Número 31
"Si la privacidad
está fuera de la ley,
sólo los que estén fuera de la ley tendrán
privacidad.
La privacidad es un derecho como cualquier otro.
Tienes que ejercerlo, a riesgo de perderlo"1.
(Phillip Zimmermann)
Los anuncios de Sony rezan:
"Videocámara sin cables diseñada para la vigilancia
o guardia de su hogar u oficina y asegurarse una completa seguridad.
Después de una rápida y fácil instalación
podrá transmitir video y sonido en color directamente a su
televisor o vcr, con lo que podrá monitorizar sin necesidad
de instalar cables". (anuncio de Sony en internet, cámara
traxdata inalámbrica)
Y otro:
"Al poseer un estilo original y un diseño compacto,
estos nuevos modelos de cámaras, se convierten en productos
ideales para la vigilancia extrema de cualquier lugar". (2)
Régimen panóptico:
¿quién vigila a quién?
Televisión interactiva, que permite el uso de e-mail e internet,
reverso de la mirada, cámara que apunta al espectador, Big
Brother y reality shows, son la escala doméstica de un sistema
que nace militarizado y se instala progresivamente en los espacios
públicos y privados de la sociedad contemporánea.
Es sencillo imaginar una cámara instalada en cada computadora
o televisor grabando y fotografiando al espectador y su entorno,
como en la obra artística de Bill Viola Reverse Televisión:
Portraits of Viewers (1984).
Las garantías individuales
protegen el derecho a la propia imagen, el honor y la intimidad
en las sociedades democráticas más desarrolladas.
La grabación y clasificación de imágenes videográficas
en espacios públicos o privados no está legislada
en México, y en algunos países como España
se tienen leyes de videovigilancia muy recientes (Ley Orgánica
4/1997, 4 de agosto, BOE del 5), que han sido fuertemente cuestionadas
debido a que no consideran ilegítima la intromisión
en el honor, la intimidad o la imagen lo grabado en aplicación
a la misma ley.
La videovigilancia es una práctica
que debería estar legislada, ya que grabar, clasificar y
almacenar imágenes de personas en espacios públicos
y privados sin su autorización puede llegar a vulnerar los
derechos y garantías fundamentales recogidos en la Declaración
de los Derechos Humanos. Por lo que se hace necesario un régimen
legal de regulación y control de quienes tienen la facultad
de vigilar, así como un régimen especial de garantías
que haga eficaz una ley al respecto.
La Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos no contempla en ninguno de sus artículos
la regulación sobre el derecho a la propia imagen, honor
e intimidad. La Declaración de los Derechos Humanos contempla
algunos artículos que podrían aplicarse, y que sin
embargo no tratan de lleno el problema, como los siguientes:
Art. 3º, Todo individuo tiene
derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Art. 6º.- Todo ser humano tiene derecho al reconocimiento de
su personalidad jurídica.
Art. 7º.- Nadie será objeto de injerencias arbitrarias
en su vida privada, su familia, su domicilio, o su correspondencia,
ni ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra tales injerencias
o ataques.
Art. 8º.- Toda persona tiene derecho al acceso, en condiciones
de igualdad, a las funciones públicas de su país.
Las imágenes tomadas por
cámaras del Estado o del gobierno, en un sistema de vigilancia
panóptico que se implementa cada día con más
énfasis en las sociedades modernas, no están a disposición
de cualquier ciudadano, se consideran información clasificada
de seguridad pública o seguridad nacional, y en algunas sociedades
como la nuestra, insistimos, no está regulada, no hay un
control sobre el que vigila, sobre sus implicaciones morales, sobre
el uso que se hace del material grabado y sobre el papel del ciudadano
en este proceso de vigilancia, que incluso corre el riesgo de convertirse
en material de vigilancia como espectáculo.
La distopía de Orwell en
su 1984, se expresa hoy como entretenimiento, como discurso, como
modelo Panóptico inspirado en Bentham, de carácter
político y como sistema social, en una red de vigilancia
que combina todo tipo de información: imagen, sonido, datos,
«huellas digitales», correo electrónico, movimiento,
teléfono, patrones de comportamiento.
