Grup Antimilitarista Tortuga
Tortuga continúa con su réplica al argumentario militar «Las claves del porqué». En este caso respondemos a las ideas expresadas en su capítulo duodécimo, que es el último de la serie: «La participación militar en la resolución de conflictos, lejos de solucionar el conflicto, genera nuevos problemas: muertos, refugiados, violaciones, etc.», que copiamos íntegramente más abajo y cuyo contenido, como puede comprobarse mediante su lectura, apenas se ciñe a su propio enunciado. Como las veces anteriores, ordenaremos e iremos respondiendo a los principales argumentos del texto, omitiendo aquellos que, de forma muy reiterativa, ya han sido expuestos y, por lo tanto, respondidos en los puntos anteriores del panfleto del ministerio de Defensa.
a: «La finalidad esencial de los ejércitos es la de asegurar la paz y la estabilidad».
Respuesta: La afirmación del redactor o redactores del panfleto vuelve a ser un auténtico brindis al sol. Cualquier tipo de aproximación a la Historia en cualquier época y lugar muestra de forma muy clara que la «esencia» o razón de ser de todo ejército es imponer mediante la violencia extrema el dominio de algunas personas sobre el resto. Los ejércitos siempre han sido temidos por las poblaciones civiles; lejos de propiciar la paz han traído la guerra, la destrucción, el sometimiento, la muerte y el saqueo. Más bien podría decirse que ha habido cuotas mucho mayores de «paz» en aquellos lugares de los que los ejércitos se han mantenido alejados. Tal circunstancia tiene plena vigencia hoy día, cuando comprobamos la acción de unos y otros ejércitos en la casi cincuentena de conflictos bélicos activos que hacen que nuestro planeta sea un lugar de guerra e injusticia y no de paz y estabilidad.
b: Las guerras no las declaran los ejércitos, sino los políticos. Los militares son simples ejecutores de las órdenes del poder civil.
Respuesta: La afirmación suena bastante a excusa. «Yo me limitaba a cumplir órdenes», era el reiterado argumento de los procesados en Nüremberg. En tal caso, no hay ninguna dicotomía: Tan responsables son de los estragos que causan las guerras los individuos que participan personalmente en ellas, como quienes las preparan y las desencadenan, sean éstos políticos, dueños de multinacionales o accionistas de bancos y empresas armamentísticas. Sin olvidar que, con más frecuencia de lo que se presume, el binomio ejército-industria militar es un importante poder fáctico, capaz de imponer su agenda a los diversos gobiernos civiles. Y sin dejar de recordar, asimismo, que en muchos casos el poder militar, por la fuerza de sus armas, termina devorando el poder civil de los estados convirtiéndose en su dueño. En España, sin ir más lejos, tuvimos un claro ejemplo de esta circunstancia no hace tantas décadas.
c: «Los ejércitos de países comprometidos con la paz y la libertad» solo utilizan su capacidad bélica cuando ésta es imprescindible, y siempre lo hacen desde los principios de la «ética militar» y el Derecho Internacional Humanitario.
Respuesta: Daría para hablar mucho eso de «países comprometidos con la paz y la libertad». ¿Cuáles son esos países? Nunca hemos escuchado al líder de ningún estado decir que su país y su ejército no estén comprometidos con la paz y la libertad. Cabe pensar, si hilamos fino, que los redactores del argumentario militar seguramente consideran que España y sus aliados son países comprometidos con la paz y la libertad, mientras que sus potenciales adversarios no lo son. Sin embargo a nosotras nos da por sospechar de que si vamos a cualquiera de esos otros países supuestamente no comprometidos con la paz y la libertad e interrogamos al respecto a sus dirigentes, su opinión será justamente la contraria. En cualquier caso, repasando la lista de países aliados o alineados con España nos podemos preguntar, ¿es Estados Unidos un país comprometido con la paz y la libertad? ¿Es Israel un país comprometido con la paz y la libertad? La respuesta negativa en ambos casos nos permitiría llenar muchas, muchas páginas. Los mismos ejemplos nos sirven para juzgar el argumento de que los ejércitos de los países comprometidos con la paz y la libertad solo utilizan su poder militar en casos imprescindibles. ¿Es imprescindible cada una de las innumerables acciones bélicas que el ejército de EEUU mantiene activas a lo largo y ancho del planeta? ¿Era imprescindible, por poner un solo ejemplo entre muchos, la llamada «Operación Libertad Duradera» que, con amplia participación española, efectivamente, duró tantos años en Afganistán antes de la retirada de los ejércitos invasores? ¿Es imprescindible e inevitable la masacre genocida que perpetra el ejército de Israel en Gaza? Tal vez lo verdaderamente imprescindible y necesario sea abandonar la macabra apología y propaganda militar en la que estamos educados; esa que nos hace creer que los conflictos solo pueden resolverse mediante el empleo de la violencia y la ley del más fuerte.
