Provea denuncia el nuevo registro militar obligatorio por
inconstitucional. Control Ciudadano advierte sobre una versión de la
Ley Sapo derogada en 2008, que atenta contra la disidencia. La
decisión de permitir a militares participar en marchas políticas es
rechazada por abogados constitucionalistas
KEILYN ITRIAGO MARRUFO
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Desde diferentes espacios de la sociedad se viene advirtiendo desde
hace tiempo sobre una progresiva y profunda militarización del país y
de las organizaciones sociales, promovida desde el Ejecutivo Nacional.
La promulgación de la Ley de Registro y Alistamiento para la Defensa
Integral de la Nación, la creación de la Brigada contra las
actuaciones de los grupos generadores de violencia y la decisión de
la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia sobre la
participación de los castrenses en eventos de proselitismo político,
son los actos de Estado más recientes, que a juicio de Control
Ciudadano, vinculados al rol de la Fuerza Armada Nacional en sociedad,
atentan claramente contra la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela.
Control Ciudadano recuerda que solo son dos los registros obligatorios
en Venezuela, el Registro Civil y el Registro Electoral. No obstante,
la Ley de Registro y Alistamiento para la Defensa Integral de la
Nación, aprobada por la Asamblea Nacional y publicada en Gaceta el
pasado 25 de junio, obliga a todas las personas naturales y jurídicas
entre los 18 y 60 años de edad del país a estar bajo un registro de
naturaleza militar.
Según denuncia Provea, el incumplimiento del registro impediría por
ley la satisfacción plena del derecho al trabajo, al no poder ser
contratado por entes públicos ni privados ni tener la posibilidad de
obtener solvencias laborales; el derecho a la libertad de tránsito, al
prohibir la tramitación de licencias de conducir y el derecho a la
educación, al impedir el otorgamiento de títulos universitarios.
SUBORDINADOS A LAS FAN
Pese a que esta nueva norma reitera lo establecido por la Constitución
acerca de la prohibición del reclutamiento forzoso, a Provea le
resulta preocupante que no figuren como causales de no prestación del
servicio militar la posibilidad de elegir libremente un servicio civil
o ejercer el derecho a la libertad de conciencia como se dispone en el
artículo 61 de la Carta Magna, pues sólo se podría prestar el servicio
civil tras haber sido seleccionado como “No elegible” por presentar
enfermedad, ser sostén de hogar, estar casado-a o tener sentencia
firme de prisión.
La ONG señala además que el servicio civil, que en la Constitución
posee el mismo rango que el militar, quedaría subordinado a las
Fuerzas Armas, siendo operativizado bajo jurisdicción y reglamentación
castrense. “La Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en su
resolución 1998/77 ha establecido claramente que el servicio
alternativo debe ser de carácter civil, fuera de la esfera militar y
no bajo órdenes militares.
A pesar de su naturaleza civil y contradiciendo sus postulados
humanistas, el presidente Nicolás Maduro mediante esta ley transforma
al conjunto de la sociedad venezolana en un cuartel, a ser regulada
por la jurisdicción militar”, señala el comunicado publicado
recientemente por Provea.
INSISTEN CON LEY SAPO
Control Ciudadano manifiesta que el Gobierno venezolano ha decidido
retomar el articulado de la Ley Sapo, dictada en 2008 pero invalidada
al mes siguiente de entrar en vigor. Por la vía de un Decreto
Presidencial, se activa un nuevo órgano de Seguridad del Estado
denominado Brigada Especial contra las actuaciones de los Grupos
Generadores de Violencia (BEGV), al cual las instituciones públicas y
privadas estarán en el deber de aportar toda la información que
requiera en el despliegue de sus funciones.
Para la ONG presidida por Rocío San Miguel, será de tal magnitud el
inmenso poder de esta nueva institución que los órganos de seguridad
ciudadana, defensa, inteligencia, orden interno, relaciones exteriores
y otras instituciones públicas o privadas estarán en la obligación de
apórtale todas las informaciones que requiera esta Brigada, sin ningún
mecanismo de control democrático y con el agravante de no
especificarse en el instrumento de creación del órgano, definición o
concepto alguno de los llamados Grupos Generadores de Violencia.
“Un nuevo monstruo en el que podrán operar militares, dependiente
jerárquicamente del Ministro del Poder Popular para las Relaciones
Interiores, Justicia y Paz que además podrá declarar secreta cualquier
información, hecho o circunstancia que conozca o sea tramitada por
este órgano.