Concepto de seguridad
El concepto de seguridad
en nuestros días pasa necesariamente por el de vigilancia
o tele-vigilancia, cuyos términos son ambivalentes, cuyos
alcances juegan con una doble moral, con un halo de conveniencia
benefactora y con otro de represión y control. Su implementación
se ha acentuado desde los acontecimientos del 11 de septiembre de
2001. La inseguridad se entiende como la consecuencia de todo desorden
social y económico: es argumento político, ético,
económico, moral, y cultural para justificar la intervención
de los poderes gubernamentales, mediáticos y financieros,
en la esfera del espacio público y la vida privada: el terror
al terror. Siguiendo la frase de Goya, "los fantasmas de la
razón crean monstruos", tenemos en la sociedad contemporánea
un monstruo llamado inseguridad, que transita entre lo paranoico
imaginario y lo fáctico.
Sin embargo, es fácil observar
que la inseguridad no es producida necesariamente por la falta de
seguridad. La inseguridad es un problemas sistémico e integral
más que un problema de falta de vigilancia. Dicho de otro
modo, la inseguridad no es consecuencia de una falta de vigilancia,
tal y como el Estado moderno y contemporáneo argumenta. La
inseguridad es consecuencia directa de la desigualdad económica,
la miseria y la injusticia social, de la falta de igualdad educativa,
la marginalidad territorial y racial, la criminalización
de la inmigración y un largo etcétera del mismo corte:
injusticia, desigualdad, falta de libertades individuales y sociales,
expresión antitética del la Revolución Francesa
del s. XVIII, que proclamaba: igualdad, libertad y fraternidad,
¿dónde está igualdad, libertad y fraternidad
del proyecto moderno razón, orden y progreso?
Proliferan las tecnologías
de la vigilancia que cruzan los vectores en los que la sociedad
contemporánea, sus individuos y sus poderes organizados realizan
una mayor intervención, estos vectores son: la muerte
como crimen, el sexo como pornografía, la identidad como
ficción-montaje, el cuerpo como objeto, la memoria como herramienta,
la comunicación como progreso, la verdad como discurso, el
poder como información y la vigilancia como seguridad. Todo
ello expresado en la imagen no sólo como soporte y representación,
sino como sustitución de la realidad, imagen como instante
puro o presente puro, imagen como prueba judicial, imagen como espectáculo
de lo real.
Todo pasa por el ojo de la vigilancia.
Es decir, la sociedad tiende a establecer una vigilancia visual
sobre muerte, sexo, identidad, cuerpo, memoria, comunicación
y verdad. La vigilancia es el discurso que pretende dar legitimidad
al ejercicio del poder. La vigilancia como discurso legitimador
del poder. La gran paradoja es: ¿quién vigila a quién?,
¿quién tiene el poder de vigilar? Y otro punto ¿quién
realiza la vigilancia de la vigilancia?. Como respuesta tenemos
el establecimiento de un régimen de co-vigilancia y auto-vigilancia.
Pero régimen de la vigilancia
cobra forma: circuito cerrado de televisión (CCTV), programas
de reconocimiento facial, sensores de proximidad, detectores de
movimiento, cámaras infrarrojas, cámaras robots, secuenciadores
de video, sensores de humo, contactos magnéticos, cámaras
de intemperie con radiofrecuencia, cámaras de baja iluminación
con cobertura de hasta 120 m. en total obscuridad, de interiores
visibles u ocultas, cámaras acuáticas, criptografía,
red de inteligancia ECHELON (de Jam Echelon) y ENFOPOL (redes norteamericana
y europea respectivamente, dedicadas interceptar y detectar emisiones
electrónicas y digitales, conversaciones telefónicas,
e-mail y sms, tanto públicas como privadas), espacio Shengen
(espacio de vigilancia y seguridad creado para control migratorio
e inmigratorio en Europa), CARNIVORE (herramienta de espionaje del
FBI)3.
