«La base de la OTAN, ni en Zaragoza ni en ningún sitio», coincidían tanto convocantes de la manifestación como distintas personas que participaban en la protesta a las que abordaron periodistas de distintos medios durante el discurrir de la misma. Y es que, pese a los intentos de evitar de cualquier modo la difusión ciudadana de la convocatoria («limpiezas» exahustivas, a cargo de las brigadas del ayuntamiento, de la cartelería que convocaba a la manifestación en la ciudad de Zaragoza, y Delegación del Gobierno imponiendo al menos tres sanciones a quienes pegaban esos carteles) así como informar con nula claridad a la población por parte de las autoridades implicadas, miles de personas volvieron a manifestarse ayer contra la creación de una nueva base de la OTAN para la instalación de la sede del Sistema de Vigilancia Aérea de Superficie (AGS) de la OTAN.
AGENCIAS/insumissia Zaragoza | Miles de personas (más de 10.000, según los cáculos de las organizaciones convocantes) se manifestaron el domingo a mediodía por el centro de Zaragoza, por segunda vez en poco más de tres meses, bajo el lema «Por un cultura de la Paz. Hace 20 años y ahora: OTAN no, bases fuera». La manifestación, convocada por las organizaciones y colectivos agrupados en torno a la Plataforma contra la OTAN, partió desde el Edificio Pignatelli, sede del Gobierno aragonés, transcurrió sin incidentes, y finalizó en la Plaza del Pilar.
Uno de los portavoces de la Plataforma contra la OTAN, José Ramón López, indicó que el mensaje de la manifestación es «transmitir el creciente rechazo social ante la posible instalación de la base militar de la OTAN», porque «creemos que, por una parte, no traerá los beneficios que nos argumentan de manera difusa los responsables políticos de Aragón y Zaragoza , y porque creemos que una ciudad que tiene el título emblemático para la cultura de la paz debería invertir sus recursos humanos y económicos en sectores civiles que promovieran la paz y los derechos humanos».
«Cortina de humo»
«En estos momentos el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza no tienen nada ante la mesa, porque si tuvieran algo claro ya lo hubieran expuesto, como el número de empleos, entre otras cosas. Todo es una cortina de humo para encubrir lo que es realmente, una instalación militar», resaltó José Ramón López. El portavoz de la Plataforma contra la OTAN consideró también que «los empresarios deberían saber, porque hay estudios serios sobre el tema, que cualquier inversión de este tamaño en el sector civil crearía muchísima más riqueza local y más puestos de trabajo que la base».
Por su parte, el presidente de la FABZ (Federación de Asociaciones de Barrio de Zaragoza), Miguel Ángel Mallén, recordó que «Zaragoza tiene una mención muy importante concedida por la UNESCO,»Ciudad de la Paz«, y desde la Federación queremos impulsar este espíritu». «En estos momentos estamos constreñidos, tenemos estamentos militares, campos de tiro y el que la OTAN plantee poner esta base de espionaje, todavía va constreñir aún más el desarrollo de la comunidad».
Ante la postura a favor de la instalación de la base que mantienen PSOE, PAR y PP, y las dudas de UGT, el presidente de la FABZ dijo que «cada uno hace sus propias valoraciones», pero lo que no nos parece bien es la poca información que tenemos los ciudadanos«, y»con lo importante que es el tema tendríamos que tener un debate ciudadano mucho más amplio que hasta la fecha ha sido nulo", añadió.
Buitres y manifestantes
Entre los asistentes al acto venidos de fuera de Aragón se encontraban el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares; al contextualizar una declaración del político, a su paso por Zaragoza, sobre otro tema, la cadena pública estatal de televisión dedicó sólo tres segundos a la manifestación en el «Telediario» de la noche. Treinta veces menos tiempo que el dedicado, en el mismo informativo, a un reportaje «de alcance»: los ataques de buitres a rebaños en la comunidad autónoma aragonesa.
Fué la única referencia televisiva no local a la manifestación, que sin embargo, aparece también reflejada en prensa de ámbito estatal como habitualmente debería corresponder a una movilización de una cierta entidad, lo que contradice la versión de algunos periodistas y significados medios (por su orientación político-económica) en Zaragoza, que han pretendido rebajar la protesta a apenas «cientos de personas».
En la manifestación, por otro lado, también se vieron personas del mundo de la cultura, entre ellas una de las actrices de la serie de televisión «Cuéntame» (una dramatización costumbrista sobre el período de la denominada «transición española»), Alicia Hermida.
