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3 de mayo de 2010
Traducido por Ana Atienza, miembro de Tlaxcala
«¿Están aquí los Jonas Brothers? Sí, creo que están por ahí. Sasha y Malia son grandes fans suyas. Pero no os hagáis ilusiones, chicos. Sólo diré dos palabras: drones Predator. No los ves venir».
Ja, ja. Resulta curioso, porque los ataques de los aviones no tripulados Predator en Pakistán han asesinado literalmente a cientos de civiles inocentes, y ahora el presidente manifiesta un relajado desprecio hacia las vidas de cuyo fin es responsable bromeando alegremente con matar a jóvenes celebridades por el crimen de intentar acostarse con sus hijas pequeñas. (Sin duda, todo en esta broma es inoportuno. Por eso no conviene analizar mucho el sentido del humor).
Pero el problema no radica en la broma en sí. Es una especie de chiste general sobre el poder ilimitado de Obama que podría haber hecho cualquier presidente después de una guerra, ya fuera bromeando con los misiles Patriot durante la primera Guerra del Golfo o con la desaparición de personas a manos de la CIA o de los Servicios Secretos durante la Guerra Fría. El problema reside en toda la maldita escena del presidente representando el monólogo humorístico de rigor ante las cámaras, para la prensa. El problema que tenía la broma de Bush sobre la búsqueda de armas de destrucción masiva era que todos los periodistas que había en la sala sonrieron por dentro con benevolencia al oírla. Y eso es malo para todos.
La broma podría haber funcionado y haber sido menos ofensiva en boca de otra persona. Hasta un tonto entendería que las personas directamente responsables de tragedias no deberían bromear sobre ellas. Por eso Mel Brooks puede hacer chistes sobre Hitler; los alemanes no.
Pero no todo es negativo. Hay que reconocer que la idea de que el presidente ordenara personalmente el asesinato de los Jonas Brothers tendría su miga. Un hecho de ese calibre aclararía de una vez por todas el tema de los ataques con drones y el Programa Presidencial de Asesinatos de manera que los estadounidenses y la prensa popular lo entenderían a la perfección.