Las tecnologías de la vigilancia
son las tecnologías de yo, y también las tecnologías
del poder en el amplio sentido: poder como relaciones humanas y
como una maquinaria de la supervivencia que cobra su máxima
expresión en las tecnologías de la guerra, es decir,
en una sociedad militarizada. La exigencia de una seguridad vigilada,
de un estatuto de vigilancia permanente, parte de la premisa de
que «a mayor vigilancia mayor supervivencia». Es un concepto
cerrado en donde quien no comparte los códigos de seguridad
esta perdido y no entra el diseño de la supervivencia. Quien
no tiene un número de identificación y una soporte
para demostrarlo, simplemente no existe para el sistema.
Las tecnologías del yo son
también las nuevas tecnologías del ocio, es decir,
las tecnologías «blandas» de la vigilancia: videocasetera,
teléfono celular, dvd, mp3, computadora, televisión,
walkman, agenda electrónica, consola de videojuegos, parabólica,
cable, fibra óptica, modem, internet. La vigilancia se expresa
en circuitos cerrrados de televisión, videoporteros, cajeros
automáticos, transmisiones telemáticas, en tiendas
departamentales, centros comerciales y de entretenimiento, bancos,
escuelas, cárceles, instituciones públicas y privadas,
calles, plazas, carreteras, tráfico vehicular, seguridad
infantil, clima, medio ambiente, hospitales empresas, casas, "cualquier
espacio que requiera vigilancia"4.
Pero, ¿qué espacio
no requiere vigilancia? Y ¿quién custodia las imágenes
de la vigilancia? Michel Foucault (en Castigo y vigilancia, 1975),
describe al sistema social como «un régimen panóptico»
instaurado en la modernidad bajo las premisas del positivismo tecnocientífico:
razón, orden y progreso. Foucault como nosotros se contesta
con esto a la pregunta ¿dónde está la razón,
el orden y el progreso? Están en últimos términos
en un sistema de control de información sobre las identidades
individuales.
Su respuesta es que la razón,
el orden y el progreso se realizan mediante los discursos del poder,
que finalmente se expresan en un régimen de control, vigilancia
y castigo. El régimen panóptico parte de la propuesta
realizada por el jurista británico Jeremy Bentham, quien
concibe el Panopticón, como un proyecto metafórico
y especulativo, como un diseño arquitectónico a la
vez que filosófico. El discurso del poder es un discurso
sobre la seguridad, la vigilancia y el castigo. La cárcel
más segura es la que no tiene muros. La vigilancia queda
interiorizada en el «recluso» o ciudadano, de tal forma
que se sepa vigilado en todo momento, sin saber por quién,
sin poder ver en ningún caso los ojos del vigilante, y constatar
su presencia5.
En el régimen panóptico,
la vigilancia se convierte en autovigilancia, ya que no hay dónde
ocultarse, y la «dictadura de la mirada» controla todo
espacio público o privado. Una sociedad vigilada es la que
ve paradójicamente su espacio público disociado, convertido
en escenario de detección, y su anonimato urbano invadido
por una mirada permanentemente vigilante, la calle como lugar de
observación controlada, como espacio de control. Las grandes
ciudades pierden aceleradamente el espacio público como espacio
de libertad.
La experiencia de ser vigilado,
adquiere diversos términos: videogilancia, "vigilancia
universal", televigilancia, telepresencia o videopresencia,
videoscopía, o maquinaria de la visión, es decir:
"todos aquellos aspectos en los que se manifiesta la gran escalada
sociológica de las máquinas de visión electrónicas"6.
¿Viola esta maquinaria de
la visión y vigilancia las libertades y derechos humanos
fundamentales? Los programas de reconocimiento de rostro en Estados
Unidos generan 1000 falsas alarmas por cada terrorista que detectan.
La cantidad y calidad de registros fotográficos de terroristas
que coteja el sistema es siempre menor que la cantidad de gente
común que transita las calles; la calidad de los retratos
se refiere tanto a la forma estética, es decir, una foto
es una pura apariencia temporal, como al quién está
retratado, que no suelen ser los líderes terroristas. Sin
embargo, cada error mina la libertad de tránsito de los ciudadanos
de esta forma vigilados7.