El argumentario también nos habla de «ética militar» y de derecho humanitario. Resulta cuanto menos curioso que quienes, al servicio de diferentes intereses económicos de dentro y fuera de las propias fronteras, tienen como cometido la eliminación a gran escala de vidas humanas pretendan arrogarse ser los defensores de la moral y el humanitarismo. Por si fuera poco, los ejércitos y demás cuerpos violentos que defienden nuestros estados y empresas occidentales, bien lejos de ceñirse a esos comportamientos de supuesta «ética militar» o de legislación internacional humanitaria de los que presumen, muy a menudo se convierten en agentes delincuenciales a gran escala que no dudan en actuar, en medio de la mayor de las impunidades, fuera de toda moral o de toda norma legal interna o externa. Los ejemplos se podrían nombrar a centenares.
Por todas estas razones que, como se ha podido comprobar, no son pocas: ¡No te dejes engañar, ningún ejército defiende la paz!
CUESTIÓN N.º 12. La participación militar en la resolución de conflictos, lejos de solucionar el conflicto, genera nuevos problemas: muertos, refugiados, violaciones, etc.
Los conflictos armados actuales nacen a partir de acciones internas en el seno de un estado o externas entre varios estados o actores no estatales que generan una situación crítica que la convierte en insostenible. La finalidad esencial de los ejércitos es la de asegurar la paz y la estabilidad, por lo que la intervención militar se produce cuando ese conflicto ha escalado en gravedad y las medidas políticas y diplomáticas se han mostrado ineficaces para controlarlo y limitarlo.
Las guerras no las declaran los militares, sino los políticos, pues como escribió el general e historiador prusiano Carl Von Clausewitz, “la guerra es la mera continuación de la política por otros medios”. El militar es el primero que detesta el uso innecesario de la fuerza porque es el primero que conoce y sufre los terribles y violentos efectos de la misma. Por todo ello, los ejércitos se constituyen en gestores de la misma en el entendimiento de que su intervención solo se llevará a cabo -si fuera realmente inevitable- bajo dirección del Estado que es quien detenta el monopolio del uso de la fuerza.
Entre la paz y la guerra, como elementos antagonistas, existen otras situaciones graduales en cuanto al uso de la fuerza, en una progresión que pasa por intervenir en operaciones para lograr o mantener la paz en determinadas áreas conflictivas o actuar en apoyo a la población ante catástrofes naturales.
El militar no sólo está instruido y adiestrado para el conflicto armado, sino que también está formado en los principios de ética militar, entendidos éstos como el conjunto de prácticas que le orientan a actuar conforme a unos valores morales de referencia. En última instancia, los ejércitos de países comprometidos con la paz y la libertad están regulados por instituciones propias y controlados por los poderes públicos y sus actuaciones en el exterior se llevan a cabo con mucha frecuencia dentro del marco de organizaciones multinacionales con los mismos estándares de ética y exigencia.
Ante una conflagración, el militar deberá actuar siempre acorde al Derecho Internacional Humanitario (ius in bello) aliviando la situación de los heridos, de los prisioneros y de la población civil y de sus bienes, en un intento de paliar los efectos de un conflicto que esté fuera de los principios de moralidad. Como dijo Dag Hammarskjöld2, “el mantenimiento de la paz no parece un trabajo para soldados, pero sólo los soldados pueden realizarlo”.
Ver también:
0-Las claves de la apuesta por un mundo sin ejércitos. Respuesta al prólogo del argumentario militar.
https://antimilitaristas.org/Las-cl...
Cuestión nº 1. Las inversiones en defensa van en detrimento de las correspondientes a sanidad y educación.
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº 2. La inversión para la adquisición de los nuevos vehículos blindados 8x8 detrae recursos para gasto social.
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº3. Los gastos en armamento y sistemas de defensa en España son inútiles, pues no se emplean en guerras y llegan a ser obsoletos sin haber sido utilizados realmente:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº4. El gasto militar en España es un gasto absurdo si se forma parte de alguna organización defensiva supranacional:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº5. Con el importe de un carro de combate Leopardo podrían adquirirse 440 respiradores:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº6. El ejército no puede vencer pandemias ni evitar catástrofes:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº7. España no tiene ninguna amenaza directa que la ponga en riesgo de un conflicto que haga necesario tener unas Fuerzas Armadas:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº 8. Los ejercicios, maniobras y actividades de instrucción militar causan agresiones al medioambiente, contaminan y dañan la flora y la fauna en los campos de tiro y maniobras y zonas de instrucción:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº 9. El ejército no debiera tener presencia en espacios educativos o de ocio infantil con la excusa de que es una profesión más: https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº 10. El ejército no puede participar en procesiones y otras manifestaciones de carácter religioso: https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº 11. El ejército no es una institución democrática y, por ello, no tiene cabida en una sociedad libre y democrática: https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Hemeroteca de Insumissia: Mentiras para justificar el ejército español (del 1 al 10):
https://antimilitaristas.org/Mentir...