ofrecer servicios de comunicaciones gubernamentales por satélite en bandas militares.
Rymsa, tiene como principal accionista la Corporación IBV (65,69%), la cual está a su vez controlada con un 50% de las acciones por el propio BBVA. Algunos de sus principales clientes son el Ministerio de Defensa español o la principal suministradora de productos militares del Pentágono, Lockheed Martin. Rymsa produce fragatas de guerra.
En último lugar, cabe destacar que el BBVA posee actualmente acciones del CESCE, Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación. Es más que probable que esté jugando un papel clave actualmente en el apoyo al sector armamentístico.
El BBVA financia la venta de armas a países en conflicto.
El BBVA ha financiado, solo en 2006, exportaciones de armas de Italia a Líbano, Malasia, Singapur, México, Israel y Brasil.
El BBVA ha destacado en Italia por ser una de las principales entidades financieras de las exportaciones de armas italianas. Sin ir más lejos, en el año 2002 ocupó el primer lugar de la clasificación por volumen de financiaciones. Algunos de los países a los iban destinadas las armas financiadas por el BBVA no cumplen con el Código de Conducta de la Unión Europea, como es el caso de Israel y Malasia.
Cabe destacar que sólo sabemos lo que hace el BBVA en el caso italiano, ya que este país es el único que conocemos que esté obligado a publicar la financiación de armas en su territorio. Nos ha sorprendido que en la única opción de verificación, el BBVA haya destacado de manera tan significativa en la financiación de ventas de armas.
Porque estamos convencidos de que la inmensa mayoría de ustedes, por razones éticas y humanitarias, considera que los beneficios provenientes de las inversiones en armamento y de la financiación de operaciones de empresas de armas no pueden ser aceptadas en una entidad como el BBVA
Porque además, teniendo en cuenta el bajo volumen que las exportaciones de armas supone en la balanza comercial española, podemos afirmar con elevada seguridad que el negocio proveniente de las operaciones con empresas de armas es totalmente prescindible y que los beneficios del BBVA no se verían afectados.
Aún es más, estamos seguros de que si el BBVA se desmarcara del resto de la banca tradicional y se convirtiera en un banco sin inversiones en armas de ningún tipo, vería aumentados sus beneficios, porque sus actuales y potenciales clientes valorarían positivamente una decisión de este tipo.
Exijo, por tanto, al Consejo de Administración del BBVA, un compromiso explícito para que el enriquecimiento proveniente de negocios que promueven la violencia, las guerras y la pobreza extrema sea evitado y que se cancelen las participaciones y las financiaciones de empresas de cualquier tipo de armamento.
Intervención de Justícia i Pau sobre las bombas de racimo
Intervención de Setem sobre el proyecto Camisea
Más información:
Acciones de protesta en la Junta de accionistas del BBVA