Algunos ejemplos
México, con una
ciudad de 20 millones de habitantes, 52 millones de pobres, desigualdad
de oportunidades, narcotráfico y desempleo, y la frontera
más grande del mundo, no es una excepción en la implementación
de sistemas de seguridad y vigilancia, todo lo contrario parece
un campo fértil para la implementación de sistemas
de vigilancia. La pregunta sería ¿para qué
la vigilancia en un sistema donde se violan sistemáticamente
las leyes y los derechos fundamentales? ¿qué riesgos
corren los ciudadanos al ser vigilados por un régimen que
no tiene legislada esta práctica? ¿Para qué
una cámara en un semáforo cuando están programados
para ser asaltados?
Recientemente el subsecretario de
gobierno de la capital, Alejandro Encinas, dio a conocer que se
encuentran en proceso de adquirir 100 cámaras de video para
mejorar la vigilancia en las calles del centro histórico,
«con el fin de mejorar la seguridad e inhibir la delincuencia».
Las cámaras serán adquiridas con el fondo de seguridad,
con un presupuesto de 100 millones de pesos. Igualmente indicó
que con esto ya no sería necesario la donación de
un número similar de cámaras por parte de los comerciantes
del centro, e indicó que se está estudiando la propuesta
de dichos comerciantes para crear una red ciudadana de vigilancia
mediante la cual taxistas y vendedores de periódico, equipados
con celular, reporten cualquier acto delictivo. La justificación
de esta inversión en seguridad tiene como base argumental
que la inseguridad en México es un obstáculo para
que los norteamericanos nos visiten, según recomendaciones
del propio gobierno de EUA. Es claro observar que la inseguridad
en la ciudad de México no es un problema de vigilancia, y
es alarmante pensar que dicha vigilancia pueda quedar a cargo de
los vendedores de periódicos8.
Otro ejemplo. En un comunicado hecho
por la Oficina de Programas de Información Internacional
del Departamento de Estado de Estados Unidos, el presidente George
W. Bush propone varias medidas para mejorar el sistema de inmigración
de EUA, para recibir a los inmigrantes "con los brazos abiertos
y no con filas interminables". La propuesta presupuestaria
titulada «Reforma del sistema de inmigración» contempla
la inversión de 500 mdd en gastos de personal y tecnología
de vigilancia. Además se piden 20 mdd más para cámaras
de alta resolución en color e infrarrojas y centros de comando
para vigilancia continua de las áreas remotas a lo largo
de la frontera norte. Se justifica la inversión con los siguientes
argumentos: "vigilar la actividad terrorista y operaciones
de contrabando; rastrear el movimiento de narcóticos ilícitos,
armas y otro contrabando por todas nuestras fronteras"; esto
es: asegurar la detección, detención y deportación
de los extranjeros ilegales, de los cuales, como sabemos, muchos
son mexicanos9.
Vemos esta proliferación
de la vigilancia en las sociedades contemporáneas, de la
cual México participa e irá incorporando progresivamente,
sin realizar ningún tipo de consulta social. Un ejemplo más
lo vemos en el metro de París, donde se instalará
este año una red multiservicio que integra cámaras
de vigilancia, internet, voz y video de pasajeros. La empresa Marconi
(Londres y NASDAQ: Moni) construirá esta red de banda ancha
con un presupuesto de 14 millones de euros, y contará con
6.000 cámaras y 300 monitores de video, 40.000 líneas
telefónicas y 1.500 redes locales en 500 estaciones de metro,
tren y autobús: una de las redes ATM (Asynchronous Transfer
Mode) más grande de Europa. El sistema inteligente de cámaras
del metro de Londres denominado Cromática, permite detectar
automáticamente patrones de comportamiento de personas que
intentan suicidarse, mediante un monitoreo en tiempo real10.
Un ejemplo más es el sistema
Earthcam o Planet Earthcam, creado el 27 de marzo de 1996, como
un sitio web registrado y operado por UN Productions, Inc., de Nueva
Jersey. Se trata una larga y creciente red de video cámaras
en tiempo real distribuidas por todo el mundo, emitiendo 24 horas.