Está claro que los factores críticos, disidentes y opositores, algunos
de los cuales ya han sido calificados por el gobierno como generadores
de violencia, estarán en la mira”, sentencia San Miguel.
MILITARES MARCHANDO
La reciente sentencia de los magistrados de la Sala Constitucional del
TSJ en la que se establece que la participación de los integrantes de
la FAN en actos con fines políticos no constituye un menoscabo a su
profesionalidad, “sino un baluarte de participación democrática y
protagónica", es para San Miguel un golpe histórico a la
institucionalidad venezolana que implica la legalización de la Fuerza
Armada Nacional como el partido armado de la Revolución.
“En el marco de una ruta de discursos políticos partidistas de mandos
militares sin precedentes en la historia republicana, la permisividad
de los poderes del Estado frente a la inscripción de generales y
almirantes de alta graduación en el Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV), así como las declaraciones de generales y almirantes
en actos oficiales y en presencia de los representantes de los poderes
públicos, donde refirieren a la existencia de una Fuerza Armada
Chavista, todo ello sin la posibilidad de control democrático o
sanción alguna que impida estas graves violaciones a la Constitución”.
Esta lectura del máximo juzgado del país, a juicio del abogado
constitucionalista, José Vicente Haro, demuestra una vez más que con
cada sentencia la Sala Constitucional “está desarmando, desdibujando y
desnaturalizando la Constitución porque se están alterando sus normas
y principios fundamentales”. Haro considera que se está reescribiendo
otra Constitución que se aleja cada vez del deseo del Constituyente
del 99 y que se acerca aceleradamente a la base el Plan de la Patria,
“porque todo lo que dicen sus sentencias se puede encontrar allí”.
ENTREGANDO EL PODER A MILITARES
Para el abogado y profesor de derecho constitucional, Enrique Sanchez
Falcón, las instituciones fundamentales del país han estado al
servicio de un sector de la dirigencia de país que está entregando
cada vez más el poder a los militares. Considera que esta pretensión
se ha acentuado aún más desde que se impuso el lema “Patria,
socialismo o muerte” en las Fuerzas Armadas. Que se les permita a los
militares participar en actos públicos del PSUV, es a su juicio, una
decisión absolutamente contraria a las disposiciones constitucionales.
LA BOTA PISA DESDE 1999
A criterio de Rafael Uzcátegui, coordinador del programa de monitoreo,
investigación y difusión de Provea, desde el mismo momento en el que
el fallecido presidente Hugo Chávez asumió el gobierno en 1999,
comenzó un proceso de militarización del país.
El activista de derechos humanos recuerda que el primer hito formal
quedó plasmado en la Constitución, al darles a los castrenses la
posibilidad de votar y tener opinión política. Luego, tal como
sostiene Uzcategui, vino la militarización de las organizaciones
sociales de apoyo al Presidente, la promoción de las milicias y el
esquema de la polarización de la política de ver al diferente como una
amenaza.
El representante de Provea considera que si hubiera que describir
cuáles son los puntos más predominantes de un esquema militar,
nombraría en primer lugar la alta presencia de militares activos y
retirados en altos cargos de la administración pública. En segundo
lugar, el excesivo gasto para las funciones del ministerio de defensa.
“Es la cuarta institución del Estado venezolano que más recibe
presupuesto, y esto ha sido una constante. Por ejemplo, recibe 120
veces más dinero que el ministerio destinado a los pueblos indígenas
aun cuando este último triplica en número a las personas que están en
las Fuerzas Armadas. Además, Venezuela es uno de los países de América
Latina que más ha comprado armas en los últimos diez años”.
Y por último, Uzcátegui considera el manejo discursivo de los altos
funcionarios en un esquema integral de la nación que pasa por la
militarización de las organizaciones sociales, en la promoción de las
milicias y cuerpos combatientes de las empresas públicas y privadas.
“En Provea teníamos expectativas muy grandes cuando el presidente
Chávez designó a Maduro como candidato. Pensábamos que como venía del
movimiento sindical, y de naturaleza civil y experiencia en las luchas
sociales, iba a minimizar esta tendencia de militarización, pero más
bien la ha profundizado”, asevera Uzcátegui, al tiempo que recuerda
que una de sus primeras políticas del actual Jefe de Estado fue la
promoción del Plan Patria Segura, que según dice militariza las
políticas orientadas a la seguridad ciudadana.
:: Bitácora en www.rafaeluzcategui.wordpress.com :
Twitter: @fanzinero