En el pelotón de salida
Zaragoza está en el pelotón de salida«. Con esta frase, el ministro de Defensa confirmaba esta misma semana las opciones de la capital aragonesa en la pugna por ser sede de la futura base de vigilancia aérea de la OTAN. El mismo día, de boca de un secretario de Estado, el Ejecutivo central dejaba claro por primera vez que su apuesta es la capital aragonesa, frente a la otra rival española, Valladolid.»Para el Gobierno de España sólo hay una candidata, que es Zaragoza", anunciaba aprovechando su visita a la Academia General Militar. El decidido apoyo del Ejecutivo central caía como un jarro de agua fría entre los opositores a la base y por el contrario, daba alas a quienes ven en la nueva base inversiones sin cuento para la capital aragonesa.
Cuando todavía no hay nada decidido, la desigual división en torno al proyecto es más que evidente. La candidatura ha reabierto viejos fantasmas, cuando no hace ni 15 años que los estadounidenses abandonaron Zaragoza. A un lado, se sitúan quienes elucubran sobre bondades económicas y tecnológicas que, sin el más mínimo escrúpulo ético, dicen que podría reportar la futura unidad de la OTAN: los empresarios representados por la CREA, CEPYME, o la Cámara de Comercio y, en cierto sentido, el sindicato pro-gubernamental UGT. Y al otro, agrupados en la Plataforma Ciudadana, el espíritu mayoritario en la ciudad, que rechaza de plano cualquier vinculación con una organización militar y pone el acento en las afecciones al aeropuerto civil y en los riesgos que correrá la ciudad al convertirse en «objetivo militar».
La brecha es cada vez mayor y la contestación social crece al mismo ritmo que las posibilidades de Zaragoza de ser elegida. No en vano, la protesta ha saltado las fronteras de la Comunidad con actos de rechazo en otras ciudades, incluso, fuera del país.
Un hecho al que no es ajena la OTAN. Como ya desveló la prensa local, sus informes otorgan a la ciudad la más alta calificación en lo técnico y operativo, pero dudan de su apoyo social. El eco de la primera manifestación, a la que acudieron más de 2.000 personas, llegó a Bruselas vía Polonia, su principal rival. Y la cita del domingo podría mermar más sus posibilidades. En la sede atlántica resuenan ya las protestas que protagonizó la ciudad hace décadas contra la base americana, pese a que tratan de restarles importancia.
Pero si hay algo en el que todos los sectores coinciden es la falta de información: apenas nada se sabe del alcance real del centro de vigilancia. Es precisamente por ello que entre los reproches de la Plataforma contra la base figura que una operación de tal calibre se esté llevando a cabo «de tapadillo».
Hasta el momento, el gobierno español ha ido reduciendo progresivamente la cifra de los supuestos empleos que la nueva base crearía, dejando ahora la especulación en torno a los 1.000, de los que gran parte estarían destinados a personal internacional de la OTAN, «altamente cualificado», aunque ninguno de estos datos ha sido confirmado en ningún momento por la organización armada. En cuanto al impacto económico, se ha «calculado» que rondaría los 260 millones. Pero más allá de esta lluvia de cifras, que ha bailado en las últimas semanas, los colectivos que integran la Plataforma quieren saber en qué consistirá exactamente el trabajo en la base y cómo afectará, por ejemplo, al tráfico del aeropuerto y a los barrios que ya soportan la contaminación acústica de la terminal civil y de la Base Aérea.
Hasta esta semana, la confusión reinaba sobre los plazos. Finalmente, fuentes de la OTAN han reiterado que la decisión no se adoptará hasta finales de año. De hecho, el informe de la Alianza Atlántica no estará listo «hasta principios de junio». Los expertos continuarán sus visitas al resto de candidatas los próximos meses, aunque fuentes aliadas aseguran que «en realidad las únicas en liza son España (Zaragoza), Polonia e Italia».
Balón de oxígeno para el PSOE
El informe de evaluación será presentado antes del verano al Comité Militar, que después lo transmitirá al Consejo Atlántico, órgano en el que están representados los 26 estados miembros. Comenzarán entonces los debates «más políticos». Las mismas fuentes explicaron que todavía debe decidirse a qué nivel se tomará la decisión final. Aunque podría ser adoptada por los embajadores, lo más probable es que la cuestión se eleve a la mesa de los ministros de Defensa. A principios de febrero, los representantes de los 26 países aliados se reúnen en Sevilla, pero la decisión, según fuentes de la Alianza Atlántica, no se tomará «hasta finales de año».
Este retraso sobre la primera fecha que se manejaba ha hecho respirar también a ciertos sectores políticos, conscientes de que el apoyo al centro, podría desgastarles de cara a las elecciones autonómicas y municipales de mayo. La nebulosa sobre la base no se despejará por el momento.