Es pues un sistema de observación y vigilancia, que se vende
como un sistema de entretenimiento e información en 14 categorías:
arte-entretenimiento, negocios, computación, vida cotidiana,
educación, metro, noticias, escenarios, sociedad y gente,
espacio y ciencia, deportes y recreación, tráfico,
clima, locuras y rarezas. Dicha red está asociada con importantes
portales en Internet como: Yahoo!, Lycos, AOL y MSN; y clientes
de webcams como NBCi, TicketMaster/CitySearch, Intel, Columbia TriStar
Interactive, ZDTV, Weather.com, Discovery.com, CNN.com, USA Today.com
y MTV Online11.
El Pentágono de los Estados
Unidos de América pone a prueba en organizaciones de inteligencia
militar el sistema denominado Total Information Awareness ("Control
total de la información"). Proyecto a cargo de John
Poindexter, consejero de seguridad nacional, a través de
la Agencia de Proyectos de Defensa Avanzados (Defense Advanced Research
Proyects); sistema que consiste en establecer la tercera generación
de software para Internet que conecta directamente computadora a
computadora (las dos primeras generaciones de softwear son Arpanet
y World Wide Web). Total Information Awareness podrá conectar
toda clase de recursos electrónicos como video alimentado
de cámaras de vigilancia de aeropuertos, transacciones en
terminales de tarjetas de crédito, e-mail, compras online,
reservaciones en líneas aéreas y registro de llamadas,
información que podrá ser filtrada por el sistema
y que construirá patrones de comportamiento.
La primera versión del sistema
Total Information Awareness emplea un programa de colaboración
comercial llamado Groove, desarrollado en el año 2000 por
Ray Ozzie, conocido como el diseñador de Lotus Notes. El
software de este sistema utiliza la tecnología llmada Extended
Markup Language o XML, corazón de la tercera generación
del software para Internet. La información será compatible
y compartida por cientos de miles de computadoras. En la cración
de dicho software han participado diseñadores de compañías
como Microsoft Corp., Sun Microsystems Inc. e International Business
Machines Corp., así como programadores independientes de
Silicon Valley. (Marfkoff, John. and Swartz, John. "Many of
Big Brother`s prying tool are in place", International Herald
Tribune, tuesday-wendesday, December 24-25, 2002.)
El problema que se revela
ante este sistema de información, observación, entretenimiento
y espectáculo es su confrontación con los derechos
individuales a la privacidad, ya que la gente no sabe que está
siendo observada, grabada y fotografiada, y que el sistema está
registrando información como patrones de comportamiento y
rostros, sin autorización.
Crítica a la maquinaria
de la visión: mirada ciega-vigilancia ciega
Gary T. Max, profesor
emérito del Massachussets Institute of Technology, describe
la sociedad de máxima seguridad en las sociedades modernas
como pesadas torres en un Estado orwelliano: "la vigilancia
tecnológica específica, trasciende la obscuridad y
la distancia, es más intensa, invisible e involuntaria"12.
Anthony Giddens en su libro El
Estado-Nación y Violencia, define totalitarismo como
«extrema concentración de vigilancia». Giddens
nos señala que debemos ver la vigilancia no como un reflejo
del capitalismo, sino como "la generación del poder
en sí mismo"13.
David Lyon, recoge el concepto de
Panopticón, como «lugar donde todo es visible»,
como motor y metáfora de la vigilancia electrónica.
"Una prisión social, donde invisibles observadores toman
nuestras huellas digitales"14.
Las nuevas tecnologías y
métodos de vigilancia han transformado las relaciones sociales
e interpersonales. La máquina visionaria, como la llama Paul
Virilio, comienza como un radar de detección igual que un
sistema de mapas integrados en un misil de crucero, y terminará
por ocupar un lugar común y corriente en la tecnología
civil doméstica15.
Ese sistema de vigilancia basado
en máquinas, cámaras inteligentes y computadoras,
arroja como resultado la llamada «mirada ciega», "visión
ciega«o»vigilancia ciega«, en donde se»automatiza
la percepción" y como apunta Virilio, se realiza una
visión «de la máquina por la máquina».
Las percepciones asistidas por computadora del sistema de vigilancia
Cromática del metro de Londres, permite construir patrones
de comportamiento en las actividades y movimiento de la gente. Esta
mirada ciega deja de lado la participación humana en la tarea
de vigilar.
