Grup Antimilitarista Tortuga.
Seguimos en nuestro empeño de contrargumentar todos los artículos de «Las claves del porqué», apología de la institución militar publicada por el Ministerio de Defensa, la cual pretende ser, a su vez, contrargumentación de idearios pacifistas y antimilitaristas.
Respondemos, en esta ocasión, a su sexto título: «El ejército no puede vencer pandemias ni evitar catástrofes», cuyo contenido íntegro copiamos más abajo.
A continuación, extraemos las ideas principales del texto y las analizamos:
a/ Citamos: «Las FF.AA están organizadas e instruidas para hacer frente con las mejores garantías de éxito a un adversario, bien de tipo convencional con organización y características similares a las propias, bien a un enemigo de carácter asimétrico con unas tácticas y procedimientos diferentes, en el que si bien los patrones de actuación están menos definidos, pueden ser neutralizables».
Respuesta: Se nos dice que el adversario de «tipo convencional» del ejército es aquel «con organización y características similares»; es decir, otro ejército. Por otro lado, entendemos, si nos fijamos en el título del documento analizado, que esos «enemigos de carácter asimétrico» deben ser «pandemias» y «catástrofes».
Podríamos debatir sobre si aquello que es inanimado o carece de autoconciencia puede ser considerado «enemigo» o es capaz de emplear alguna «táctica». Pero no seamos puntillosos y vayamos a lo importante: en el texto se reconoce que, por costumbre, los ejércitos se han enfrentado a otros ejércitos. Y no a otro tipo de peligros.
¿Por qué ahora dicen hacerlo? Nos atrevemos a contestar que detrás de esta ampliación de responsabilidades hay un interés propagandístico. Más adelante volveremos a esta idea.
b/ Aunque las Fuerzas Armadas no pueden acabar con los organismos que transmiten las pandemias, pueden minimizar su impacto en la sociedad. Además, el ejército se encuentra desplegado por todo el territorio estatal, lo cual facilita la velocidad de despliegue de sus unidades. Asimismo, se destaca el «espectro tan diverso de capacidades» de la institución militar o la «disposición al sacrificio» y la «voluntariedad para asumir riesgos» de su personal.
Respuesta: Como ya hemos dicho en el punto anterior, entre las ocupaciones tradicionalmente asumidas por el ejército no se encontraba el mantenimiento de la salud pública.
Evidentemente, son las plantillas sanitarias las que tienen la formación necesaria para enfrentar problemas de esta naturaleza, tanto sus causas como sus efectos. Es más, aunque el ejército es uno de los mayores terratenientes del estado español, entendemos que, a pesar de sus carencias, las instalaciones sanitarias se encuentran más integradas en la sociedad, en las poblaciones y en los barrios. Si a ello añadimos que sus estructuras son más ligeras, podemos deducir que su velocidad de respuesta debería ser mayor.
No pretendemos halagar de forma acrítica a ningún colectivo, pero resultaría injusto no reconocer la valentía y el esfuerzo mostrado por muchas personas trabajadoras en Sanidad durante la pandemia de COVID-19. Esa «disposición al sacrificio» y la «voluntariedad de asumir riesgos» no son, ni mucho menos, exclusivas de los militares.
Nada nos dice el texto que aporte el ejército en la lucha contra una pandemia que no lo hagan, y normalmente mejor, los servicios de salud.
En cualquier caso, lo que sí hace distintas a las Fuerzas Armadas, es su capacidad para ejercer la violencia. Y no sabemos qué función tiene esta a la hora de acabar con una pandemia y los problemas que genera.
c/ El ejército y la Unidad Militar de Emergencias (UME) actúan en casos de «catástrofes y estragos».
Respuesta: Como en el caso de las pandemias, ante cualquier emergencia deben actuar los cuerpos especializados en enfretarlas. De hecho, así ocurre.
Las Fuerzas Armadas suelen asumir en estas ocasiones responsabilidades subsidiarias, aunque convenientemente ensalzadas por los medios. Estos dedican mucho más tiempo a glorificar la labor de la UME que a explicar el trabajo realizado, por ejemplo, por el Cuerpo de Bomberos o Protección Civil.
Queremos que frente a terremotos, erupciones, incendios, inundaciones o pandemias actúen las personas que se han preparado para ello y que no se les encuadre en una institución cuya especialidad es la guerra. Nos gustaría, por lo tanto, que estuvieran en manos de instituciones civiles especializadas todos los medios necesarios para ejercer estos trabajos y no en los de unas Fuerzas Armadas que mucho abarcan y poco aprietan.