Se trata de un cambio en el punto
de vista, la imagen en tiempo real significa la abolición
del instante fijo y la pérdida de dicha imagen como campo
de lo imaginario, para convertirse en lugar desimbolizado de la
detección indiciaria. "... la imagen en tiempo real
domina la cosa representada, el tiempo real predomina sobre el espacio
real, la virtualidad domina a la actualidad y hace girar el concepto
de realidad en sí mismo". La representación de
la imagen en tiempo real aplasta el concepto de realidad, lo intenta
sustituir, debido a su carácter como instante puro16.
El espacio público se
convierte así en imagen pública. Es decir, en una
apariencia. Lo mismo sucede con aparatos de monitoreo del espacio
privado doméstico, como el Motivac, el cual indica cuándo
las personas están delante de las pantallas de televisión,
lo que permite saber a los comerciantes qué número
de personas se queda a ver publicidad. Tanto la televisión
como terminal de la visualización doméstica, como
la computadora juegan un papel fundamental en la transformación
de la vigilancia del presente siglo.
El «imperio del tiempo real»
domina al régimen en términos de velocidad. Pero trastoca
la conceptualización del tiempo de pasado, presente, futuro,
a dos tiempos: tiempo real y tiempo retardado, o bien, a presente
puro y presente pasado. El concepto del tiempo futuro desaparece
y se diluye bajo la conceptualización del tiempo real
como fuente de información llevada a su límite.
Lo real y lo virtual, trastocan igualmente los conceptos de «verdadero»
y «falso». El tiempo real como experiencia y como información,
diluye igualmente la posibilidad de guardar toda memoria, significa
la dilución de la memoria, ya que no hay memoria con capacidad
para almacenar el tiempo real, sólo en una utopía
que significaría duplicar la realidad.
La guerra tiene lugar en imágenes
y sonidos, la imagen como objeto sustituye al sujeto, ganar significa
no perder de vista al oponente. La guerra de este siglo consiste
en la vigilancia recíproca en tiempo real. La velocidad
al servicio de la visión, para conservar los hechos. La imagen
sintética, numérica, es una ilusión racional
igual que toda imagen. No obstante domina nuestra credibilidad y
en ella depositamos una fe «ciega». Concebimos a la imagen
como sistema experto, infalible, como soporte y sustituto de lo
real. Una sociedad, apunta Virilio, basada en un pensamiento estadístico,
bases de datos e imágenes sintéticas, se resguarda
en la oscuridad de una ceguera.
El desenvolvimiento de la vigilancia
en el actual Estado-Nación y el desarrollo de las nuevas
tecnologías digitales son factores fundamentales para comprender
la vigilancia contemporánea. La vigilancia en términos
de Gilles Deleuze es un montaje y ha dejado de ser una práctica
discreta de tecnologías específicas. Esta maquinaria
de la visión trastoca igualmente la idea de privacidad. Vida
pública, vida privada e intimidad son términos que
se confunden y se pierden bajo estas circunstancias. La intimidad
es inviolable, la privacidad es una materialidad tiempo-espacial
y la vida pública o espacio público es el territorio
compartido de la colectividad. La vigilancia panóptica lo
trastoca todo, confunde lo público con lo privado (y viceversa),
lo privado con lo íntimo, y finalmente lo íntimo con
lo público.
Las relaciones de necesidad espacio
temporal, «cara a cara», desaparecen progresivamente y
encuentran una forma de mediación tecnológica. La
vigilancia hace visible lo que desaparece en el mundo visible. Como
apunta Virilio, las relaciones de confianza ya no se mantienen intactas,
como dar la mano o mirarse a los ojos, son sustituidas por aparatos
que ocupan su lugar. Estos aparatos son objetos de confianza que
han proliferado en el siglo XX: tarjetas de crédito, credenciales
de identificación, firmas electrónicas, paswords,
claves secretas, objetos codificados de forma abstracta e intangible,
instrumentos de intercambio incorpóreo. Sistemas de nuestra
propia vigilancia que sirven para clasificarnos y categorizarnos.
Sólo si poseemos un código autorizado podemos vivir,
y esto inclurá la huella retinal o la secuencia del ADN.
Para quienes tengan "códigos erróneos -códigos
de barras, códigos postales o códigos de ADN- la vida
puede ser una confusión Kafkiana de criterios opacos, incertidumbre
y estatus de segunda clase"17.
La información actualmente
está diseñada para fluir y se guarda en estancos abiertos
y no cerrados como anteriormente. La seguridad desaparece cuando
hablamos de información electrónica y digital.
En nuestra sociedad contemporánea la vigilancia está
presente de una forma o de otra. No podemos escondernos ni evadir
los códigos de seguridad que se nos exigen cada día.
No podemos evadir las cámaras que nos observan, las cámaras
que observamos, las cámaras que nosotros mismos instalamos.
El poder de la vigilancia rizómica, de los protocolos audiovisuales
de la vigilancia, contribuyen a la gobernabilidad, al control social,
al intercambio en las relaciones sociales, igual que en las bases
de poder de las instituciones tradicionales.
No es imposible imaginar un sistema
de vigilancia de esta magnitud fuera de control o dominado por sí
mismo, por sus propios códigos. Sin embargo, la transferencia
de este sistema a la vida cotidiana cobra vida en el lenguaje y
en expresiones de entretenimiento como los reality shows y filmes
como el The Truman Show, o Minority Report, de Steven
Spielberg o programas de televisión como Jennicam o
EdTV y Big Brother, "alters egos sinópticos
de sistemas de vigilancia a gran escala"18.
La aspiración implícita
en la Ilustración, la simulación y la desestabilización
de la realidad es inherente a esta sociedad de vigilancia, el Panopticón,
que no es sino la aspiración de convertirse en un Dios que
lo ve y lo domina todo. La tecnociencia funda una sociedad totalitaria,
en palabras de Virilio, una amenaza a la expresión de las
personas. El análisis de la tecnologías y sus prácticas
de vigilancia pueden enmarcarse en relación a sus orígenes
militares. El ojo se ha convertido en un arma19.
La vigilancia es productiva al mismo
tiempo que problemática. Como bien apunta Lyon, la vigilancia
tiene siempre dos caras y es pretexto de un análisis sociológico
profundo el averiguar sus límites y sus alcances éticos
y morales. Aceptamos ser vigilados y/o aceptamos vigilar, en la
conciencia de que somos sujetos codificados y clasificados por los
poderes administrativos, financieros y mercadológicos. Sin
embargo, y por no resultar apocalíptico, las comunidades
humanas interactúan y reutilizan a esta llamada maquinaria
de la visión abriendo la posibilidad de desviar su poder
e intención inicial. La imagen como soporte de la seguridad,
requiere igualmente una profunda reflexión teórica
que permita realizar un distanciamiento valorativo crítico,
como forma de mediación, abstracción y representación
apariencial, incluso siendo ésta una imagen paradójicamente
electrónica o digital con cualidades «indiciarias»
y en tiempo real. Es decir, subvertir la lógica de la imagen
como discurso del poder basado en la vigilancia.
La vigilancia extiende su territorio,
con más o menos éxito, impone su propia visión
del mundo «real», borra los márgenes del sistema,
impone otros, basados en la «maquinaria de la visión»
o «sistema de vigilancia ciega». Y como apunta Jean Baudrillard:
"bajo el escalpelo de la cámara, y sin recurso alguno
de lenguaje simbólico o un contexto, estamos vivisectando
y discectando las relaciones sociales«. Si todo es»visto",
la «realidad desnuda» se convierte en un espacio desimbolizado
incapaz de articular la relación entre sujetos y realidad,
experiencia de desencanto y nihilismo los espacios público
y privado se confunden en escenarios programados donde actuamos
observados por una cámara. La sociedad despolitizada, parece
permanecer muda, tal vez ciega, y acepta con complicidad. (20)
Es tarea política, ética,
estética, moral y cultural, tanto en lo individual como en
lo colectivo, enfrentar hoy en día el análisis crítico
de los límites de la vigilancia, tomar conciencia de la misma
y comprender el rol que cada uno juega en este estado y régimen
de vigilancia que se instala progresivamente en la sociedad panóptica
contemporánea.