CUESTIÓN N.º 6. El Ejército no puede vencer pandemias ni evitar catástrofes
Las FF.AA están organizadas e instruidas para hacer frente con las mejores garantías de éxito a un adversario, bien de tipo convencional con organización y características similares a las propias, bien a un enemigo de carácter asimétrico con unas tácticas y procedimientos diferentes, en el que si bien los patrones de actuación están menos definidos, pueden ser neutralizables. En el caso de una pandemia, el vector agresor no es humano ni visible, aunque incide en todos los ámbitos y en todas las personas sin discriminar su condición civil o militar.
Evidentemente la organización y equipamiento de los ejércitos no pueden hacer frente a los vectores que provocan la pandemia, pero sí podrán apoyar a la sociedad a la que sirven minimizando sus efectos con la convicción de asumir riesgos incluso mortales, poniendo a disposición de la sociedad unas capacidades básicas y únicas que son rápidamente desplegables. Concretamente, el contar con unidades de protección Nuclear, Bacteriológica y Química (NBQ) permite al Ejército de Tierra adoptar una rápida e inmediata respuesta inicial ante una posible crisis epidemiológica mediante el empleo de sus recursos. No se puede encontrar otra institución del estado con esas características de inmediatez en su reacción y con un espectro tan diverso de capacidades.
Reforzando esta idea, el Ejército de Tierra se encuentra desplegado por todo el territorio nacional, lo que facilita un rápido acceso a la mayoría de la población. A estas particularidades se le añaden, entre otras, la permanente disponibilidad de su personal, la facultad para el transporte de personal, equipos y medios, la idoneidad para la protección de puntos sensibles, la voluntariedad para asumir riesgos y la disposición al sacrificio de la que sus miembros hacen gala en todo momento. En cuanto se refiere a la actuación ante catástrofes y estragos, debe tenerse en cuenta que la espina dorsal de la Unidad Militar Española (UME) cuya misión es la intervención en cualquier lugar del territorio nacional para contribuir a la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas, está constituida por efectivos del Ejército de Tierra. Aparte de esta valiosa contribución, el Ejército de Tierra participa tradicionalmente de forma muy activa en estas circunstancias con sus propios medios y personal, como ocurrió durante la erupción del Volcán de Cumbre Vieja en La Palma o en numerosos incendios, temporales, inundaciones o emergencias medioambientales que periódicamente convulsionan la geografía española de encontrar otra institución del estado con esas características de inmediatez en su reacción y con un espectro tan diverso de capacidades.
Ver también:
0-Las claves de la apuesta por un mundo sin ejércitos. Respuesta al prólogo del argumentario militar.
https://antimilitaristas.org/Las-cl...
Cuestión nº 1. Las inversiones en defensa van en detrimento de las correspondientes a sanidad y educación.
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº 2. La inversión para la adquisición de los nuevos vehículos blindados 8x8 detrae recursos para gasto social.
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº3. Los gastos en armamento y sistemas de defensa en España son inútiles, pues no se emplean en guerras y llegan a ser obsoletos sin haber sido utilizados realmente:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº4. El gasto militar en España es un gasto absurdo si se forma parte de alguna organización defensiva supranacional:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº5. Con el importe de un carro de combate Leopardo podrían adquirirse 440 respiradores:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº7. España no tiene ninguna amenaza directa que la ponga en riesgo de un conflicto que haga necesario tener unas Fuerzas Armadas:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº 8. Los ejercicios, maniobras y actividades de instrucción militar causan agresiones al medioambiente, contaminan y dañan la flora y la fauna en los campos de tiro y maniobras y zonas de instrucción:
https://www.antimilitaristas.org/Cu...
Cuestión nº 9. El ejército no debiera tener presencia en espacios educativos o de ocio infantil con la excusa de que es una profesión más:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº 10. El ejército no puede participar en procesiones y otras manifestaciones de carácter religioso:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº 11. El ejército no es una institución democrática y, por ello, no tiene cabida en una sociedad libre y democrática:
https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Cuestión nº 12 (última). La participación militar en la resolución de conflictos, lejos de solucionar el conflicto, genera nuevos problemas: muertos, refugiados, violaciones, etc.: https://antimilitaristas.org/Cuesti...
Hemeroteca de Insumissia: Mentiras para justificar el ejército español (del 1 al 10):
https://antimilitaristas.org/Mentir...