Notas:
1
Zimmerman, Philip. Citado por: Bernal, Francisco Javier, en Big
Brother Capabilities in an Online World. State Surveillance in the
Internet. Conclusion.
2 Alberto Aimeri, Gerente de Producto
de Sony B&PG México. Publicado en el artúculo
de: Valencia, Verónica. «Facilita Sony labor de vigilancia»,
artículo publicado en ElNorte.com, 10/09/2002.
3 Véase: la pagina en internet
What is Echelon? y The Echelon FAQ; Zona Enfopol y Stop Carnivore)
4 Valencia, Verónica. "Facilita
Sony labor de vigilancia", artículo publicado en ElNorte.com,
10/09/2002.
5 Bonet, Eugeni. Inventos del
Te Veo. Notas sobre videoscopía, televisión y otras
tangencias. Exposición Videoscopía, realizada por
Jordi Martorell, Lidia Porcar y Marina Sala, Café Schilling,
Barcelona, 2002.
6 Bonet, Eugeni, ob cit.
7 Surveillance Camera Players.
SPC. Consideran que el uso de las cámaras de vigilancia por
parte de la policia es una flagrante violación de la cuarta
enmienda de la Constitución Americana y se manifiestan en
contra de su uso).
8 "Destinará el GDF
100 millones a seguridad: Encinas". Artículo publicado
en El Economista.com.mx.
9 <http://usinfo.state.gov/espanol/
5/03/2001>.
10 Marconi Communications Inc.,
Abril 2002)
11 Surveillance Camera Players.
SPC. Consideran que el uso de las cámaras de vigilancia por
parte Earthcam es igualmente una violación de la cuarta enmienda
de la Constitución Americana y se manifiestan en contra de
su uso.
12 Marx, Gary T. (1988): Undercover:
Police Surveillance in America. University of Carolina Press, Usa,
pag. 208.)
13 Giddens, Anthony (1987):
The Nation-State and Violence. Volume Two of a Contemporary Crithic
of Historical Materialism. Plity Press, Cambrige, UK.
14 Lyon, David. The Electronic
Eye. The Raising of Surveillance Society. Polity Press, Cambridge,
UK, pág. 117. Citado por Bernal, Francisco José. En
State Surveillance in the Internet).
15 P. Virilio (1999) Polar Inertia,
London: Sage. P. Virilio (1999a) Interview with John Armitage,
Theory, Culture, and Society, 16 (5-6); 24ff. P. Virilio (1997)
The over-exposed city, in N. Leach (ed.) Rethinking Architecture,
London and New York: Routledge. P. Virilio (1989) War and Cinema,
London: Verso. P. Virilio (1994) The Vision Machine, London: British
Film Institute / Bloomington IN: University of Indiana Press. P.
Virilio and S. Lottringer (1997) Pure War, New York: Semiotext(e).
16 Virilio, P. Virilio (1994)
The Vision Machine, London: British Film Institute / Bloomington
IN: University of Indiana Press.
17 Virilio. P. Ibidem.
18 Lyon, David. La máquina
visionaria: ojos electrónicos e la ciudad, en Notas sobre
videoscopía, televisión y otras tangencias. Exposición
Videoscopía, realizada por Jordi Martorell, Lidia Porcar
y Marina Sala, Café Schilling, Barcelona, 2002. véase
en <http://www.videoscopia.com>
19 Virilio, Paul. War and Cinema,
London: Verso, 1989, p. 63.
20 Boudrillard, Jean. "Dust
Breedíng", en <http://www.ctheory.net>
Bibliografía
recomendada :
ARMITAGE, J. (2000)
Beyond Postmodernism? Paul Virilio’s Hypermodern Cultural Theory,
Ctheory: Theory, Technology, and Culture, 23 (3)
ARMITAGE, J. (1999) Paul Virilio: An Introduction, Theory, Culture,
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Profesor del Departamento de Comunicación
Extraido de RAZÓN Y PALABRA, Primera Revista Electrónica en América Latina especializada en Comunicación.
RAZÓN Y PALABRA es un proyecto no lucrativo que publica bimestralmente en el ciberespacio el PROYECTO INTERNET del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n31/jbanuelos.html